No debe haber mujer que haya tomado la decisión de ser madre que no se haya visto indefectiblemente modificada, atravesada, marcada por ello. Es que tener un hijo da otra perspectiva, obliga a poner el cuerpo a la cotidianeidad de otro modo, genera tiempos y espacios diferentes. Pero a su vez incorpora la opinión, las necesidades, los pedidos, las críticas de un otro, tan especial como es un hijo. 


Lo mismo que al hacer teatro. Nadie queda librado. En este caso, ni madre ni hijos. Muchas de estas situaciones cotidianas son las que rescató la dramaturga y directora teatral Tania Leyes, quien a partir de una idea surgida en pandemia, empezó a bucear en historias cercanas y a escribir una performance que tendrá su estreno el próximo sábado 13 de marzo. En la tarea de la escritura no estuvo sola, como ella lo define su trabajo tiene "injertos textuales" aportados por Sergio Mario López y la intervención escenográfica -con una instalación de un contexto para la obra que, por ahora, es sorpresa para el público- de Maureen Rotman. El resto lo aportan quienes subirán al escenario: madres e hijos. Tania misma junto a su Lorenzo Fernández Leyes, Mónica Calvo Sánchez y su hija Guadalupe Calvo Sánchez, Pilar Murcia Gilabert y su María Jesús Raberta Murcia, también Marcela Barber Mas que en este caso es una madre invitada a sumarse a la aventura, en el que nombra a sus hijas pero no están en el escenario.


Todas ellas hacen Crías, un biodrama, un juego de roles, un ejercicio teatral que fue concebido en pleno aislamiento y en la obligatoriedad, rara por momentos, de convivir las 24 horas entre madres e hijos. 


"Durante la pandemia, en toda casa con niños y adolescentes, hubo producción de materiales: se ha dibujado, fotografiado, cantado. Ha estado la escuela en la cocina y el encierro han generado un laboratorio de creaciones que van desde una receta hasta un bestiario de especies imaginarias, como diseñó mi hijo a la par que yo escribía para un taller de dramaturgia. La imaginación no tuvo límites para grandes y chicos. De hecho, yo me puse a pensar que somos tres amigas -con Pilar y Mónica- que estudiamos juntas, crecimos juntas, que tenemos tres hijos únicos, que las tres tenemos la misma edad y nos dedicamos a lo mismo -profesoras de teatro- y estamos pariendo un espacio teatral, nuestro teatro. Crías no es más que eso. Es una reflexión austera de la condición humana que ofrece sin pretensiones un estar en un espacio que estuvo vedado como tantos otros durante la pandemia pero que en este caso subrayó la crisis absoluta del teatro. Ahora que volvemos al teatro, ¿a qué volvemos? Realmente no podemos volver a lo mismo. Por eso Crías solo ofrece un estar en compañía de quienes tuvimos que estar sí o sí juntos todo este tiempo. Y aunque el protocolo nos diga claramente que si convivo con otro te podés tocar y estar en contacto porque con el resto el contacto supone un virus, eso es revelador. Es tan simple como la vida misma", adelanta Tania. 


En otras palabras, las escenas de esta performance son una experiencia de contacto primario, son "situaciones mínimas del vínculo entre madres e hijos y se muestran en forma casi natural, como si a lo cotidiano le pusiéramos una capa muy ínfima de teatralidad. Cada madre trabaja con datos biográficos reales, recreados en un texto. No apelamos al drama sino a intereses de cada hijo, las Ciencias para Lorenzo, la danza en el caso de Guada" revela la directora teatral. 



Epígrafe foto principal: Ensayo en la cotidianeidad e la maternidad. Las mamás de la obra Mónica, Pilar, Tania, y Marcela naturalizan su rol. Sus hijos, Guadalupe, María Jesús, Lorenzo, Sol, Valentina y Mica, sin lugar a dudas, les marcan el camino.

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Vínculos (ya) sin cordón umbilical

 Tania Leyes y Lorenzo. La mamá rara vez actúa como esta vez (en realidad asistirá a su hijo) porque lo suyo es ser dramaturga y directora teatral, dos funciones que le han hecho ganar muchos premios y distinciones. Además es pedagoga, una estudiosa del teatro y docente en la carrera de Estudios Teatrales. Según se autodefine ha hecho camino en los escenarios con una poética centrada en la femineidad pero también en el desierto. No sólo en lo que hace a su labor teatral, tiene un crítico ácido y contundente pero amoroso: su hijo de 16 años, estudiante, apasionado desde pequeño por el dibujo, la creación de personajes, la construcción de universos digitales y las ciencias. Es perceptivo y creativo.


