A Carlos Fernández, la huida a Marbella le evitó el mismo destino que para sus compañeros de corporación: la prisión preventiva y, en última instancia, una condena a penas de cárcel. En España afrontaba acusaciones de prevaricación, malversación y cohecho pasivo por recibir presuntamente 150.000 euros de Juan Antonio Roca. Las penas a las que se exponía podían sumar hasta diez años de cárcel. Tras la huida a San Juan, entre sus compañeros de corporación condenados cundió la idea de que, si pudo llevarla a cabo, fue debido a su condición de confidente en el caso.

Fernández llegó a la política en pleno gilismo, ejerció como concejal del GIL tras las elecciones de 1991, 1995 y 1999, y alcanzó su cima en los años siguientes como teniente de alcalde y líder municipal del PA, una posición que, según confesó el cerebro de la trama, Juan Antonio Roca, le servía para obtener mordidas más altas que sus compañeros de siglas.

En los 90, con Gil al mando, gestionó el área de Deportes, de cuyo paso da cuenta su condena en el “caso jugadores”. Aunque no formaba parte de su partido, a Fernández se le veía como un cachorro de Gil, la cara amable de su gobierno, con una imagen de gestor cercano y eficaz.

Una fuente política que lo conoció en aquella época desmiente ese talante, y lo describe como el “clásico hijo político de Jesús Gil”: “Autoritario y cínico”. “Su entrada en el PA, una vez le echaron del Gil, fue una compra de un partido que en Marbella estaba en ruinas”. Con los tres concejales que consiguió se convirtió en llave de gobierno.

SU VUELTA ESPAÑA: DETENCIÓN Y LIBERTAD POSTERIOR

Carlos Fernández ha vuelto a España por decisión propia y avisando con antelación de su arresto. El que fuera edil del Ayuntamiento de Marbella en los años dorados del GIL comunicó por escrito a la Audiencia Nacional su vuelo desde Argentina, fue interceptado en el aeropuerto de Barajas y, tras comparecer ante el tribunal, ha quedado en libertad provisional a la espera de juicio el próximo 5 de noviembre.

La Sección Tercera de la Audiencia Nacional ha valorado su presentación voluntaria y el señalamiento inminente del juicio por el caso Saqueo II para acordar su puesta en libertad con la única obligaciónde comparecer el día de la vista. La Fiscalía no se opuso a la medida, entendiendo que el acusado «se ha puesto a disposición de la Justicia de forma inequívoca».

Según el auto judicial, el pasado 10 de octubre la defensa de Fernández notificó oficialmente el vuelo que lo traería de regreso a España. A su llegada, fue detectado por la Policía Nacional en un control de pasaportes y puesto de inmediato a disposición del tribunal. Allí se celebró una breve vistilla, en la que tanto su abogado como el Ministerio Público solicitaron la libertad provisional.

EL JUICIO QUE LE ESPERA

El juicio que lo espera la próxima semana pertenece a la causa ‘Saqueo II’, una de las piezas derivadas del saqueo sistemático de fondos públicos durante los gobiernos del Grupo Independiente Liberal (GIL) en las legislaturas de 1991, 1995 y 1999. En ella, se le imputan delitos de malversación de caudales públicos y falsedad en documento mercantil.

El tribunal ha fijado la vista con la advertencia expresa de que Fernández deberá comparecer «para ratificar la conformidad anunciada», lo que apunta a un posible acuerdo con la Fiscalía.

Fuentes: diario.es / ABC