Durante más de 20 años ocupó el cargo de Secretario Administrativo de la Corte, uno de los puestos de mayor influencia en el Poder Judicial y hace poco, después de una demora inusual, fue designado juez. Luis Recio habló ayer en el programa “A todo o nada” de Radio Sarmiento, y aseguró que es insignificante la cantidad de parientes de jueces que entran a Tribunales. Por otra parte, aseguró que la mayoría de los magistrados trabajan bien y prefirió no opinar si el escándalo que lo involucró en los ingresos fue una factura ajena.

– Siempre fue un hombre de bajo perfil, ¿es una excepción que vaya a los medios?

– Soy de bajo perfil y no cambio, porque no soy muy proclive a los cambios. Tengo verdades más permanentes que mucha gente.

– ¿Para quién fue el palo?

– No, no fue para ustedes… es para el que lo quiere agarrar.

– ¿Cuál va a ser el perfil de Recio para con los medios ahora que es juez?

– Yo creo en la teoría del equilibrio, en principio la regla madre es que los jueces hablen por sus sentencias, pero eso no implica que por ahí cuando se trate de determinados tecnicismos, a los medios o a los periodistas se les trate de realizar las aclaraciones pertinentes.

– ¿La línea en general de la Corte de Justicia local cuál es?

– La línea tradicional es la de siempre, que es la de no hablar.

– ¿Está de acuerdo con eso?

– Yo no evalúo ni valoro a los superiores jerárquicos.

– ¿A usted le gusta más eso de que los jueces hablan por sus sentencias?

– En principio a mí me gusta esto de hablar por las sentencias, salvo algunos matices. Igual en la vida siempre a mí no me gustó saltar de soldado a general, es decir, no me gustan los cambios bruscos.

– Un avance gradual, dice usted

– Exacto, porque no es fácil porque a veces la visión periodística tiende más al título que a la esencia de la información, o sea, innumerables veces los títulos no coinciden con el contenido de las notas.

– ¿En dónde?

– Y, por ahí, en varios medios.

– ¿En cuáles?

– Pero eso es cada vez más aislado. Es decir, sacan de contexto y el nudo o el núcleo importante de la información es desviado. Bueno, el título y la foto son muy importantes en una nota de gráfica.

– Bueno, justamente por eso, para que el contenido sea lo más exacto posible a la realidad, qué mejor que los jueces hablen con los medios para que se refleje mejor la realidad…

– Yo creo que sí, creo que es una cuestión en la que se va a ir evolucionando, ya hay una política nacional por ejemplo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

– El cargo de Secretario Administrativo de la Corte da mucho poder, ¿por qué prefirió abandonarlo por el de juez de Cámara?

– Quiero aclarar que no es que da poder, hay una confusión. Lo que pasa es que conocer, dedicarse, trabajar mañana y tarde, conocer a quienes trabajan en los distintos organismos, la gente supone que eso es poder y eso no es poder, es dedicarse. Este año si se han cambiado dos o tres personas, son situaciones excepcionales, y un cambio de dos o tres personas no te da poder.

– Si le insisto, ¿qué me dice?

– Yo creo que un hombre tiene que tener capacidad para adaptarse al rol que cumple. Me encantó estar tres meses como juez interino de la Cámara Civil. En todos los cambios, siempre hay un pequeño duelo al principio, es algo lógico, casi psicológico, pero creo que va a ser muy efímero en el caso mío.

– Entonces me da la razón de que ese cargo da poder…

– No, es que son actividades distintas. En la Corte, en el cargo de secretario, uno era bombero, atendía dos o tres llamados a la vez, dos o tres personas, es otra cosa muy distinta.

– Dicen en Tribunales que gran parte del poder que logró en ese cargo es porque conoce todos los secretos de la Corte y de sus miembros…

– No, yo tengo una excelente relación con la Corte actual como con los miembros de la Corte que me designó.

– ¿Y qué opinión tiene del trabajo que hace la Corte?

– La Corte avanza en distintas cuestiones, con sus tiempos, pero está avanzando, por ejemplo en desarrollo informático…

– ¿Puede decir que hacen bien su trabajo, está conforme usted?

– Siempre se puede mejorar, pero ha habido muchos avances. En materia informática, por ejemplo, debemos estar entre las primeras provincias del país. Los abogados pueden consultar sus causas con una clave desde el estudio. La cantidad de edificios para los juzgados de Paz que se han construido, que también son parte de la Justicia.

– ¿Y qué hay para mejorar?

– En la Justicia los cambios por lo general son más pausados.

– Guarda que suelen dormirse de tan pausados…

– No, puede que existan a lo mejor decisiones que podrían ser más expeditivas, pero no se duermen.

– ¿Qué se debe mejorar?

– Para mí, uno de los puntos esenciales es la ciudad judicial. Yo tengo una visión personal del edificio, porque los beneficios de la concentración optimizan dinero, recursos humanos. Usted estando en distintos edificios, le pregunta a un empleado dónde va, y le terminan respondiendo que van a tal o cual lugar, pero después los ve y vienen con una bolsa verde de una conocida marca chilena.

– ¿La Corte necesita un recambio?

