El huevo es uno de los alimentos más comunes que usamos a la hora de cocinar en distintas preparaciones, para acompañar platos o solo.

Son una fuente inagotable de proteínas (80 por unidad) y cuentan con una gran cantidad de nutrientes esenciales para mantener una dieta sana y equilibrada, aportando al organismo una gran variedad de proteínas y vitaminas, siempre y cuando sea consumido con moderación.

Pocas son las personas que por elección o salud deciden no comerlo, pero por lo general siempre hay en un par en casa, muchas veces para sacarnos del apuro. Para no caer en las cocciones tradicionales, repasamos algunas para reinventar el huevo a la hora de cocinar.

Huevos escalfados

Para esta preparación necesitarás una olla grande con agua y un poco de vinagre. Lleva la olla a fuego medio y mientras tanto, rompe un huevo en un bol que resista el calor.

Cuando el agua este hirviendo, bajar la llama al mínimo para que hierva lentamente y coloca suavemente el bol con el huevo dejando que este último se deslice dentro de la olla. Una vez que colocaste todos los huevos que vas a cocinar, apaga el fuego mientras dejas reposar por tres minutos.

Finalmente, con ayuda de una espumadera retíralo de la olla y sirve inmediatamente, ya que se debe consumir caliente.

Huevos endiablados

Los huevos endiablados son huevos duros con las yemas removidas y sazonadas.

Para hacerlos, comenzar cortando los huevos (duros) a lo largo por la mitad y sacando las yemas. En un tazón, combinar las yemas con 2 cucharadas de aceite de oliva, 1 cucharada de jugo de limón o vinagre, media cucharadita de sal, media cucharadita de pimienta molida y 1 cucharada y media mostaza. Mezclar todo hasta que esté suave.

Ahora solo queda rellenar con esta mezcla los huevos y espolvorear con pimentón. Lo interesante de esta receta es que se puede modificar de manera casi infinita para satisfacer diferentes gustos.

Quiche

Esta preparación es simplemente un pastel de huevo y queso. Para realizarla, además de estos dos ingredientes, necesitarás una masa para tarta.

Lo primero a hacer es precalentar el horno. Aparte, batir cuatro huevos y agregar una taza de leche. Deben estar bien batidos para evitar que tenga una textura densa. Agregar una cucharadita de sal, la misma medida de cebolla en polvo, media cucharadita de pimienta y seguir batiendo.

Aunque se puede usar cualquier tipo de queso, es preferible usar un queso rallado ya que los quesos suaves son más propensos a ser saturados por los otros ingredientes. Espolvorear 1 taza de queso cheddar rallado sobre la masa que estará colocada en una fuente enmantecada. Con mucho cuidado volcar el huevo y hornear por 45 minutos, controlando que no se queme.

Después de hornear, dejar que el quiche repose 10 minutos antes de disfrutar. Lo bueno de esta receta es que se le pueden agregar otros ingredientes, como verduras salteadas o jamón.

Huevos cocotte

Esta cocción es a baño María, colocando los huevos en cazuelas. En una fuente con agua caliente ubicar las cazuelas y llevar al horno durante unos siete minutos aproximadamente. Esta receta es originaria de Francia y se puede acompañar con jamón cocido, queso, mantequilla, sal y pimienta negra molida.

Huevos Nube

Para estos sabrosos y esponjosos huevos solo hay que batir la clara del huevo a punto nieve, salpimentar y hornear durante tres minutos.

Después se añade la yema y se deja otros tres minutos en el horno. Si gustas, se le puede añadir un poco de queso parmesano, suizo o Gruyère, para potenciar el sabor de la nube.

Sin duda es un plato original que los más peques de la casa amarán.

BONUS TRACK

3 cosas que deberías saber sobre los huevos

*Para averiguar si un huevo es viejo solo basta con sumergirlo en agua. Si se queda en el fondo, es fresco, pero si por el contrario flota, significa que es viejo. A medio camino entre flotar y no el huevo es maduro pero puede comerse.

*Si haces huevos duros con huevos ya maduros, que tengan unos pocos días, será mucho más sencillo sacarle la cáscara.

*Cuando prepares huevo duro procura que el agua no hierva. Lo mejor es hacerlo a fuego lento para evitar que se rompa. Además tanto la clara como la yema presentarán una mejor textura perceptible en el paladar.