En clima cálido, la piel en la planta de los pies se vuelve áspera debido a la fricción y falta de hidratación o humedad. Si no se pone atención en los cuidados y atención necesaria, los talones pueden estar resecos o agrietados. Cuando llega ese momento comienza la desesperación y no sabemos qué hacer.

Los pies secos se pueden dar por tres motivos:

*Piel seca: Se debe a la falta de hidratación y elasticidad en la piel. Hay que tener en cuenta que algunas personas tienen la piel muy seca por problemas de salud, como puede ser un trastorno de tiroides.

*Zapatos inadecuados: Cuando el calzado es de mala calidad y bajo costo por lo general están elaborados de materiales que resultan duros para los pies. Además, si es abierto en la zona del talón, el daño que produce puede ser mayor.

*Mala Postura: Los talones suelen soportar la carga del cuerpo debido a la mala postura y se agrietan con mayor facilidad.

Obviamente, la principal recomendación es visitar un dermatólogo, pero si el daño no es tan grave, podrías mejorar el aspecto de tus pies con algunos exfoliantes caseros.

Miel y arroz

Licuar ¾ taza de arroz hasta que queden gránulos finos (no llegar a que sea polvo) y mezclar junto con 3 cucharadas de miel. Luego, distribuir la pasta en los pies y talones con movimientos circulares, esperar 15 minutos y retirar con agua tibia o agua de arroz.

Aloe vera y bicarbonato de sodio

Para aliviar el dolor de los talones agrietados y hacer una limpieza profunda de pies esta combinación es ideal.

Para ello necesitarás 5 cucharadas de aloe vera y 2 de bicarbonato de sodio. Mezclar bien y aplicar sobre los pies con masajes suaves. Esperar 10 minutos antes de limpiar con agua tibia.

Aceite de oliva y sales de epsom

Podrás recuperar los pies de la sequedad con esta receta.

En un recipiente colocar 4 cucharadas de sales de epsom e ir añadiendo aceite de oliva hasta formar un exfoliante. Colocarlo después del baño mediante movimientos ascendentes en los pies y lavar como de costumbre con agua tibia.

Azúcar morena y aceite de oliva

Una taza de azúcar morena, dos cucharadas de aceite de oliva, dos de bicarbonato de sodio y dos de miel es todo lo que necesitarás para esta mezcla.

Primero deberás combinar bien el azúcar y el aceite. Una vez que estén incorporados ambos ingredientes, agregar el bicarbonato y por último la miel.  Aplicarlo antes de la ducha con movimientos circulares y dejar actuar algunos minutos.

Aloe Vera y avena

En un recipiente colocar una cucharada de sal, una de avena y una de aloe vera. Mezclar hasta obtener una pasta y aplicar en los pies limpios. Masajear con una leve presión por cinco minutos y luego enjuagar con agua tibia.

Sea el tipo de exfoliación que elijas, debes recordar realizarlo una vez cada 15 días, siempre revisando la piel de los pies. No olvides hidratarlos también durante las jornadas cálidas, sobre todo en las noches antes de dormir.

Si su aspecto no mejora o tienes pequeñas fisuras que parecen heridas, no realicen ninguno de los procedimientos mencionados y consulta a tu dermatólogo.