Hoy -7 de junio- el mundo entero celebra el "Día de los Derechos del Nacimiento", una plataforma surgida de algunos grupos de mujeres que se han propuesto concientizar a la sociedad de que el momento de "nacer es un hecho crucial en la vida de todo ser humano, es su bienvenida a este mundo y un aspecto clave de su desarrollo psicoemocional que dejará una huella imborrable en su forma de ser, de sentir". Ligado a ello, el dar a luz es una experiencia de alta carga emocional para la madre.

Entre los derechos del nacimiento figura la posibilidad de elegir la forma de parir y la compañía, tanto para esa mamá como para ese bebé.

Según la ginecóloga Flavia Fernández, médica del Hospital San Roque de Jáchal (además fue por dos años jefa de residentes en el Hospital Rawson), para llegar en condiciones a un parto "sano y feliz" es fundamental cumplir con algunos ítems como controles, ecografías, análisis, dieta y descanso, entre otros detalles a tener en cuenta en los 9 meses. Estas son algunas de sus recomendaciones para la mamá:

1-Palabra autorizada. Si bien se aconseja tener por lo menos una cita con el ginecólogo por mes durante el embarazo y para la Organización Mundial de la Salud basta con 7 controles médicos, en la práctica se hacen algunos más ya que desde el 7º mes se aconseja ir al médico cada 2 semanas y entre el octavo y noveno, ir a la consulta una vez por semana. "Esto es así porque cuando se aproxima el parto -alrededor de la semana 34- la embarazada empieza con contracciones. Tiene alrededor de 9 contracciones por hora. Si bien son normales y no se considera trabajo de parto, hay que controlarlas", explica la médica.

En los controles hay que incluir un papanicolau, una colposcopía y un hisopado de vagina y ano para detectar la bacteria del estreptococo beta hemolítico, ya que con los datos que arrojan estos estudios sirven para esterilizar el canal de parto para que al momento del nacimiento el bebé no corra riesgo de infecciones que le provocarán neumonías y meningitis.

2-Ver para creer. Se aconsejan hasta 3 ecografías en el embarazo: cuando se descubre la falta de menstruación (amenorrea) alrededor de las 7 semanas, a los cinco y a los 8 meses (momento en que el bebé está ubicado, y se puede ver por esta práctica la placenta y la cantidad de líquido). En la semana 13, la ecografía es fundamental porque es cuando el bebé ya está formado y se puede ver si hay malformaciones del Síndrome de Down (pliegue nucal).

Según la teoría médica, las ecografías reiteradas al principio del embarazo puede provocar vibraciones particulares en el líquido amniótico que hacen que aumente el calor del líquido y se produzcan malformaciones. De todos modos, no se ha comprobado.

3-Un mundo en un pinchazo. Hay algunos análisis de sangre fundamentales en el embarazo para prevenir enfermedades y detectar malformaciones. Por ejemplo, con el control de azúcar en sangre (glucemia) se puede detectar precozmente la diabetes gestacional en la mamá lo que provoca en el niño aumento del peso (son bebés grandes pero débiles), además de alteraciones en el calcio y el magnesio. La glucemia también puede producir problemas cardíacos.

Con los análisis se detectan las enfermedades de transmisión sexual (HIV, sífilis, gonorrea, hepatitis B), enfermedades que se transmiten a través de la placenta como la toxoplasmosis (cuyo efecto son microcefalia, calcificaciones cerebrales), infecciones urinarias (que producen amenazas de parto prematuro o aborto), la enfermedad de Huddelson (también conocida como enfermedad de la leche de cabras que produce granulomatosis en el útero y provoca amenazas de aborto e infecciones), Hepatitis B (al padecerlo la mamá contagia al niño que nace con Hepatitis B agudas -son fulminantes-, crónicas o cáncer de hígado), Mal de Chagas, Citomegalovirus, Varicela, Herpes, etc.

Hay que conocer el grupo sanguíneo de la mamá (ver vacunación).

4-Prevenir antes que curar. La vacunación es otro tema fundamental. A la embarazada no le puede faltar la dosis de la Doble Adulto a los 5 meses y a los 7, el refuerzo. Esta vacuna previene del tétano neonatal, una enfermedad que provoca la muerte y que a su vez es de fácil infección a través de la mala higiene del cordón umbilical del bebé.

