Guillermo Miadovsky, Matías Salvatore y Matías Estrada, son tres de los voluntarios que ingresan todos los martes al penal para entrenar a los internos.

Guillermo Miadovsky


 

Tiene 48 años y juega al rugby desde niño, siempre en la Universidad Nacional de San Juan. Hoy en día es coordinador deportivo del Bloque Juvenil de Rugby de la “U” y entrenador del M17.

Fue el primer candidato elegido por las autoridades de la Corte de Justicia para hacerse cargo del desarrollo del proyecto de la Fundación Espartanos en San Juan y no dudó en sumarse a la propuesta.

“Fue Javier Vera -el secretario administrativo de la Corte-quien me ofreció ser parte. Me pareció algo distinto a lo que he hecho siempre, algo bueno, una experiencia nueva. Por eso accedí a ser el encargado de la parte deportiva en la implementación del proyecto”, reveló el entrenador.

Y confió que “miedo no sentí en ningún momento, pero sí curiosidad. No sabía cómo iba a ser la relación con los internos. Hasta el momento, la experiencia es enriquecedora. Todos son muy educados, respetuosos y no hemos tenido ningún tipo de problema. Se los ve muy entusiasmados y predispuestos”.

Matías Salvatore


 

Cuando tenía sólo 4 años incursionó en el mundo del rugby. Primero jugó en San Luis y después en Buenos Aires. Tras su llegada a San Juan se transformó en miembro de la Unión Sanjuanina de Rugby y hoy es oficial Provincial de Desarrollo de Rugby dentro de la Unión.

Comenzó a entrenar a los internos del penal en marzo pasado “por amor al arte” confía. Fue un amigo quien le ofreció la posibilidad de ingresar a darles instrucciones a los presos, una idea que él quería desarrollar desde hacía bastante tiempo.

“Tenía la idea de hacer algo para que esas personas que están detenidas vuelvan a salir a la sociedad en mejores condiciones de las que estaban cuando ingresaron y creo que el rugby puede ayudar a eso”, sostuvo.

Y comentó que “nunca vi como una barrera el hecho de que sean internos. Mi pasión es enseñar rugby y pongo la misma pasión con ellos, con hombres, mujeres, niños o con un plantel superior. Yo les aclaré eso desde un principio y sé que ellos lo valoran mucho. Valoran que haya gente que se acerque gratis a ayudarlos. Hasta ahora todo ha salido bien y no creo que eso cambie”.

Matías Estrada

Jugador de rugby desde los 13 años, siempre a sido parte del equipo de la Universidad Nacional de San Juan, del que aún forma parte. Además, es médico neurocirujano, por lo que atiende a los deportistas del club.

“Siempre me pareció que el rugby estaba asociado a una clase social determinada y yo creo que es un deporte que todo el mundo puede practicar. Había visto un video de la Fundación Espartanos y me pareció muy interesante su tarea. Cuando me enteré de que lo iban a implementar acá me acerqué a Guillermo –Miadovsky- y le dije que quería participar”, contó.

Y confió que “la primera vez que entré al Penal sentí un montón de cosas, porque uno tiene muchos prejuicios y al ingresar siente que esa es otra vida. Pero cuando salí sentí algo muy raro, muy gratificante, como si hubiera estado con amigos. Uno mantiene sus creencias, pero en general, me parece que el rugby es una herramienta muy útil, que puede ayudar a cambiar a las personas”.