Hace 211 años se escuchaba el primer ¡Viva la patria!. Cisneros presentó su renuncia la noche del 24 de mayo, se había conformado la Primera Junta de Gobierno y se visibilizaba más claro el camino hacia la independencia de los españoles, que se logró en 1816.

Hoy en día el 25 de mayo es una fecha que se tiene presente ya que no solo es feriado, sino que también permite disfrutar de distintos platos gastronómicos y actividades típicas de la cultura gauchesca, pero detrás de aquel hecho histórico sucedieron situaciones tras bambalinas que seguramente no sabías.

Nombres patrios

Luego del 25 de mayo de 1810, muchos padres elegían nombres relacionados a la Revolución para sus hijos. Uno de los ejemplos fue Primo Patricio Liberato.

Joven revolucionario

Si bien la edad promedio de los integrantes de la Primera Junta era de 43 años, uno de sus integrantes, Juan Larrea, tenía solo 23 años.

Los antecesores de la escarapela

Hoy la escarapela es un símbolo patrio, pero ¿qué se usaba en esa época? Según algunos registros, el 22 de mayo los patriotas fueron vistos con cintas blancas, mientras que el 23 de mayo utilizaron una rama de olivo en el sombrero. De esta manera se diferenciaban de los simpatizantes de Cisneros. El 25 de mayo utilizaron una cinta a modo de brazalete.

¿Llovió o no llovió?

Si hay una imagen icónica de esa época es de la gente parada frente al Cabildo un 25 de mayo de 1810, utilizando paraguas mientras escuchaban expectantes el anuncio de la Revolución.

Pese a ello, hay muchos historiadores que sostienen que ese día no llovió en Buenos Aires, por lo que los paraguas fueron innecesarios, y aun así si hubiera llovido, el paragua era un objeto caro al que solo accedían personas de clases altas.

Patriotas extranjeros

La Primera Junta estuvo integrada por 9 miembros, de los cuales 3 no habían nacido dentro de los límites del país. Cornelio Saavedra nació en Hacienda de la Fombera, Potosí, lo que hoy conocemos como Bolivia, mientras que Domingo Matheu y Juan Larrea eran españoles, oriundos de Cataluña.

Revolución en familia

Manuel Belgrano, abogado, economista, periodista y político, y Juan José Castelli, quien era abogado y político, eran primos y ambos fueron vocales en la Primera Junta de Gobierno.

El costo de la Revolución

Se estima que durante los días previos a la Revolución de Mayo se gastó un total de 521 pesos, cinco y tres cuartillos reales.

El gasto incluye 12 pesos por el flete de 12 carretillas, 37 pesos y seis reales en velas para iluminar el Cabildo, 21 pesos y seis reales en chocolate, bizcocho y vino.

Además, se compraron tres relojes para regalar al capitán, teniente y alférez de la compañía Batallón N° 3 que realizó la primera guardia de honor a la Primera Junta y en ellos se invirtió 206 pesos y tres cuartillos de real. En tanto que la tropa fue gratificada con 101 pesos.

El fondero que preparó las comidas para los capitulares entre los días 23 y 25 de mayo de 1810, obtuvo por el servicio 75 pesos y 6 reales. Los criados que sirvieron en los coches cobraron 18 pesos y cuatro reales; los 50 hombres que repartieron esquelas y pegaron carteles percibieron 51 pesos y 6 reales. Además, hubo otros gastos mínimos, pero la suma de todos ronda los 521 pesos.