Casualidad. Destino. Mimetización con el personaje. Vaya a saber qué será que, ni bien uno charla algunos minutos con Maxi Méndez que a su vez es Drago Queen y paralelamente es el robot androide que ayer brilló en el espectáculo final de la Fiesta Nacional del Sol, uno descubre que todos tienen mucho en común.


Es que Maxi, cuando es Maxi, es una persona muy tranquila, parsimoniosa y hasta de perfil bajo, rozando la timidez. Pero cuando el arte lo llama y se pone a tono con las circunstancias vistiendo trajes de metros y metros de telas, casquetes con cientos de engarces de pedrería, zapatos de 20 centímetros o más inclusive y maquillaje de diva para ponerse en la piel de Drago Queen -su nombre artístico-, pasa a ser explosivo, quiere llamar la atención y no le importa ser mirado y admirado por sus destrezas sobre el escenario. Seguramente un psicólogo podría hablar de su doble personalidad, esa que le permite llevar a la perfección y en armonía ambos roles por la vida como si nada pasara porque en realidad no pasa nada de otro mundo, según cuenta este chico nacido en Pocito, de 28 años que se reconoce una persona feliz.


Coincidentemente, Eusebia 23 C -ese robot humanoide al que dio vida ayer subiendo a una nave para pilotear junto al Doctor Policarpius Sill, la dupla inseparable de Elidoro (el armadillo con aires de caballero de época) y Apolonio (el Herrerasauro, encontrado en el Valle de la Luna) y la pequeña Tere; por las eras geológicas y los eventos naturales que han marcado a San Juan a fuego, con una mirada futurible- también tiene una doble personalidad. Eusebia es por momentos bastante estricta, correcta y hasta soberbia, pero por otros se vuelve maternal y protectora.

Más allá de sentirse reflejado con algunos de los aspectos de su reciente personaje, Eusebia 23 C significa mucho para Maxi. Es todo un orgullo, es la felicidad misma: fue su primer protagónico en un escenario tan grande y tan popular como el de la Fiesta Nacional del Sol, lo que significa una gran oportunidad de visualización para toda la comunidad transformista de San Juan, de la que él no sólo forma parte sino que tiene el privilegio de haber sido la primera y única Reina Nacional Drag Queen en el 2017, puesto que quiere renovar en julio del 2020. Pero claro, para eso falta. Ahora está más que agradecido por su presente, ese que siente que abre una puerta a un público diferente al que hasta ahora valoraba su trabajo.


"Que la fiesta más importante y más popular de San Juan, que fue vista en todo el país, haya tenido entre sus protagonistas a un chico que hace arte Drag Queen, que es homosexual, que representa a una comunidad diferente habla a las claras de que Evolución no sólo fue el título de un espectáculo sino de una nueva mirada social que es inclusiva, cuidadosa y amorosa del otro, que no discrimina y que, y eso es lo más loable, reconoce que todos podemos tener un lugar para demostrar quienes somos. De hecho, no fui el único transformista del equipo, también hubo una bailarina trans'', dice Maxi y aclara que tuvo por parte del equipo artístico toda la libertad para componer su personaje y no fue limitado ni censurado en ningún momento. 

  • La vida por la Fiesta del Sol

Hasta ahora Maxi había participado en casi todas las ediciones de la Fiesta del Sol, en su última etapa, menos en la del 2016, cuando se celebró Amor de Madre, dedicada a la vida de Deolinda Correa. Sencillamente era tanto el trabajo que había tenido ese año que necesitaba vacaciones. "Siempre he sido parte de la fiesta como bailarín varón, haciendo de pueblo, de conjunto, pero nunca me he destacado como solista, aunque si he estado, en las diferentes ediciones, en momentos especiales de los relatos como aperturas o cuadros importantes. Y nobleza obliga decirlo, el año pasado fui parte de la performance y el musical que hizo Danny Love con otras dos compañeras drags más en la Noche Soberana del 2019, bailando y hablando de la siesta en su infancia. Fue un lindo momento, el primer pasito al igual que las Fiestas del Sol Gay'', explica. Ahora siente que fue diferente, que tuvo obviamente mas trascendencia porque se trató de ser parte como Drag Queen del broche de oro de la fiesta.


Cuando este año, volvió a presentarse en el casting como bailarín, la suerte quiso que saliera seleccionado. Y, en lugar de esperar a que llegaran los ensayos de enero, él tuvo que ir a una nueva presentación cumplimentando ciertos requisitos: fue un casting privado, ante algunos asistentes y productores de los directores que filmaban todo para evaluarlo, tuvo que ir caracterizado con un vestuario y sus llamativos tacos. Durante 45 minutos tuvo que actuar, hablar, hacer voces, bailar. Semejante desafío tenía una razón: había un protagónico esperándolo.


