Todo sanjuanino que se dispuso a observar “El calor de lo nuestro”, el espectáculo artístico de cierre de la Fiesta Nacional del Sol 2019, que por primera vez se realizó en el Escenario San Juan del Complejo Costanera Predio Ferial, se metió en una máquina del tiempo. El show, ambientado en 1972 (año en que se realizó la primera Fiesta del Sol), llevó al público a las calurosas siestas de la provincia, con sus mitos, costumbres, colores e, incluso, olores.


 

El espectáculo planteó una aventura fantástica, contada desde la mirada de los niños y con un marco escenográfico virtual de ribetes cinematográficos. Durante una hora exacta, 600 artistas (300 de ellos niños) desplegaron sus papeles, bailes, acrobacias y también muestras de teatro aéreo.

Fue Guillermo Kuchen, quien en la fiesta 2017 interpretó al general San Martín joven, el protagonista de la historia a través de un show coreográfico basado en las imágenes promocionales de la celebración difundidas en los últimos meses.

Su personaje corrió contando que si hay algo netamente sanjuanino eso es la Fiesta del Sol, que nació en 1972, para dar paso al viaje al pasado con imágenes de la historia de la mayor celebración local y dejando lugar a la aparición de un Guille de no más de 10 años.


 

A lo largo de la presentación aparecieron distintos personajes conocidos en la provincia. Como Juan Carlos Iglesia, periodista que fue representado en un televisor gigante durante el noticiero del mediodía anunciando la elección de la Reina 1972; y el propio Sarmiento expresando sus ideas a través de una estatua parlante.


 

La llegada de la siesta puso en escena una serie de mitos y leyendas comunes para la mayoría de los niños de San Juan, entre ellas, la consigna principal: todos deben dormir y ningún chico puede salir mientras los padres descansan. Sin embargo, un grupo de aventureros rompieron el pedido para comenzar a recorrer las veredas sanjuaninas y sus espacios más típicos.


 

Durante el recorrido se toparán incluso con los personajes que ponían la piel de gallina a los más pequeños, entre ellos la temida Pericana, esa mujer con características de matuasto que sale a tomar sol a la hora de la siesta y si encuentra niños por ahí, se los lleva.


 

Fue Guille quien, tras toparse nada más y nada menos que con tremendo personaje, decidó pedir ayuda a un grupo de amigos para tomar una foto a La Pericana ser famosos y evitar los maltratos escolares. En su viaje, es que el equipo de niños pasó por los rincones de San Juan, conoció personalidades importantes y superó sus propias barreras.

Allí aparecieron Juan Carretilla, un vendedor ambulante de pasas que con su lenguaje particular (solo dice la palabra pasa), una estatua de Sarmiento parlante, un grupo de ciclistas y hasta el temido Viejo de la Bolsa.


 

Tras tremendo viaje, el escondite de La Pericana finalmente fue descubierto en la mismísima Quebrada de Zonda. Allí descubrieron que el personaje tiene una misión, boicotear la fiesta, secuestrar a una de las candidatas y ocupar su lugar. Convirtiéndose en héroes, los chicos decidieron evitar su plan macabro y con la ayuda de la Cabeza del Indio, la abuela y Juan Carretilla, descubrieron que debían chayar a La Pericana para vencerla.

Entonces, al momento de la elección de la reina y cuando La Pericana estaba por ocupar su lugar, interrumpieron su acción con agua. Sin embargo, el plan no funcionó. Finalmente, fue Graciela Primera, la verdadera reina elegida, quien con un "no te tenemos miedo" como antídoto logró desaparecer a La Pericana y demostrar que somos una sociedad caracterizada por la calidez, con el calor de las buenas compañías, las tradiciones y los afectos.

El broche del espectáculo llegó con el racconto de la abuela, quien narró cómo prosiguió la vida de cada uno de esos niños (que aparecerán en imágenes de sus padres o de actores en distintas etapas de crecimiento) y su mensaje de que "al calor del Sol, la vida es una fiesta".