El mal de Parkinson es una enfermedad que ataca por igual a hombres y mujeres mayores de 60 años. En ocasiones suele presentarse en personas de menor edad. Se trata de un trastorno cerebral que lleva a que se presente agitación (temblores) y dificultad en la marcha, el movimiento y la coordinación.

La Organización Mundial de la Salud declaró -en 1997- al 11 de abril, como el Día Mundial de la Enfermedad de Parkinson. Esto debido a la conmemoración del nacimiento del doctor James Parkinson, quien la padeció y describió sus síntomas en 1817.

Según la Asociación Civil Enfermedad de Parkinson (ACEPAR) el mal afecta a 70 mil personas en Argentina y el riesgo de contraerlo aumenta de manera conjunta con la expectativa de vida de la población. La enfermedad sigue un curso crónico y progresivo, pasa por diferentes etapas de complejidad creciente y sus afecciones se incrementan sucesivamente a medida que pasa el tiempo.

Entre los especialistas sanjuaninos, el Neurólogo Rodolfo Lázaro Vega Vera (MP875) cuenta que el Parkinson se manifiesta con una rigidez muscular y temblor. Son los signos cardinales de la enfermedad. No obstante ello, existen otros signos y síntomas motores y premotores, o sea, precursores del Parkinson. Esto quizás esto sea lo último de lo que se está hablando a nivel científico para aplicar la terapéutica aplicada en estos casos.

La rigidez se comienza a notar en la forma de caminar y la lentitud de los movimientos. Es decir que el paciente quizás no nota esta dificultad, sino es notable por los allegados al paciente, que observan la disminución de la calidad de movimientos ágiles del individuo.

El temblor es otro de los factores que se manifiestan en los pacientes aquejados por esta afección. Es muy característico, amplio, de 3 a 4 ciclos por segundo. Comienza por una de las dos extremidades superiores. Hay estudios científicos que indican que es más frecuente el comienzo de los temblores en el miembro superior derecho (es decir la mano) en el comienzo de la enfermedad.

El Parkinson no es hereditario y hay al menos 6 grupos de Parkinson. A veces predomina más el temblor o bien la rigidez. En otros van acompañados por deterioros cognitivos, es decir, la falta de memoria que puede llevar a la demencia. También suele provocar depresión.

En el Parkinson se puede reconocer alguna enfermedad neurológica en un antepasado. Es más una enfermedad degenerativa, episódica. Si bien los más afectados son los adultos mayores de ambos sexos, también hay casos juveniles. Estos se tratan de la misma manera que los parkinson de edad avanzada.

Hay que tener en cuenta que la levodopa es la sustancia que se le administra al paciente, debido a que su organismo no lo produce.

El profesional explica que el ser humano tiene en el cerebro aquello denominado núcleos grises de la base. En esos núcleos están clasificados como el neoestriado y el palioestriado. En este último están las neuronas encargadas de segregar la dopamina, que es un neurotransmisor encargado de darle a los movimientos la coordinación y elegancia. Cuando las células empiezan a agotarse es ahí cuando comienzan a notarse los síntomas. Primero en los miembros superiores, luego en los inferiores y posteriormente en la cabeza y todo el cuerpo.

El temblor

Una de las características visibles en los pacientes de la enfermedad de Parkinson son los temblores. Se trata de movimientos denominados temblor de reposo, amplio y unilateral. Por lo general el paciente no se da cuenta que está temblando, sólo quien está cerca de él y se lo comenta. Es ahí cuando deja de temblar.

La depresión es otro de los síntomas que acompaña y a veces precede a la aparición del Parkinson.

El tratamiento

En estos momentos se están administrando dos mecanismos terapéuticos suministrando la sustancia misma que el paciente es incapaz de elaborar, como es el caso de la dopamina. El ser humano lo que tiene es la levodopa, que en el cuerpo se transforma en dopamina y de esa manera suple la falta de dopamina que el cuerpo del paciente no es capaz de elaborar.

El otro enfoque terapéutico es agonistas dopaminérgicos, que son los que actúan a nivel de los receptores de la dopamina, sensibilizandolos. De esta manera la poca cantidad que pueda llegar a elaborar el paciente es aprovechada al máximo al sensibilizar los receptores donde van a actuar. De esa forma mejora.

La calidad de vida en pacientes de Parkinson avanzados es muy mala, porque además de los síntomas mencionados, hay que recordar que los intestinos tienen fibras musculares. El Parkinson, antes de manifestarse con signos motores, salen a la luz las constipaciones crónicas.

Para combatir la enfermedad es importante ayudar al paciente en la reeducación de movimientos motores, como por ejemplo ejercicios de natación, colchoneta entre otros.

La prevención

El combate contra esta enfermedad es relativo, salvo el parkinsonismo, que no es la enfermedad propiamente dicha, pero sí tienen síntomas de Parkinson. Como ejemplo se puede dar los microtraumatismos de los boxeadores. Lo mismo puede ocurrir con muchas isquemias que son falta de circulación en esos núcleos y van afectando la liberación de esos neurotransmisores.

El Parkinson es una enfermedad en que la ciencia médica mundial trabaja para combatirla lo antes posible, mientras, la ayuda al enfermo es fundamental para mejorar su calidad de vida.

(Fuente: Rodolfo Lázaro Vega Vera, médico Neurólogo (MP875) ex jefe de Medicina Sanitaria en Salud Público entre 1981-1982; ex interventor de Obra Social Provincia en el año 2003).