Pese al dolor de cabeza y a un drenaje de emergencia que le colocaron para extraer el exceso de líquido cefaleorraquídeo, a MiIagros Corbo, de apenas 5 añitos, le preocupaba su pelo. Es que le habían rapado parte de su cabeza y por eso, para animarla, su mamá le hizo unas trencitas. De paso, le tomó unas fotos y la pequeña hasta posó divertida. Milagros sabía que pronto iba a ser operada, pero desconocía que sus vecinos y familia habían encarado una campaña solidaria y que consiguieron un rato antes la nueva válvula que su cuadro de hidrocefalia necesitaba. Sin embargo, cuando parecía que todo se encaminaba favorablemente, horas después de esa sesión improvisada de fotos en la habitación del Hospital Rawson, la salud de Milagros se complicó, al punto de dejarla al borde de la muerte.

Su madre, Karina Riveros (37) relató que a Milagros se le desprendió el drenaje, que no apareció nunca el neurocirujano de guardia y que la situación derivó en un paro cardiorrespiratorio. Por eso, después de unas horas de espera, tuvieron que someter a la pequeña a una cirugía, pero no para el ansiado cambio de válvula, sino para reubicar el drenaje.

Su mamá dijo que tras la operación, Milagros se recupera, pero que ya no habla y que permanece casi todo el tiempo dormida. Y aunque son optimistas en que evolucionará, no saben por ahora cuándo será intervenida para la colocación de la válvula por la que lucharon inicialmente.

El drama de los Corbo comenzó el sábado en la madrugada, cuando Milagros sufrió intensos dolores de cabeza. ’Ese fue el primer golpe que sufrimos, porque llamamos a la ambulancia y el que me atendió me dijo que tenía tres horas de demora. Le expliqué que era una emergencia, que mi hija tiene hidrocefalia, pero no le importó. Salimos a buscar a una vecina, que consiguió un remís y fuimos al hospital. Ahí nos dijeron que el problema estaba entre la válvula y el catéter, por eso tuvieron que hacerle un drenaje de emergencia y le extrajeron la válvula que tenía desde que era bebé’, contó Karina.

El reemplazo del dispositivo colocado en el cráneo cuesta $36.000, dijo Karina, por eso los vecinos y allegados iniciaron una campaña en las redes sociales para conseguir el dinero. Paralelamente, Karina inició un expediente en el Ministerio de Desarrollo Humano y finalmente obtuvo la ayuda necesaria de ese organismo. ‘Pese a todo estábamos contentos, porque conseguimos la válvula que de otro modo para nosotros hubiese sido imposible de comprar. Pero en la madrugada del miércoles, mi hija empezó a decirme que le dolía mucho la cabeza y ahí el pediatra de guardia hizo que llamaran al neurocirujano, pero me dijeron que no les atendió el teléfono’, contó Karina.

Y añadió que ‘los dolores de Milagros aumentaron y ya se le empezó a entumecer la cara. Fue como a las 5 que le vi sangre en la zona del drenaje y entonces se le desprendió el catéter. Ahí volvieron a llamar al neurocirujano, pero tampoco atendió. El médico de guardia y las enfermeras todo el tiempo estuvieron con mi hija, pero igual a mi niña le dio un paro cardiorrespiratorio. La reanimaron y al rato la pasaron al quirófano. A todo esto ya estaban los neurocirujanos del cambio de guardia; el neurocirujano de la noche nunca apareció’. La mamá agregó que desconoce el nombre del profesional, a la vez que indicó que ninguna autoridad se acercó a hablar con ella.

‘No sabemos si le quedarán secuelas ni cuánto tiempo tendrá que estar internada. Pero yo sólo quiero llevarme a mi hija sana a casa’, apuntó Karina.

Por otro lado, pese a los intentos de este medio, ayer no fue posible hablar con los médicos del hospital ni sus autoridades.