– En general no puedo emitir una opinión porque la de jubilarse es una decisión muy personalísima. Y me parece muy poco prolijo que uno le ande preguntando a un ministro de la Corte, “Che, ¿te vas a jubilar?”. Desde hace 15 años en los pasillos me preguntan, “Che, ¿se jubilan?” Yo les respondo: “No lo sé. Andá pedí una audiencia y preguntale vos”.

– ¿Usted cree que mejoraría la Corte si hay un recambio?

– Es posible que un cambio pueda efectuar mejoras, pero tendría que estar en el caso concreto.

– ¿Sí o no?

– Es posible, pero depende de la capacidad de trabajo, de la capacidad intelectual, del empuje del que reemplace a un ministro. No puedo hablar en abstracto.

– Según Adolfo Caballero, el ministro de la Corte, hay jueces que no trabajan lo suficiente, ¿coincide con esa afirmación?

– Yo creo que los juzgados civiles, aún con carencias de recursos humanos, por las jubilaciones, están bastante bien. Salvo algunos que tienen circunstancias excepcionales. Hay que hacer una medición integral de los fueros. Por ejemplo, el Fuero Civil está bastante bien.

– Caballero dijo que hay que hacerlos trabajar más, ¿qué opina?

– Yo, como voy a la tarde a trabajar, los veo trabajar a la tarde…

– ¿Caballero no va a la tarde?

– Sí, sí va a la tarde.

– ¿Son más o son menos los que van a trabajar a la tarde?

– Son más, la gran mayoría.

– ¿Entonces no coincide con lo que dijo Caballero?

– No sé en qué contexto lo habrá dicho…

– Dijo que hay algunos jueces que no trabajan lo suficiente…

– No creo que sea una regla fija. Puede haber algunas excepciones, pero analizando la producción, se refleja que sí trabajan. Que podrían dar más, esa es otra cosa.

– ¿El promedio de demora de resolución de causas está bien?

– No, se puede mejorar. En el fuero del Trabajo anda bastante bien.

– ¿En el fuero Penal?

– No, hay dificultades edilicias, porque si usted quiere poner cinco instructores más por juzgado, no hay lugar. Es decir, están trabajando humanamente como pueden.

– A pesar del esfuerzo, puede que el trabajo sea lento o no se haga bien…

– Hay que tener en cuenta que la esencia de todo proceso es la bilateralidad. Y en materia Penal, la bilateralidad, tanto el defensor, como el Ministerio Público, tienen que saber esto.

– ¿El sistema de ingreso al Poder Judicial que se aplica en San Juan es el mejor?

– El Presidente de la Corte Suprema dijo en San Juan que es algo muy dificultoso armar orden de mérito porque se le presentan psicopedagogos, arquitectos, psicólogos, etc. y nosotros necesitamos recursos humanos para una mesa de entradas, para un juzgado, y todos ahí nomás quieren que se les asigne funciones específicas inherentes a su título. Si ingresan todos abogados, también se da la circunstancia de que se le encarece el presupuesto, porque les tiene que pagar el 50% de adicional por título.

– ¿Por qué no se hace orden de mérito por profesión? Y a medida que se va necesitando, por ejemplo, abogados o psicólogos, se van fijando en el orden de mérito y así con cada profesión…

– Es más amplio: por ejemplo, se presenta alguien con estudios secundarios, salió bien en el examen, pero le faltan cuatro materias para recibirse de licenciado y como va a tener título en 3 o 4 meses, se genera un problema. En el Poder Judicial debe haber hoy como 10 arquitectos e ingenieros. Es muy complicado y muchos de esos ingresaron con los concursos.

– ¿Por qué hay tanta coincidencia de apellidos entre los que están y los que ingresan?

– Hay que verificar que sean eficientes o no. Un caso reciente, el doctor Soria, que es hijo de un ministro de la Corte, que es un excelente magistrado, no tiene que quedar afuera sólo por ser pariente de…

– Yo le hablo de empleados administrativos que no entran por concurso. ¿Es casualidad que se repitan?

– Es insustancial el número de familiares que ingresan.

– ¿Qué porcentaje?

– Insignificante.

– Estamos muy equivocados entonces…

– Lo que pasa es que es más novedoso mostrar aparentemente lo malo.

– ¿Por qué cree que tardó tanto elegir entre usted y los otros ternados para el cargo de camarista?

– No sé, pero no es la primera vez. Cuando asumió Roberto Pagés demoró un tiempo largo la designación. Acuérdense que somos apasionados, somos argentinos, y había un Mundial.

– ¿Por eso se demoró?

– Y… en la Argentina también.

– ¿No le parece vergonzoso?

– Es un dato de la realidad…

– ¿Notó resistencia de algunos sectores para que los designaran?

– Ustedes no pueden negar la realidad de todo lo que se ha escrito, pero el tiempo es un sabio doctor.

– Usted estuvo hace algunos años involucrado en supuestos acomodos para ingresos al Poder Judicial. Eso se investigó penal y administrativamente y lo desvincularon. ¿Siente que es una mochila que lleva?

– Hay gente que no se va a olvidar ni sabe acatar las reglas del juego institucional y hay gente que tiene un doble estándar, para una cosa sí, para otra cosa no. O sea, es parte del doble discurso.

– ¿Pagó una factura ajena?

– No voy a opinar…

– Acaba de hacerlo…

– Por exclusión no hagan análisis.