Saliste temprano de casa para llevar a los más peques a la escuela, trabajar o simplemente arrancaste antes el día con tareas domésticas o estudio. Llega la hora del almuerzo, la siesta y continúan las actividades. Si no cuidas ciertos hábitos, seguramente no llegarás a las 20 con lucidez y de pie.

Es común sentir cansancio algunos días más que otros, pero cuando es frecuente, se enciende la señal de alerta. Es importante revisar qué estamos haciendo mal a lo largo del día, dónde estamos derrochando energía y cómo hacer cada jornada más eficiente para evitar alteraciones en la salud o trastornos más complejos.

Con estos simples consejos podrás combatir el cansancio y disfrutar de cada día de extremo a extremo.

Desayuna bien

“Desayuna como un rey, almuerza como un príncipe y cena como un mendigo”, afirma el dicho popular que esta completamente en lo cierto. Sabido es que el desayuno es la comida más importante del día, ya que aporta los nutrientes óptimos que brindan la energía que el cuerpo necesita para aguantar todo el día.

Procura, en la medida de lo posible, incorporar fibra, carbohidratos y proteínas.

Realiza actividad física

El ejercicio mejora la condición física y favorece la sensación de bienestar gracias a la liberación de endorfinas.

Salir a caminar o correr una hora por día es suficiente si no eres un aficionado de la actividad física o amante de los gimnasios.

Nunca dejes de hidratarte

Si no tomas suficiente agua tu organismo provocará que sientas mayor cansancio porque la deshidratación puede reducir el volumen de la sangre, provocando que el corazón comience a bombear de forma menos eficiente, reduciendo la velocidad en la que el oxígeno y los nutrientes alcanzan los músculos y los órganos.

El resultado de esto es el cansancio no solo físico, sino también mental.

Incorpora una dieta sana

Para lograr una energía duradera hay que incorporar en la dieta frutas, verduras, frutos secos, pescado, harina integral y carne magra, por ejemplo. Evita aquellos alimentos difíciles de digerir, como los fritos, dulces, alcohol, refrescos o comida rica en grasa, como la conocida como “comida chatarra”.

No abuses del café

La cafeína es un excelente energizante, siempre y cuando sea en justas medidas Abusar de su consumo puede dificultar el sueño, provocando mayor cansancio. Procura no superar las 4 tazas por día para evitar que te afecte de manera negativa.

Procura un buen descanso

La recomendación es dormir 8 horas diarias, pero muchas veces cumplir ese horario es imposible por distintos motivos. Aun así, es muy beneficioso para la fuerza corporal y la capacidad mental un buen descanso.

Evita dormir con la tv prendida o algún dispositivo similar, para que el cuerpo pueda llevar a cabo de manera correcta las funciones fisiológicas imprescindibles para el equilibrio psíquico y físico.

Suelta un poco el celular

Un gran ladrón de energía es el celular y las famosas redes sociales. Éstas consumen muchísimo tiempo y hay quienes tienen el hábito de revisarlas antes de dormir. Lo que no se dan cuenta es que están perdiendo valiosos minutos de sueño por revisar una y otra vez el inicio de una red social, viendo videos o “megustiando”.

Similar a los niños, ponte horarios o plazos de tiempo para chequear tus redes sociales, o reemplaza ese tiempo con otras actividades.

No olvides reír

La risa es una gran medicina natural para el agotamiento, además de mejorar el estado de ánimo.

Baño de agua fría

Vienes de un día intenso y te queda una última actividad, pero sientes que no llegas. La única opción para recuperar algo de energía es una ducha con agua fría.

El agua a esta temperatura estimula las terminaciones nerviosas de la piel, provoca que se acelere el corazón y la frecuencia respiratoria aumente. Solo procura no hacer esto muy seguido para evitar enfermedades.

Adoptar estos hábitos y hacerlos parte de cada día no solo será favorable para el rendimiento diario, sino que también modifica para bien el estado de ánimo y es beneficioso para la salud.