Abrigarse bien durante los meses más fríos del año no es sinónimo de no vestir bien o perder tu estilo característico, solo es necesario tener en cuenta algunas sugerencias. De esa manera evitarás los extremos: que el cuerpo se congele por ir liviano de prendas o parecer un oso, cargado de ropa innecesaria.

Elige prendas adecuadas para el frío

Seguramente tienes una camiseta o chaqueta que usarías todos los días, pero hay que tener en cuenta que el abrigo durante esta temporada es primordial. Haz un repaso por tu placard y selecciona aquellas prendas que sean de algodón o lana. Ya llegará el clima ideal para la campera de cuero o la remera de modal.

Estilo cebolla

Vestirse en capas, cual cebolla, ayuda a evitar padecer el frío si tienes que salir de casa. Por lo general, la primera capa es lo que se considera “segunda piel”. Si bien se pueden conseguir en el mercado, hay algunas que son térmicas o similares y pueden ser algo costosas. El truco en realidad es que sean lo suficientemente pegadas al cuerpo para no dejar escapar el calor corporal, pero lo suficientemente flexible para evitar la incomodidad.

Para la segunda, e incluso tercera capa si sufres por las bajas temperaturas es mejor elegir alguna prenda un poco más suelta. Aquí son buenas opciones los pullovers de lana, buzos de algodón o similar.

Para terminar, la última capa, que será el abrigo que nos ayudará a enfrentar la helada fuera de casa. El mercado ofrece una amplia variedad de opciones, formales y casual. Elige la más apropiada según tus gustos y estilo. Es preferible hacer una buena inversión en una prenda de abrigo que dure más de una temporada que comprar muchas más livianas. El objetivo es superar el invierno sin resfriarse.

Es importante tener en cuenta no abrigarse más de lo necesario, ya que en ese caso el cuerpo comenzará a sudar provocando que las prendas se humedezcan y puede provocar algunas enfermedades propias de la estación.

No hay que olvidar la parte inferior del cuerpo

A veces nos concentramos en el torso, cuello, incluso cabeza para cubrirnos del frío, pero de la cintura para abajo no somos tan conscientes. Para evitar que el frío “ingrese” por esa parte, puedes incorporar la opción de la segunda piel, pero si te es incómodo, hay distintas opciones, como las calzas térmicas, las medias finas e incluso algunos pantalones con friza.

Pies calentitos

Hay personas que son extremadamente sensibles al frío en dos partes del cuerpo: las manos y los pies. Para evitar que los últimos se congelen en cualquier momento del día, la elección correcta del calzado es trascendental.

Para mantener el estilo, el calzado debería combinar con el outfit que has elegido. Si se trata de un look casual, los borcegos tanto para hombres como para mujeres son siempre una buena opción, ya que no solo brindan un aire canchero, sino que también mantienen tus pies alejados del frío.

Otras opciones, en el caso de las mujeres, son los zapatos cerrados (con detalles en cuero o charol), botas cortas de tacón cuadrado, zapatillas deportivas estilo urbanas y las infaltables botas media caña o bucaneras. En el caso de los hombres, además de los borcegos pueden optar por bota estilo militar, zapatos de invierno (tipo gamuzado), los conocidos chavitos, además de zapatillas deportivas tipo urbana de suela alta.

Para estar en casa opta por unas pantuflas cerradas o medias de lana.

Amígate con los accesorios

Una de las ventajas de esta temporada es que ofrece una amplia gama de accesorios para combinar con cualquier estilo y para cualquier momento del día. Solo es cuestión de elegir el indicado y notarás la diferencia.

Gorros, boinas, bufandas, pañuelos, pashminas, ruanas y guantes son algunas opciones que no deberían faltar en tu outfit diario de invierno.

Unas prendas de más por las dudas

Siempre y cuando esté dentro de tus posibilidades, ten algunas prendas a mano, dentro de una mochila o en el vehículo. Si tienes algún imprevisto y tu ropa se humedeció, podrás cambiarte y evitar enfermarte.

Bonus Track

Si bien son dos elementos que se tienen más presentes durante los meses más cálidos del año, las recomendaciones de especialistas indican que deberíamos usarlos de manera cotidiana. Se trata de los lentes de sol y el protector solar.

La exposición a rayos solares siempre debe hacerse de manera responsable, pero en esta lucha por ganar un poco más de calor, a veces lo olvidamos y nos exponemos a los rayos solares sin los cuidados necesarios, por lo que no debes olvidar tener a mano un par de gafas con protector UV y cremas que eviten el daño en la piel.