Y un día volvió. Sí, justo el día previo a Reyes, Carlos Tevez retornó al club de sus amores tras una larga negociación. El “Apache” llega desde el fútbol chino, donde él mismo aclaró, nunca se adaptó.

 

Carlos Tevez y Boca se asociaron para resarcir al Shanghai Shenhua de China y concretar su regreso al fútbol argentino para afrontar la Copa Libertadores de América, el gran objetivo, la Superliga y la Supercopa Argentina, todo en el 2018.

La trama secreta de la desvinculación del jugador, que se plasmó ayer en Madrid -tras la exitosa negociación de su representante, Adrián Rouco, con los dirigentes de la entidad china-, revela un acuerdo entre el propio Tevez y el presidente “xeneize”, Daniel Angelici, para destrabar una situación compleja.

Ayer fue el segundo día de pretemporada para Emmanuel Mas.

La salida del “Apache” del fútbol chino no fue gratis para ninguna de las partes. Primero Tevez cedió tres millones de dólares, que es la parte no documentada de la deuda de 15 millones que los chinos mantienen con él por su primer año de contrato. En segundo término, Boca aportó la misma cantidad (en concepto de un adelanto del contrato por dos años con el jugador) y tercero Shanghai Shenhua recibió menos dinero del que pagó hace un año por el futbolista de 33 años.

Esos 6.000.000 de dólares que recibirán los chinos representan la cláusula de rescisión de contrato que Boca no quiso pagar antes de fines de diciembre de 2017. Sin embargo -y por más que suene contradictorio- todos ganaron. Primero Tevez volvió al club de sus amores, segundo Boca sumó a un jugador de jerarquía y tercero Shanghai Shenhua se evitó pagar más de 20 millones de dólares por el segundo año del contrato.

Todavía quedan aspectos por resolver: los chinos deben pagarle a Tevez doce millones de dólares (deuda que está documentada) y Boca tiene arreglar los números finales el contrato con el jugador (superará los tres millones de dólares) hasta fines del 2019.

Las tres partes quedaron conformes con el acuerdo, porque Tevez estaba molesto por la deuda, Boca necesitaba hacer ruido en el mercado de pases y los chinos estaban decepcionados por el flojo rendimiento del jugador.

Todo esto sumado a que la familia del “Apache” quería regresar “sí o sí” a la Argentina porque le costó adaptarse a la vida en China.

Tevez se sumó a la concentración del hotel Sofitel de Los Cardales y el martes será presentado como el cuarto refuerzo de Boca, con miras al 2018, tras las llegadas del delantero Ramón Ábila y los laterales Julio Buffarini y el sanjuanino Emanuel Mas, quienes ya trabajan con el plantel que dirige el mellizo Guillermo Barros Schelotto.

La vuelta de Tevez a la vez obligará al entrenador a probar un nuevo dibujo táctico: dejará el 4-3-3 por 4-2-3-1.

El equipo base de este año sería con Agustín Rossi; Leonardo Jara o Buffarini, Paolo Goltz, Lisandro Magallán o Gustavo Gómez (Boca negocia con Milan, de Italia) y Frank Fabra o Más; Wilmar Barrios y Pablo Pérez; Cristian Pavón, Carlos Tevez y Edwin Cardona; Ábila.

Más adelante, el Mellizo Guillermo deberá analizar cómo insertar al volante Fernando Gago y al delantero Darío Benedetto, quienes se recuperan de serias lesiones, en un equipo de jerarquía, al menos desde los nombres.

Pero lo cierto es que el “Apache” cumplirá su tercer ciclo en Boca, club del cual es confeso hincha.

Y para sorpresa de todos Tevez no quiere la camiseta número 10 y pedirá la 32, la misma que vistió en West Ham United, Manchester United y Manchester City, los tres de Inglaterra.