Mónica Calvo y Guadalupe. La actriz confiesa que con su hija siempre han compartido la cuestión teatral: si no era en el escenario (por ejemplo coincidieron en varias Fiestas del Sol y hasta en una obra dirigida por Rodolfo Bebán), era en los ensayos o en bambalinas. Es que desde pequeñita iba a cuestas a este ámbito tan natural para Mónica que hasta aprendió a caminar en una sala de teatro. Creció y sigue vinculada al arte, pero a diferencia de su mamá (que es profesora de Teatro en 4 establecimientos secundarios), Guadalupe estudia la Licenciatura en Artes Escénicas en la Universidad Nacional de San Martín, pero focalizada en la Danza que es su pasión y su modo de expresión. 

Pilar Murcia y María Jesús. Ya en la panza, esta bebé que estaba creciendo, se movía sin parar al son de la canción que un flautista tocaba en vivo, como parte de uno de los tantos espectáculos que la tuvo a Pilar trabajando en distintos roles. Y si, no había ensayo, festival o puesta en escena, al menos hasta que tuvo 10 años, que no tuviese asistencia perfecta. Por eso no era de extrañar que fuese tan desinhibida. Ahora esta chica de 19 años prefiere mostrarse desde otro ámbito: el baile y fundamentalmente el dibujo, al punto que quiere estudiar animación digital, mientras su mamá, sigue con su primer amor: las clases de teatro (que dicta en distintos secundarios) y que la tienen como protagonista, como ahora.

Aunque las hijas de Marcela Barber(profesora, actriz y ayudante de todo lo que haya que hacer para llevar adelante una obra de teatro) no aparecen en escena, ella, como siempre le pasa a una mamá, las "vive citando" por sus nombres o por lo que hacen. Así es que sus chicas no están ausentes en Crías. De hecho aparecerán metafóricamente desde los gustos, elecciones y quehaceres: Micaela es médica y gran compañera de los suyos; Soledad, la del medio, es ingeniera y gran amante de la naturaleza y los animales y Valentina, la que es difícil de seguir porque va de su trabajo en un comercio, a su emprendimiento de alfajores, es parte de una banda y es la que siempre está cada vez que hay una función.

Un nacimiento en el Verano Cultural


Verano Cultural -el festival de las artes gestado en el Ministerio de Turismo y Cultura de la provincia que tiene lugar en todos los departamentos, en escenarios convencionales, pero también en plazas y hasta el catamarán del dique Punta Negra y que ha sido la alternativa en pandemia para generar trabajo a casi 900 artistas y técnicos de todos los rubros (teatro, danza, artes visuales, música, fotografía, circo, audiovisual, editorial, games, ilustraciones, entre otros)-, está a pleno. Y justamente esta semana tendrá como protagonistas a las "Crías" que harán su estreno o nacimiento como espectáculo, en este marco.


Será con dos funciones para el público: el sábado 13 y el miércoles 17 de marzo, a las 21:30 horas en la sede en construcción de la Cooperativa Teatro de Arte de San Juan (en O' Higgins 501 este, Capital), habrá que reservar un lugar -es un requisito que hay que cumplir aunque la entrada sea  gratuita- en el link que estará operativo esta semana en la página www.sanjuancultura.org. Es que por protocolo Covid hay que respetar a rajatabla un cupo para tan solo 30 personas por función.


Luego vendrá otra instancia para esta performance del elenco Ciertas Mujeres de Teatro, que según está previsto tendrá algunas transformaciones para poder subir a escena de nuevo, aunque con fecha aún indefinida. La idea de los hacedores es replicar otras madres, otros hijos, conocidos y anónimos, eso sí voluntarios y tan biográficos como los originales. Es por eso que todo aquel que tenga una historia y una rutina de madre e hijo para "prestar" para que se convierta en material escénico puede contactarse por mail a tanialeyes@hotmail.com.

Por Paulina Rotman
Fotos: colaboración Ciertas Mujeres de Teatro