Las diferencias en la conducción bloquista quedaron expuestas esta semana después que un dirigente saliera a posicionar a Luis Rueda, actual presidente de la Convención, para conducir el partido desde las elecciones de 2018. Tras esa movida la actual presidenta, Graciela Caselles, recogió el guante, habló de su continuidad y lanzó críticas al vocero. Finalmente el martes a la noche en una reunión, Caselles y Rueda acordaron poner paños fríos a la polémica, a sabiendas de que la disputa podría hasta perjudicar al gobernador Sergio Uñac, socio político del Partido Bloquista. Por ahora, según contaron en ese partido político, no habrá más polémica, pero todo lo expuesto parece la antesala de la interna del año que viene, coincidieron dirigentes.

Es la segunda vez que tienen diferencias, ya ocurrió con la Legislativa de este año.

Todo comenzó con Alfredo Nardi, actual miembro del Comité Capital y director de Protección Civil de la provincia, quien pidió a través de este diario por la renovación de su partido y, en ese tren, dijo que apoyaba a Rueda para reemplazar a Caselles. Después Caselles respondió con un desafío: "Si hay que ir a las urnas, iremos", y con críticas a Nardi, al decir que "ojalá Alfredito venga al partido, hace mucho que no lo hace. Me hubiera gustado verlo caminar en las legislativas generales, apoyando a Luis (Rueda) como lo hicimos todos. Son decisiones personales", cerró. Distintos testigos de la reunión en Concepción aseguraron que ambos (Caselles y Rueda) trataron de bajarle el tono a la disputa a pesar de la violencia de las declaraciones. Otras fuentes aseguraron que la molestia de Caselles fue tal que hasta llegó a plantearle el tema a Uñac y fue ahí donde ambos decidieron bajar los decibeles. Rueda es subsecretario de la Gobernación, Caselles es diputada y ambos tienen una estrecha relación con el mandatario.