El Bicentenario encuentra a San Juan con un importante déficit habitacional. El fundamento: tanto la clase baja como la media dependen del Estado para llegar a concretar el sueño de la casa propia, ya que los tipos de construcción y el modelo económico no dan otras opciones.
Las familias de estos sectores tienen cero capacidad de ahorro y no pueden comprar un terreno ni encarar la construcción de una vivienda. Tampoco califican para acceder a un crédito hipotecario, y deben esperar resultar beneficiados en algún sorteo de adjudicación de casas construidas por el Estado.
Según las estimaciones oficiales, en San Juan se necesitan 65.000 viviendas nuevas para cubrir el déficit habitacional. El interventor del Instituto Provincial de la Vivienda, Vicente Marrelli, sostuvo que parece algo imposible llegar a satisfacer esta demanda que crece a diario. Por día en el IPV se inscriben entre 20 y 30 nuevos aspirantes a casa propia. "Se hace mucho en materia de vivienda y el Gobierno ha prestado especial atención a este tema -sostuvo el funcionario-. Pero no alcanza. Son muchos los demandantes y, la mayoría de las veces dependemos de que la Nación nos envíe fondos para la construcción de barrios".
En julio de 2005 el Gobierno puso en marcha el plan Vivienda Digna. Techo Seguro, que incluye la erradicación de asentamientos y su traslado a barrios a estrenar. Gracias a este plan estatal 35.000 familias de escasos recursos cumplieron el sueño de la casa propia.
No obstante, la clase media sigue en la dulce espera. A pesar de que el Plan Federal I y II cubrió parte de la demanda. Según dijo Vicente Marrelli, de los 65.000 inscriptos en el IPV, el 60 por ciento corresponde a este sector que puede pagar una cuota mensual mayor a 300 pesos por una casa, pero que no puede financiar la construcción de una. Y que ni siquiera califica para acceder a un crédito hipotecario por tener un sueldo menor al exigido por los bancos o insuficiente para hacerle frente a la taza de interés impuesta para su devolución.
De todos modos, el gobierno trata de reducir al mínimo el déficit habitacional para este sector, beneficiando sobre todo a quienes llevan más años soñando con un techo propio. De las 5.000 viviendas que se construirán con fondos de la ANSES (por la reestatización de las jubilaciones), 2.000 se sortearán entre quienes lleven más años inscriptos en el IPV; que alquilan; que tienen mayor número de hijos, etc.
Según fuentes gubernamentales, estas casas se entregarán antes de que el 2009 llegue a su fin.
No obstante, las próximas 5.000 viviendas a entregar sólo reducirán el déficit habitacional en un 8 por ciento aproximadamente. 60.000 familias deberán seguir esperando un golpe de suerte.
TESTIMONIOS
Jorge Cocinero / Presidente del Colegio de Arquitectos
Más espacio para vivir
Una familia tipo de clase media necesita en estos tiempos una vivienda construida en un terreno de 300 metros cuadrados como mínimo, con un star, un comedor, la cocina, tres dormitorios y un baño. Sin embargo, las casas que destina el IPV para este sector, están en un terreno de 100 metros cuadrados y son de una construcción con ámbitos mínimos necesarios para desenvolverse. Esto limita las posibilidades de una familia de disponer de un fondo parquizado con un parrillero o criar una mascota. Yo creo que si lo que se busca con estas casas de 44 metros cuadrados es reducir costos, la decisión es errada. Achicar espacios no es ahorrar. Desde el IPV sostienen que estas viviendas para la clase media permiten ampliaciones. Pero en términos reales, es muy difícil que una familia de este sector pueda costearla. Para mí, si se trata de abaratar costos, sería mejor que estas casas se entregaran sin revoque, una obra que puede costear el beneficiario, pero con más espacio para habitar.
Eduardo Cabello / Sec. Gral. CGT
Una lucha compartida
Ante el déficit habitacional, sobre todo para la clase media, los sindicatos y gremios decidimos trabajar para que los afiliados pudieran concretar más rápido el sueño de la casa propia. Aunque los resultados no fueron tan positivos. La mayoría de los sindicatos compraron un terreno para la construcción de los barrios, pero ni aún así se agilizó el tema. No voy a cuestionar al Gobierno por erradicar villas y trasladar las familias a casas a estrenar, porque todos tenemos el mismo derecho. Pero esto puede desatar una lucha de pobres contra pobres, entre aquellos que pasaron en un corto plazo de vivir en un rancho a una casa digna y, los que llevan años trabajando e inscriptos en el IPV y todavía no pueden tener una vivienda a su nombre. La idea de la CGT es unificar el esfuerzo de todos los sindicatos y seguir luchando para que el Gobierno vea que, en materia de vivienda, tiene una deuda pendiente con la clase media.
Sergio Rosa Donati / Economista
Muy pocas opciones
A la clase media en la Argentina no le queda más opción que recurrir al Estado para acceder a una casa propia. Las familias que pertenecen a este sector tienen un sueldo promedio de entre 1.200 y 1.500 pesos, con cero capacidad de ahorro que no le permite comprar o construir una vivienda. Por otra parte, este salario no le permite calificar para acceder a un préstamo hipotecario. Por ejemplo, para acceder a los créditos del programa El Crédito Para tu Casa, hay que tener como mínimo un sueldo de 2.000 pesos para devolver hasta en 20 años y con tasas de interés fijas en pesos que van del 10 al 15%, en cuotas de casi el 50% del monto del sueldo. A esto hay que sumarle el miedo que tiene la gente al no saber si mañana se queda sin trabajo y sin poder pagar el crédito y perdiendo todo. Por eso es que este tipo de créditos terminan fracasando. Lo más seguro para la gente es pagar una cuota mensual por una casa, pero tampoco de 800 pesos como se dijo en algún momento se iba a cobrar por las viviendas del IPV para clase media.
Eduardo Marín / Constructor
San Juan es más caro
Si es difícil acceder a una casa del Estado, más difícil es construir una. En San Juan los costos de la construcción son más elevados que en otras regiones del país. Esto se debe a que es una zona sísmica que requiere del uso de mayor cantidad y calidad de materiales para hacer una vivienda sismo resistente. A esto hay que sumarle que se debe contratar a personal especializado para que emprenda la obra. Estamos hablando de arquitectos o ingenieros que tienen su propia cuadrilla de trabajo. Y no es exagerado contratar todo un equipo porque si para la construcción del inmueble se pretende obtener un crédito hipotecario, el interesado debe presentar ante el banco los planos aprobados de la obra. Y porque, a veces, por abaratar costos, se contrata a gente novata en el tema que cobra barato, y se termina pagando el doble para corregir un trabajo mal hecho. Por una cuestión de costos, se ha paralizado un poco el tema construcción.
