La búsqueda del menor sanjuanino, Alejandro Cabrera Iturriaga, de 17 años, quien fue arrastrado por las olas este lunes en la playa Cuatro Esquinas, cuando disfrutaba de un paseo, sigue sin arrojar resultados positivos cuando se reiniciaron las tareas en las primeras horas de este miércoles.
Cabe recordar que, junto a Alejandro, otros cuatro jóvenes ingresaron a la playa, la cual no está habilitada para el baño, siendo sorprendidos por la corriente. Con la excepción de Alejandro, estos cuatro menores de edad lograron ser rescatados con vida, gracias a la rápida acción de un ciclista que se lanzó al mar para auxiliarlos.
Respecto a la búsqueda del joven perdido, hay buzos especializados y voluntarios de salvavidas de La Serena y Coquimbo. Desde la noche del lunes, en el lugar se instaló un puesto de mando que operó permanentemente, coordinando los esfuerzos de búsqueda mediante equipos en tierra y el uso de drones. Las tareas de búsqueda en tanto, se han desarrollado a lo largo de toda la zona costera.
A estas tareas se sumaron pescadores de la caleta de Peñuelas, colaborando en el rastreo mar adentro mientras continúan los esfuerzos del personal especializado en el borde costero.
En el mismo campamento sin querer despegarse del centro de mando, la madre de Alejandro, junto a su hermano Franco esperan cualquier información respecto al paradero del joven.
En entrevista con El Día, Facundo Araya, hermano mayor del adolescente desaparecido, cuenta que uno de sus hermanos de 14 años, involucrado en el hecho, permanece hospitalizado, aunque presenta una evolución favorable. “Está hospitalizado aún, pero ya se encuentra mejor. Ayer (lunes) despertó, pudo comer, pudo hablar un poco y descansar”, señaló. Los otros dos jóvenes —su hermana de 19 años y un primo de la misma edad—, en tanto, ya están en casa. Sin embargo, la preocupación se centra en el menor de 17 años que aún no ha podido ser encontrado por los equipos de búsqueda.
“Él vive en La Serena hace un año, somos específicamente de la localidad de Altovalsol. Somos argentinos, pero estamos nacionalizados chilenos por nuestros abuelos”, explicó Facundo. El adolescente perdido cursaba tercero medio en el Liceo Gabriela Mistral agregó.
Su madre, quien presenció el momento en que los jóvenes fueron arrastrados por el mar, permanece en estado de shock. “Pudo dormir un poco ayer (lunes), pero sigue muy preocupada”, relató Facundo, quien llegó al lugar después de los hechos ya que se encontraba trabajando. “Llegué luego para estar con ella”, agregó.
El joven describe que la familia se mantiene unida y atenta a los avances del operativo. “Estamos más tranquilos, pero aún sin saber nada”, expresó.
Mientras continúan las labores de búsqueda por parte de la Armada y equipos especializados, la familia permanece en el sector, aferrándose a la esperanza de encontrar al adolescente. Ayer en el sector habían algunos cercanos al joven que llegaron para poder prestar apoyo a los familiares, quienes relataron que al conocer la noticia no podían creer que se tratase de Alejandro.
Según señalan, el joven proviene de una familia numerosa de seis hermanos de San Juan y es aficionado a la música. Destaca además, como un gran guitarrista. “Es muy alegre y buen compañero, bastante extrovertido”, indicaron.
COORDINACIÓN DE LA BÚSQUEDA
Mientras tanto, la angustiosa búsqueda del joven continúa movilizando a múltiples organismos públicos y equipos especializados. La labor, que ya completa su segunda jornada, se ha desplegado con un importante contingente humano, marítimo y terrestre, coordinado por la Capitanía de Puerto de Coquimbo.
Al respecto, el capitán de Puerto, Daniel Sarzosa, detalló que durante este segundo día se dispuso de 27 servidores navales, además de la lancha de servicio general Coquimbo, una moto acuática, un bote de goma, tres camionetas y una cuadrimoto. A esto se agregó personal municipal de La Serena, con 20 funcionarios y tres camionetas, quienes también han brindado apoyo psicológico y social a los familiares.
Sarzosa manifestó que la municipalidad de Coquimbo, en tanto, aportó con 22 personas, una lancha de rescate, operadores, dos rescatistas, una moto de agua, tres drones —uno con visión nocturna— cuatro camionetas y un puesto de mando. Junto a ellos, pescadores de la Caleta de Peñuelas también colaboraron durante la madrugada realizando un rastrilleo durante la baja mar.
Tras la reunión de “briefing” efectuada al término de la jornada matinal, Sarzosa explicó que las próximas operaciones se desplegarán “un poco más hacia el sur, en atención al abatimiento esperado de la corriente y el viento predominante”, manteniendo el puesto de mando en Cuatro Esquinas. La búsqueda terrestre continuará hacia Punta Teatinos por el norte, y el rastreo marítimo se concentrará desde el restaurante Bakulic hasta la Caleta de Peñuelas.
Sobre el comportamiento habitual de las corrientes, Sarzosa sostuvo que “cada situación va cambiando”, por lo que el despliegue mixto —marítimo y terrestre— busca cubrir todas las posibilidades: desde un eventual arrastre hacia el norte hasta la posibilidad de que el joven haya quedado atrapado en pozones al sur. Además, anunció un refuerzo del equipo de buzos para ampliar el alcance de las maniobras submarinas.
El operativo, en tanto, se mantuvo hasta el término de la luz natural, alrededor de las 20:30 horas del martes, tras lo cual se efectuó una nueva reunión de planificación. Sin embargo, tal como ocurrió durante la noche anterior, drones y equipos terrestres continuarán monitoreando la zona durante toda la madrugada del miércoles.
El alcalde de Coquimbo, David Díaz, explicó por su parte, que el puesto de mando está liderado por la autoridad marítima, desde donde se coordinan los recursos de cada organismo. “El uso escalonado de los recursos permite atender la emergencia 24/7, evitando duplicar esfuerzos y asegurando que ninguna área quede sin cobertura”, señaló el también administrador municipal.
El municipio porteño ha desplegado sus drones profesionales con autonomía para operar de manera continua. Los equipos, equipados con cámaras térmicas, permiten detectar novedades durante la noche, lo que ha sido clave para mantener la vigilancia incluso sin operaciones acuáticas. “Podemos bajar el dron, cambiar la batería en 12 segundos y volver a tenerlo en el aire”, destacó Díaz.
Paralelamente, el edil porteño (s)aseveró que personal municipal realiza patrullajes a nivel de suelo desde Cuatro Esquinas hacia Coquimbo y también hacia el norte, complementando así, el rastreo superficial de los drones, con el objetivo de lograr un buen resultado.
Fuente: diario El Día

