Tres familiares de Emir Barboza, el niño de 8 años asesinado de un disparo en el pecho en el barrio Valle Grande, fueron condenados a seis meses de prisión en suspenso por los delitos de amenazas, daño y apología del crimen.
La sentencia se dictó este jueves luego de que se revelaran imágenes en las que los tres implicados posaban con armas de fuego en las redes sociales, además de las denuncias sobre amenazas a los familiares de los sospechosos del asesinato y el daño a la casa de la familia Carrizo, quienes estarían vinculados al crimen.
Los condenados son Boris Lautaro Barboza, Guadalupe Luján Barboza y Agustín Barboza, todos ellos tíos del niño asesinado. La causa se resolvió mediante un acuerdo de juicio abreviado entre la Fiscalía y la defensa, representada por el abogado Mario Morán. El fiscal Alejandro Mattar propuso el acuerdo, que permitió a los tres evitar la prisión preventiva y la posibilidad de cumplir condena en una cárcel, siempre y cuando no reincidan en conductas delictivas.
Aunque la participación de los tres en las pintadas que aparecieron en la casa de los Carrizo no pudo ser comprobada, las pruebas de las fotos en las que posaban con armas de fuego en sus redes sociales fueron fundamentales para su condena. Desde el entorno de los Barboza se intentó justificar que las armas eran de juguete, pero la Fiscalía no consideró suficiente este argumento. Las imágenes fueron interpretadas como un acto de apología del delito, lo que llevó a la sentencia.
El juez Gerardo Fernández Caussi homologó el acuerdo, dictando la condena de seis meses de prisión en suspenso. Boris y Agustín Barboza fueron condenados por apología del crimen y amenazas, mientras que a Guadalupe Luján Barboza se le sumó el delito de daño.
A pesar de no tener que cumplir la pena tras las rejas, los tres seguirán bajo la vigilancia de la Justicia. Si cometen nuevos delitos, podrían perder la suspensión de su condena y terminar encarcelados.

