Sin escapatoria. El conductor del auto no pudo sortear a Germán Roldán, lo embistió y murió prácticamente en el acto.

Un hombre murió en la madrugada de ayer al ser atropellado por un auto cuando intentaba cruzar a pie la Ruta 40, a la salida de un boliche de Rawson al que había ido a bailar con un hermano menor. La persona que lo atropelló se fugó, pero una hora después se entregó a la Policía y quedó detenido.

Para la familia de la víctima, identificada como Germán Carlos Roldán, todo se volvió aún más traumático porque su trágico fin tuvo una cruel coincidencia: perdió la vida el mismo día en el que estaba cumpliendo 31 años. El hombre trabajaba como cocinero para una empresa de catering, tenía 4 hijos (todos en Buenos Aires, donde hasta hace unos 5 años había estado radicado) y hace poco se había ido a vivir a Rivadavia con quien era su actual pareja, indicaron familiares.

Cumpleaños fatal. Germán Carlos Roldán murió justo el día en el que cumplía 31 años.

Duele mucho que lo haya dejado abandonado, como a un animal
SANDRA GUZMÁN   Madre de la víctima

"Su hermano menor le estaba insistiendo que salieran a festejar su cumple y él aceptó", contó la madre de los muchachos, Sandra Guzmán. Claro, ninguno se imaginó que la noche iba a terminar de la peor manera. Todo se desencadenó cerca de las 5.20 de la mañana, cuando salieron del boliche "Club Eve" y enfilaron por un costado del carril Este de la Ruta 40, en busca de algún remís para volverse a sus casas.

La hipótesis que ayer manejaba la Policía era que el mayor de los Roldán, en cercanías de la calle Sebastián El Cano, intentó atravesar la calle, sin advertir que por ese carril y a toda velocidad venía Nicolás Joaquín Riveros (19) a bordo de su Volkswagen Senda, acompañado por una prima. El impacto fue tan violento que Roldán sufrió gravísimas lesiones, sobretodo en la zona de la cabeza y el tórax. Y su fin quedó sellado prácticamente en el acto, precisaron voceros policiales.

Acorralado. Nicolás Riveros fue en su auto a una comisaría y se entregó.


Mientras su hermano y otros jóvenes desesperados intentaban reanimarlo sin éxito, el conductor del auto lo abandonó y huyó de la escena. Eso sí, en el lugar quedó tirada la patente del vehículo junto a otros pedazos de plástico. Y, al verse acorralado, no le quedó otra que entregarse. Así, sobre las 6.30, llegó en su Senda a la Seccional 1ra y relató lo que había pasado. Desde allí lo mandaron a la Comisaría 3ra, donde Riveros habría dicho a los efectivos que lo recibieron que todo se trató de un accidente y que fue el otro hombre el que se le atravesó en su camino. Lo cierto es que quedó detenido, acusado de homicidio culposo (matar sin intención). Y además se le sacó sangre que será analizada para descartar o no la presencia de alcohol al momento del choque.

"Ayer a la tarde -por el viernes- estuvimos tomando mates y yo lo notaba feliz. Que de la nada pase esto es muy chocante, muy duro, muy triste", expresó la madre de la víctima, quien junto a sus otros hijos trataba de asimilar la lamentable pérdida.