Una joven pobre se quedó junto a sus cinco hijos con lo puesto después de que la humilde casa en la que vivían se incendiara por completo, indicó la propia víctima. El siniestro ocurrió en la noche del pasado martes en una modesta habitación de ladrillo ubicada en calle Aberastain, 200 metros al Sur de Sarmiento, en la zona de La Cañada, en Albardón.

Todo comenzó cuando empezaba a caer la noche. Yanina Guzmán (28) estaba desde hacía varios días sin luz y por eso se iba con sus hijos de 9, 6, 4, 3 años y un bebé de 2 meses a pasar las noches a la casa de su actual pareja (padre del último chico), un albañil que vive a una cuadra de su vivienda. Pero esa noche olvidó la ropa de la escuela de uno de los chicos y sobre las 21 regresó a su hogar a buscarla. Y fue en ese momento cuando tuvo un descuido que le costó muy caro: prendió una vela para poder ver en la oscuridad y se olvidó de apagarla cuando se fue.

La mujer explicó que no sabe qué hacer cuando sus hijos le preguntan por sus juguetes.

A la media hora podía ver las llamas desde la casa de su pareja. "Salí afuera, vi las llamas y me vine corriendo", dijo Guzmán. Pero ya era tarde. Al parecer, la vela cayó sobre ropa y comenzó a arder todo, dijo la mujer.

Las pérdidas fueron totales. Se quemaron una cucheta, una cama, una cuna, un ropero, toda la ropa, una cocina, dos mesas, dos sillas y otros objetos que había en la habitación. Además, se cayó parte del techo de machimbre y ahora la precaria construcción corre peligro de derrumbe, por lo que la familia no puede vivir más allí. Según Guzmán, van a estar en lo de su pareja, pero el lugar es chico y necesitan otra solución.

La mujer está devastada. El único ingreso que tiene es el dinero de un plan del Gobierno por sus hijos y ahora dice que necesita ayuda para poder salir adelante. "Lo poco que tenía lo perdí. Tanto que cuesta tener unas cositas y perderlas así", cerró entre lágrimas.