Todo comenzó la madrugada del 28 de junio de 1969, cuando una redada policial en el pub de Stonewall Inn, en Nueva York, generó una serie de manifestaciones tan violentas como espontáneas como respuesta ante la brutalidad y la injusticia con la que eran tratadas las personas de la comunidad LBGT en ese momento. Con el paso de los años, esta fecha fue tomada en distintos países como la oportunidad para visibilizar la necesidad de igualdad de  derecho y mostrar orgullo de ser quien uno quiere ser.

Si bien hay algunos países que aun condenan la homosexualidad o persiguen y dan muerte a personas de la comunidad LGBTIQ+, hay otros que constantemente están trabajando en distintas líneas de acción para contener a integrantes de esta comunidad ante diversos hechos de discriminación y vulnerabilidad.

Un flagelo diario

La discriminación por la orientación sexual es un mal innecesario que sufren las personas de la comunidad LGBTIQ+, quienes se enfrentan lamentablemente a este tipo de situaciones no solo por su elección sexual, sino por el aspecto físico que acompaña su elección.

A nivel nacional, desde marzo del 2020 a marzo del 2021, el Instituto Nacional contra la Discriminación, Xenofobia y Racismo (INADI), registró 4 denuncias por discriminación de género no binario, 79 trans femenino y 25 trans masculino.

Rodolfo Domínguez, de INADI San Juan, destaca que en la provincia tanto el número de denuncias como de consultas ha disminuido, pero no porque haya una sociedad más tolerable, sino por la pandemia. “Si bien la comunidad trans es una de las más discriminadas, desde la pandemia eso se ha modificado, pero porque las denuncias y consultas han crecido en otros grupos, como la salud. No podemos hablar de mayor tolerancia, ya que tiene que ver con la reducción de movilización que tuvimos por el aislamiento el año pasado”.

Si bien los datos hablan por si mismos, la discriminación que viven las personas de la comunidad LGBTIQ+ es diaria, no solo a nivel personal, sino en las redes sociales, donde los cometarios cargados de negatividad son frecuentes.

La identidad: una elección y un derecho

El 2012 fue un año icónico para el país, ya que se promulgaba la Ley de Identidad de Género, una ley que permitía poder modificar no solo nombre, sino la imagen y el sexo en el documento nacional de identidad, según la autopercepción de cada persona.

Según los datos del Registro Civil de la provincia, durante el año 2020 unas 14 personas hicieron uso de su derecho cambiando de género en el documento, mientras que durante este año, hasta el corriente mes registraron 12 solicitudes de cambio de género en el DNI.

La subdirectora del Registro Civil, Romina Galoviche, explica que para realizar el cambio de género en el DNI se debe presentar la Partida de Nacimiento legalizada y fotocopia del documento certificada. “Si el interesado posee partida de nacimiento, pero no tiene DNI o no cuenta con las actualizaciones correspondientes, deberá iniciar el tramite del DNI para regular la situación y una vez con el nuevo documento en mano podrá iniciar el trámite de cambio de género”.

Además, se debe completar el Formulario de Cambio de Género. Si el solicitante es menor de edad, la solicitud deberá ser presentada a través de sus representantes legales con expresa conformidad del menor o con una autorización judicial.

Cabe destacar que es un trámite que lleva su tiempo, por lo que hay que realizarlo con paciencia, dirigiéndose a las oficinas del Registro Civil para mayor asesoramiento.

Líneas de acción del Estado

La lucha por la igualdad de derechos no solo es propia de la comunidad LGBTIQ+, sino también del Estado, que ha implementado diversas líneas de acción para contener y brindar distintos tipos de ayuda.

Desde la Dirección de la Mujer, su titular Adriana Ginestar detalla las diversas ayudas que brindan.

*Asistencia alimentaria: En conjunto con las diferentes organizaciones sociales que trabajan por la diversidad sexual se realiza un relevamiento de la población, a quienes se les asiste con dos módulos mensuales de mercadería.

*Asistencia económica: Gracias al programa “Acompañame” y “Potenciar Trabajo”, desde la Dirección se brinda asesoramiento para poder acceder a distintas ayudas económicas. Esto se debe a que lamentablemente muchas integrantes de la comunidad LGBTIQ+ no consiguen trabajo debido a su condición sexual.

*Asistencia ante casos de violencia: Adriana destaca que han abordado situaciones ante vulnerabilidad por violencia, no solo por motivos de género, sino también violencia estructural, trabajando de manera articulada con Organizaciones Sociales, el Ministerio de Salud y las diferentes áreas de mujer de los departamentos.

Cabe resaltar que, ante cualquier duda, reclamo, denuncia o asistencia, la persona interesada puede acercarse a la oficina del área mujer departamental o incluso a la Dirección de la Mujer, 25 de Mayo 451 oeste o llamando al 4222713.

El derecho de una atención sanitaria sin estigma ni discriminación

Desde el Ministerio de Salud Pública también se han adoptado diversas acciones para acompañar a los integrantes de la comunidad LGBTIQ+, ofreciendo una atención sanitaria sin discriminación.

Es por ello que en la provincia funcionan actualmente tres consultorios de Diversidad y Salud Sexual. Uno de ellos en el Centro René Favaloro, en Rawson, cuyo turno puede pedirse por la página de Facebook Centro de Diversidad y Salud Sexual CARF. Los otros dos consultorios funcionan en el Hospital Guillermo Rawson y el Hospital Marcial Quiroga.

Pero, además, desde el Ministerio de Salud se ha generado un Área de Género y Diversidad Sexual. La licenciada Victoria Sain, del Programa de Sida, ITS y Hepatitis Virales detalló que este grupo interdisciplinario, conformado por profesionales de la salud de diversas zonas sanitarias, viene trabajando hace meses. “Buscamos generar objetivos para trabajar en la garantía de derecho, y ser un equipo orientador en cuestiones que van surgiendo en la periferia, para poder dar respuesta, asesorar e informar a los compañeros de salud, para una atención más igualitaria sin estigmas”, detalla Sain.

La lucha de la comunidad LGBTIQ+ lleva décadas. Si bien con el paso de los años han logrado hacerse un lugar en la sociedad, cada logro esta acompañado de mucho esfuerzo, de pérdidas y de dolor. Aceptación parece ser el remedio de todos los problemas. Una sociedad cuyos pilares serán la tolerancia y la igualdad ayudará a que el día de mañana no se deban lamentar víctimas ni tengamos que hablar de “minorías” o comunidades vulnerables.