Generalmente los racimos están en el cono principal y dependiendo de las variedades puede ser que el cono secundario tenga algunos racimos.
 Cuando el cono principal brota y se hiela, tal como ocurrió en la primavera pasada, el cono secundario, también llamado contrayema, brota pero ya con menos racimos.
Por ejemplo, ya hay estudios realizados en algunas variedades. En el caso del Cabernet Sauvignon la productividad de esa segunda yema es un 20% menor. Para Flame Seedless un 50% menos, Cereza un 67% menos, Syrah un 78% menos, Malbec un 82% de merma y Merlot un 90% en baja. Sultanina y Superior nula producción.
 No hay información para todas las variedades y falta todavía investigar mucho para las de pasa y mesa.
 Las yemas francas de una planta equilibrada con vigor medio pueden tolerar 15 grados bajo cero. Un brazo o un tronco pueden tolerar hasta 35 grados bajo cero y las raíces entre 7 y 14 grados bajo cero. Sin embargo una vez que broto un grado bajo cero quema el tejido verde de la vid.
Los daños son distintos en diferentes estados fenológicos del brote u órganos. En yema hinchada puede tolerar hasta 4 bajo cero. A 8 bajo cero el 50% de las yemas que están en este estado mueren. A 10 grados bajo cero el 100 de las yemas mueren. Cuando el brote esta avanzado y aparecen las hojas la sensibilidad aumenta y puede tolerar con suerte hasta 2 grados bajo. Cuando hay 4 grados bajo cero el 50% es dañado y a 8 grados bajo cero el 100% de daño. Si el brote esta muy avanzado esta muy sensible y  con 2 grados bajo cero se pierde el 100% de la fruta que está cuajando.
Si hay estrés o bajas temperaturas se pueden desdiferenciar el racimo o sea pasar de racimo a zarcillo en un caso extremo. Es muy común encontrar eso en variedades tempranas con primaveras frías. Si sobrevivió a la helada es probable que se vea afectada la inducción de las yemas para el año que viene.