Como una puerta. El hueco que quedó en la pared es usado como una puerta de acceso. En todo momento pasa gente por ese lugar.
 

 

Un muro de 3 metros de alto que separa una villa de un barrio y que fue roto a las pocas horas de que se finalizó la obra, fue el centro de un conflicto en Rawson. Es que, mientras los vecinos del barrio Cuesta del Viento (o Amecom 2), dijeron que levantaron esa pared por la cantidad de robos que sufren día a día, la gente del asentamiento Progreso dijo que ellos no rompieron la pared y que sólo usan ese acceso para poder ir hasta las paradas del colectivo o para que los niños vayan a la escuela. Tras este conflicto y de versiones encontradas que transitaron durante toda la jornada de ayer, desde la unión vecinal del barrio dijeron que no repararán la pared y que dejarán el hueco, como si fuera una puerta, para que la gente de la villa sólo pueda pasar caminando. "Vamos a hablar con los vecinos del asentamiento para hacer un pacto. Nosotros dejaremos eso abierto, pero vamos a pedir que se haga un buen uso de ese acceso", dijo Pedro Bastías, el tesorero de la vecinal.

Los vecinos del barrio Cuesta del Viento dijeron que están hartos de los robos. "A mí me robaron la moto y la recuperé después de pagarle a gente de la villa", dijo una de las mujeres que vive en esa zona, mientras que otros aseguraron que se les metieron a sus casas en varias oportunidades y hasta les robaron los juguetes a los niños en la vereda. Todos estos casos son los que motivaron a buscar una solución. "Con el dinero de la cuota societaria se hizo la pared. Los vecinos pagamos los materiales y la Municipalidad de Rawson puso la mano de obra. Prácticamente todos fuimos víctimas de la inseguridad. A la señora de enfrente le robaron 14 veces", dijo Carlos Espejo, otro vecino del barrio. La gente del Cuesta del Viento dice que las personas de la villa son las que les roban, y aunque muchos pidieron ese muro, aseguraron que no se trata de discriminación. Es por esto, que acordaron dejar la pasada para que las personas puedan transitar a pie. "Vamos a dejar el hueco como si fuera una puerta", dijo Bastías que fue el vocero de los vecinos que por temor no dieron mucha información personal.

En la otra vereda, la gente del asentamiento aseguró que el lugar es tranquilo y que sólo usan ese acceso del barrio para pasar. "Por ahí pasa gente de la villa y de otros barrios. Vamos todos los días a tomar el colectivo porque caminamos una cuadra y media. De otra forma deberíamos caminar más de 10 y por calles muy oscuras", dijo Marcela Recúpero, una de las mujeres que vive en el asentamiento. Sus vecinos aseguraron que la gente de esa villa no fue quien rompió la pared.

La pared fue terminada y a las 4 horas fue derribada a patadas por un grupo de jóvenes.
 

Protagonista

PEDRO BASTÍAS

Vecino del Cuesta del Viento

"No hicimos este paredón para discriminar al asentamiento, fue para protegernos. Hay gente buena en la villa, pero hay mucha inseguridad también. Hubo ocasiones en las que vimos a un grupo de chicos que pasaban hasta con una máquina mezcladora que se habían robado de una obra. En el barrio hay 105 casas y más de 80 familias fueron víctimas de robos. Los niños no pueden estar en la vereda porque les roban los celulares. No queríamos generar conflicto, ahora buscaremos no estar enfrentados con la gente del asentamiento".

 

 

Protagonista

DALMA GUIÑEZ

vecina de la villa Progreso

"Mucha gente dice que esta villa es peligrosa, pero eso es mentira. Los chicos van y vienen por el barrio para ir a la escuela. Sólo pedimos que nos dejen una pasada para que podamos seguir transitando libremente. Nos dijeron que próximamente nos darán casa y nos van a sacar de acá. No queremos molestar a nadie, sólo pedimos que nos dejen estar tranquilos y que no nos señalen como si fuéramos delincuentes. En ningún momento se hizo lío cuando estaban levantando esa pared y mucho menos la tiramos nosotros".