El cambio climático es, sin dudas, el problema ambiental más importante al que se enfrenta la humanidad. Y se trata de un cambio de clima atribuido, directa o indirectamente, a la actividad humana, que altera la composición de la atmósfera mundial y que se suma a la variabilidad natural del clima observada durante períodos de tiempo comparables, según la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Un cambio climático puede tornarse peligroso cuando amenaza severamente a las sociedades, sus economías y el mundo natural. Se define el cambio climático peligroso al aumento de la temperatura media de la superficie global por encima de los 2 º C (tomando como base los inicios de la revolución industrial).

En realidad, ya es un hecho real, más allá de cualquier incertidumbre científica. El cambio climático ya llegó y podemos verlo. El aumento global promedio de temperatura ya se encuentra en los 0,8ºC (en relación a los registros del último siglo). Las principales causas han sido la quema de combustibles fósiles y los cambios en el uso de la tierra, que han liberado dióxido de carbono (Co2) y otros gases de efecto invernadero (GEI) en la atmósfera, desde el inicio de la revolución industrial en el siglo XVIII. Como consecuencia, ya enfrentamos pérdida de biodiversidad, derretimiento de glaciares, fenómenos climáticos extremos, acidificación de océanos, cambios en los hábitats, etc. Estos impactos repercuten en las comunidades, afectando gravemente a 325 millones de personas, causando 300 mil muertes y generando pérdidas de US$ 125 mil millones por año, en todo el mundo. Los impactos actuales del cambio climático son severamente preocupantes, pero un aumento de la temperatura global promedio de 2ºC, llevaría a impactos proyectados mucho más peligrosos e irreversibles. ¡Aún estamos a tiempo de evitar una tragedia mayor, pero debemos actuar ya! 

Empezar por casa

La jardinería de casa es un sitio que gozamos y, mucho más los sanjuaninos que tenemos clima desértico. El agua un elemento vital ya tomó relevancia frente a la escasez. El cambio climático está elevando las temperaturas generales. Pero aún mayor podría ser la alteración del patrón de lluvias. El agua se negocia ahora en las bolsas financieras, el cual es un producto básico. Es probable que esta actividad se amplíe en el futuro. Posiblemente, los jardineros de todo el mundo ya se hayan dado cuenta. Este hecho ha alterado los periodos de floración, lo que ha llevado a que las temporadas de cultivo sean más impredecibles. Las especies autóctonas de plantas también se ven amenazadas por el cambio a medida que las plantas no autóctonas que son más resistentes invaden su territorio. Esto puede llevar a la eliminación de varias plantas autóctonas en áreas donde siempre han crecido. La interrupción de la relación entre los polinizadores, como los insectos y las aves, puede deberse a los efectos nocivos del cambio climático. ¿Cómo pueden las personas preocupadas tomar medidas y empezar a combatir estos signos de alerta temprana? Frente a esta situación nadie puede quedar ajeno, por ello tomar pequeñas medidas seguramente contribuyen a sostener el planeta tierra. 

Plante árboles

Plantar árboles de sombra en un jardín es otra gran forma de reducir la contaminación por carbono. Los árboles tienen la capacidad de absorber CO2 de la atmósfera. Incorporar uno o más árboles de sombra en el diseño de un jardín puede influir de manera importante en la absorción de las emisiones de carbono. Colocarlos junto a una casa u otro edificio también puede ayudar a refrescar el ambiente en verano y reducir la necesidad de usar aire acondicionado.

Opte por la diversidad

Otra forma de combatir el cambio climático en el jardín consiste en utilizar diferentes variedades de plantas. Crear un ecosistema diverso en el espacio hará que sea menos susceptible a los daños cuando las plagas invadan el terreno o se produzca sequía. Por ejemplo, emplear una amplia variedad de arbustos, árboles, plantas perennes y anuales ayuda a crear diferentes hábitats, lo que puede ayudar a atraer un gran abanico de polinizadores e insectos.

Use fertilizantes con moderación

Reducir el uso de fertilizantes y pesticidas químicos puede ayudar a garantizar que los peces, los insectos y la fauna no se vean perjudicados, lo que contribuye a equilibrar el ecosistema. Por lo general, se recomienda usar fertilizantes orgánicos. Sin embargo, los fertilizantes orgánicos pueden generar NO2, que es otro gas de efecto invernadero. Otro consejo para luchar contra los cambios adversos del clima es reducir el uso de fertilizantes orgánicos.

Añada más plantas autóctonas

Añadir plantas puede ayudar a aumentar el nivel de oxígeno. Ir un paso más allá y las plantas autóctonas es una manera excelente de utilizar menos recursos. Estas especies ayudan a proporcionar un hábitat más resistente y adecuado para las aves, los insectos y otra fauna de la zona. Ofrecer una fuente de alimento natural a estos animales equilibra mejor el ecosistema, lo que puede ayudar a que toda la localidad se desarrolle y sobreviva.

Reduzca el tamaño del césped

Optar por crear un jardín con un césped de pequeño tamaño (o no tenerlo) también puede ayudar a luchar contra el calentamiento global. Eliminar la zona en la que crece la hierba reduce la necesidad de agua y de mantenimiento, que a menudo se realiza utilizando recortadoras y cortacéspedes que contaminan el aire.

Controlar la labranza del suelo

Se puede reducir la liberación de dióxido de carbono a la atmósfera mediante métodos de labranza reducida. Cuando el suelo se altera al removerlo o cavar, libera CO2. Este método también puede ayudar a reducir la erosión del suelo, ya que ayuda a mantener la tierra en su sitio para que el agua no pueda fluir tan libremente a través de ella. Un suelo más compacto también puede retener mejor los nutrientes, lo que reduce la necesidad de su enriquecimiento.

Dedicar el tiempo y el esfuerzo necesarios para poner en práctica uno o varios de estos consejos ayudará en gran medida a desempeñar un papel positivo en la lucha contra el calentamiento global. Aunque los métodos y las técnicas se cambien lentamente, pueden afectar positivamente al medio ambiente y reducir la posibilidad de problemas en el futuro.

Fuente: Paisajismodigital.com_