Otras vacunas infaltables son la de la rubéola (al contagiarse produce alternaciones en el cerebro, también sordera y ceguera). Esta vacuna se debe colocar antes del embarazo.

Si la mamá es RH negativa necesitará de la vacuna específica para evitar la sensibilización del Rh que es justamente la acumulación de la bilirrubina en el cerebro del bebé y que puede provocar parálisis o la muerte. La incompatibilidad de sangre provoca alteraciones que se pueden prevenir.

5-Estar bien. A la futura mamá -especialmente si es primeriza, multípara, obesa o es muy joven o por el contrario, muy grande- se le debe controlar con frecuencia la presión arterial, ya que la hipertensión inducida por el embarazo puede provocar desprendimientos de placenta y masivas hemorragias en la mamá, con posibilidad de muerte fetal y materna.

Estar bien también implica la cuestión bucal: la embarazada debe curarse las caries antes de los 6 meses -antes que crezca su panza- ya que la saliva es una vía de fácil contagio de las bacterias de las muelas y dientes de la mamá al bebé, ya que muchas madres tienen la errónea conducta de besar a los niños en la boca, chupar el chupete cuando se cae al piso o inclusive al pasarle las bacterias su hijo puede provocarle mastitis durante la lactancia, etc.

6-No comer por dos. La embarazada debe controlar su peso. Lo recomendable es que aumente entre 9 y 15 kilos, nada más ni nada menos. En su dieta debe quitar fritos, grasas, picantes y edulcorantes. En cambio debe consumir azúcar (es lo que hace que el bebé se mueva) e incorporar los descremados ya que el hígado de la embarazada es más sensible y tiene con frecuencia problemas hepáticos por progesterona. Además al aumentar el tamaño de la panza, la vesícula cambia de posición (se acoda) y no puede segregar la cantidad de bilis que necesita el organismo para metabolizar la grasa. También deberá consumir mucho líquido.

Durante la etapa de la lactancia deberá evitar repollo y cebolla porque le cambian el sabor a la leche además del mate, té y café porque sus componentes se pasan a la leche y pueden alterar al bebé.

7-Chau remedios. Durante el embarazo no se pueden tomar medicamentos -ni siquiera antibióticos y analgésicos-, salvo los recomendados por el médico. Algunos remedios cierran el conducto arterioso y el bebé se queda sin circulación en los pulmones.

8- Sí al movimiento, pero con cuidado. Durante los primeros meses está indicado el ejercicio. Pero hay que evitar lo que implique alto impacto, alzar pesas o contragolpes (que pueden provocar desprendimiento de la placenta). No conviene hacer esfuerzo ni traumatismos pelvianos. Lo mejor es el yoga.

Pero en el tercer trimestre lo mejor es el reposo -acostada no sentada- por la retención de líquidos en las piernas. En esta etapa lo mejor es hacer la psicoprofilaxis para el parto.

9-Vestirse cómoda. Evitar la ropa apretada o ceñida al cuerpo. Suelta es mejor para evitar la disminución de los movimientos del bebé.

No usar tacos ya que se las piernas se hinchan con facilidad por la mala circulación y esto produce mal retorno venoso materno.

10- Estar tranquila. Si bien el entorno a veces está tan ansioso como la mamá, hay que intentar estar tranquilo y en un clima de contención. Para ello es fundamental conocer lo que va a pasar en el momento del parto (por ejemplo que una de las prácticas cotidianas es que a la parturienta le sujeten los pies en la camilla para que concentre la fuerza y no de patadas, conocer este detalle ayuda a que no se asuste o altere), cómo puede ayudar a que salga el bebé (con los pujos y la respiración, dos técnicas del trabajo de parto que se aprenden en los cursos de psicoprofilaxis).

Para descansar, lo mejor es dormir de costado izquierdo, ya que los principales vasos sanguíneos están del lado derecho.

11-Fuera vicios. Según la tocoginecóloga, quien fuma, se droga o bebe alcohol, pone en riesgo de que la disminuya la circulación placentaria y al no llegarle oxígeno ni nutrientes, se envejezca la placenta y el bebé tenga retardo en el crecimiento.