Más allá que dirigió a equipos sanjuaninos, Ricardo Horacio Dillon lleva 18 años radicado en San Juan, lugar donde hoy permanecen su esposa y 3 hijos, mientras el director técnico de fútbol está actualmente en Ecuador, por su profesión. En enero fue la última vez que Dillon pudo estar con su familia y todo lo programado después (su pareja iba a viajar en marzo y luego uno de sus hijos) se derrumbó, como tantos proyectos en este año para todo el mundo debido a la pandemia.

Las horas se hicieron un poco menos largas para Ricardo desde el mes pasado, cuando en Ecuador se habilitó que los equipos de la primera división del fútbol profesional regresen a los entrenamientos, bajo estrictas normas de prevención. “A las 8 de la mañana salgo ya con la ropa de trabajo, paso a buscar a mi ayudante y cuando llegamos al club, luego de pasar por una cabina sanitizante, que nos tomen la temperatura y cumplir con otros requisitos, empezamos a trabajar”, describió el ex entrenador de Sportivo Desamparados. Ya se realizaron 4 testeos a plantel y cuerpo técnico desde el regreso a los entrenamientos y en ninguno surgió un caso positivo. En otros clubes, el lunes pasado, en el Deportivo Cuenca un futbolista dio positivo.

Hoy lo hace en el Mushuc Runa, una joven institución de 17 años de vida, que comenzó participando en un campeonato de comunidad indígena, denominado Juan Benigno Vela y Pilahuín, para luego incursionar en el fútbol federado y llegar a la máxima división de aquel país.

Ricardo, que cumplió 56 años hoy 4 de agosto, vive en Ambato, la capital de Tungurahua, la provincia de menor extensión de las 24 que conforman a Ecuador, con 590.000 habitantes. Están a 2 horas de Quito, la capital del país que vivió una escalada de casos en los últimos días y a 4 de Guayaquil, el foco principal del impacto de la pandemia en el país. De los 86.232 casos confirmados en Ecuador, 2.157 ocurrieron en Tungurahua y de las 5.736 muertes relacionadas con este mal, 171 fueron en la provincia.

Para graficar los cuidados que tiene, Dillon dijo que hasta aprendió a hacer pan, para evitar ir al supermercado. “La cocina no me despierta curiosidad, pero aprendí a hacer varias recetas, así voy menos a lugares muy concurridos”, afirmó el entrenador, que además de baguette, dijo que en el tema de pastas y platos con pescado ha tenido una importante evolución.

El confinamiento al principio fue tan duro, que Dillon reconoció que había que hacer un seguimiento con los jugadores del plantel que también estaban solos. “En los primeros tres meses había toque de queda desde las 2 de la tarde hasta las 5 de la mañana. Los entrenamientos se hacían a través de la plataforma de Zoom y luego nos quedábamos conectados un rato más”, explicó. Aparte de hablar con su familia, el tiempo se fue cubriendo con clases virtuales para Argentina y Ecuador, bastante lectura (las publicaciones de Jorge Valdano y Jurgen Klopp, entre otros) e incluso composición musical con su vieja compañera, la guitarra.

Hoy se aguarda con ansiedad si no hay una nueva postergación y se confirma que se reanude el campeonato, interrumpido el 14 de febrero cuando se disputaba la quinta fecha. ‘El Ponchito’, como apodan en Ecuador al equipo que dirige Ricardo Horacio obtuvo su primer triunfo, venciendo al que era el escolta en ese momento de la tabla, por 2-0, resultado que provisoriamente lo llevó al octavo puesto de los 16 equipos que conforman la tabla.

“El objetivo es pelear de la mitad de la tabla hacia arriba”, indicó el volante creativo en su etapa de futbolista, que reconció ansiedad e el plantel porque regrese la competencia. El próximo duelo del Mushuc Runa, es nada menos que la Liga de Quito. Como no habrá público en los primeros partidos, Dillon señaló que es una característica que beneficia a su elenco: no habrá motivación a los jugadores rivales, ni presión al árbitro, argumentó.

El director técnico también está deseoso que estén las condiciones para que regrese la competencia porque mientras más tiempo se demore, luego será peor la seguidilla de partidos. Si comienzan dentro de dos fines de semana, cada equipo deberá disputar 26 partidos en 18 semanas el fútbol. Y algunos afrontar también el calendario internacional. “En nuestro plantel hay dos jugadores por puesto, aunque en algunos casos se nota la diferencia de calidad”, admitió Dillon.

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Publicado por Mushuc Runa Sporting Club en  Martes, 12 de noviembre de 2019

Por otro lado, Ricardo vuelve a pensar en su familia. “En condiciones normales, el campeonato termina a mediados de noviembre y después de hacer otras tareas, uno se desocupa a principios de enero. Pero ahora se concluiría a fines de diciembre y si se pretende que el próximo campeonato comience también en febrero, ni podría viajar a Argentina”, expresó, por lo que todavía está abierto el interrogante sobre cando podrá volver a abrazar a su familia.