Mariano Pagés/Galería Provincial

San Juan tallado en madera

El verano del 66 resultó corto para Mariano Pagés quien llegó desde Capital Federal, donde ya estaba radicado, para realizar una obra que quedaría plasmada en la Galería Provincial inaugurada por ese entonces junto con el Hotel del mismo nombre.

Primero fueron los dibujos, luego conseguir la madera adecuada para hacer su tratamiento y finalmente un tallado enorme que este cumplió 44 años.

"Fue un verano maravilloso en la casa de Tosti Palmés, quien nos recibió para realizar el trabajo. Recuerdo que ayudé a mi padre con los dibujos previos a la obra y vi como hacía cada detalle de ese mural", dice Beatriz Pagés, artista plástica e hija del escultor sanjuanino fallecido el año pasado.

Mariano eligió como soporte la madera de pino oregón y realizó diferentes piezas para llegar a este gigante de 8 metros de largo por 4 de alto, quizá el más antiguo que tenga la provincia.

Representa en forma simbólica a las actividades de San Juan, su fauna, su flora y una ciudad que renacía en ese momento.

Las figuras fueron tratadas con un procedimiento especial, según narraba Diario de Cuyo para su inauguración en junio de 1966, ya que fueron quemadas con un soplete para ablandarlas y luego pasaron por chorros de arena a alta presión para lograr un efecto especial.

El mural está compuesto por ocho cuadros: el sol indígena, el avance ideal de San Juan, los frutos, la mujer sanjuanina, los oficios, la fauna autóctona, los novios, la madre los hijos y el árbol de San Juan, todos elementos esenciales para el resurgimiento de la provincia.

"Fue hecho por mi padre en un período en el que sintetizaba las formas, luego fue más figurativo. Tiene un gran valor artístico y cultural", indica Beatriz desde Capital Federal donde vive ahora luego de pasar gran parte de su vida en Alemania.

Después de 44 veranos este gran mural demanda un mantenimiento para que sus partes vuelvan a revivir.

Luis Suárez Jofré/Teatro Sarmiento

El juego de las artes

El Teatro Sarmiento lucía impecable en al año 1981, pero la pared principal del salón de ingreso estaba totalmente vacía. Así fue el impacto que tuvo Juan Mariel Erostarbe, en ese momento subsecretario de Cultura de la provincia, y decidió pedir a Luis "Polo" Suárez Jofré un mural que representara a las artes.

El trabajo no fue sencillo porque hubo que picar el muro y colocar materiales que permitieran la subsistencia de la obra a través del tiempo.

Fueron casi cuatro meses de trabajo continuo y ad honorem, un regalo que Polo le hizo a la provincia. Un gesto de generosidad que este artista tuvo siempre. Se sabe de sus muchas donaciones de obras y hasta talleres en el cárcel que nunca cobró.

Este mural tiene la particularidad de contar con muchas figuras "que conviven con las victorias, las derrotas y las conquistas", explica Mariel en un escrito que publicó el año pasado poco antes de la muerte de Suárez Jofré.

Es una obra llena de color, de movimiento que da vida a un centro cultural como es el Teatro Sarmiento y por donde pasan diversas formas de expresión artística.

"Polo jugó con la teoría de los opuestos: la acción y la inmovilidad, el color y la ausencia de éste; la luz y la sombra, el vuelo en acción y el ala petrificada, el rostro y la máscara, lo oriental y lo occidental, la comedia y la tragedia, el activismo y el pasivismo. el sexo y la frialdad, el juego desde el punto de vista del actor y desde el punto de vista del espectador", explica Juan Mariel.

En el año 2000 esta obra fue restaurada porque si bien la pared cuenta con el tratamiento exigido para evitar que se arruine, la gente apoyaba los pies y las manos en este lugar de paso lo que provocó el deterioro lógico.

Actualmente se encuentra en buenas condiciones y ha logrado el objetivo de perpetuarse en el tiempo con casi 30 años de vida.

"A Polo sólo le dimos los pinceles y la pintura, pero sus horas de trabajo, de creación, todo fue un regalo para la provincia", dice el doctor Mariel Erostarbe.