"Cuando me dijeron que era para un protagónico yo me dije a mí mismo: no me importa lo que tenga que hacer para conseguirlo. Y parece que lo hice bien. Siempre soñé con estar en un lugar así pero debo confesar que lo veía tan lejano, tan difuso que era difícil ilusionarme, al punto que pasé mucho tiempo manteniéndolo en secreto para no crear falsas expectativas en mi familia y mis amigos'', reflexiona cuando todo ya ha pasado sobre el escenario.


Ni qué decir cuando se enteró que el protagónico vendría de la mano de un robot humanoide. La fascinación y la adrenalina llegaron a niveles impensados. "Amé a Eusebia desde el primer momento. Amé este vestuario tan complejo, sus materiales, las posibilidades que me daba el personaje en el escenario pese a tener que caminar un tanto incómodo por la armadura. De todos modos, pude bailar y mostrar mis talentos. Y con mi papel he ganado un montón de nuevos amigos y seguidores, incluso las mamás que acompañaban a los niños del coro o del espectáculo me decían que me iban a contratar para que les enseñara a dominar los tacos'', agrega el muchacho que por su profesión es un fanático de las telas y loa pedrería, las confecciones (él mismo diseña, borda, cose, salvo salvo algunos detalles de corsetería o cuestiones mas complejas que tiene que pedir ayuda a una modista de confianza) y los zapatos altos, altísimos. De hecho los suyo parten de los 15 centímetros y llegan a los 33.

  • El artista de la familia

Maxi está convencido que ha llegado a ser lo que quiere ser gracias a su entorno. "Mi mamá es una guerrera de la vida, un gran sostén y el resto de mi familia, los mejores del mundo. Creo que un artista es pleno cuando desde todos lados es contenido y mi familia me hace una gran burbuja de amor. Jamás tuve que esconder nada, es más cuando dije que era homosexual nadie me lo cuestionó ni me hizo sentir mal. Todos se pusieron de mi lado, sin perjuicios. Por eso soy un defensor del amor, porque lo puede todo'', reconoce y confiesa que muchas veces sus propias hermanas (tiene 3 además de otro hermano varón) le sacan sin que se entere sus lujosos vestidos para ir a fiestas, claro que ellas son las que en más de una oportunidad le han ayudado de terminar sus "obras de arte''.


Es el primer hijo varón -además de sus hermanos tiene 7 sobrinos que ama incondicionalmente al igual que a su mamá y sus abuelos, los mejores seguidores que tiene en redes sociales y en sus shows Drag Queen- siguió el mandato de las tías y desde los 8 años se unió a diferentes grupos de folclore. Empezó en el instituto cerca de su casa y pudo llegar hasta un Pre Cosquín. Pero cuando entró a la primer Fiesta del Sol, se dio cuenta que había llegado a un techo. Que quería mas y que el folclore ya no era su mayor pasión, entonces incursionó en danzas clásicas y contemporáneas con distintas profesoras.


"Siempre me gusta aprender un poco y cuando siento que necesito mas, me voy. No tengo miedo de volar. Siempre he ido cambiando de lugares y de maestros. Por eso me identifico tanto con esto de Evolución. Creo que evolución es conocer lo que uno necesita y seguir ese camino'', asegura quien podría haber sido contador público, pero pronto se dio cuenta que esa carrera no era lo suyo y abandonó para seguir bailando a gusto y piacere (por ejemplo estuvo en distintos espectáculos del Teatro del Bicentenario). Claro que algo tenía que hacer para ganar plata y sobrevivir. Entonces no le pareció mal estudiar peluquería como salida laboral rápida momentánea, profesión que abrazó hasta ahora, lo mismo que el rol de profesor de danzas que ejerce en dos institutos.


"Tengo claro que amo el arte y me quiero dedicar a esto'', cuenta quien en el 2010 comenzó a formar parte del staff estable de bailarines del boliche Rapsodia. Su destreza y su talento sobresalían así es que pronto se convirtió en el coreógrafo, puesto que le exigía armar cuadros de baile para todos y cada uno de los artistas, uno diferente para viernes, sábado y domingo. Como una cosa suele ser consecuencia de otra, hace 5 años empezó con show transformistas y de Drag Queen (ver Detalles que no son menores), así nació Drago Queen. Se hizo conocido y convocado por eventos de otras provincias y para hacer trabajos como publicidades, desfiles, presencias en boliches o negocios que inauguraban. 


"En un momento sentía que San Juan tenía que empezar a mostrar los talentos y el gran trabajo que se hacía. Claro que eso es complicado por los costos. Pero me lo propuse y con ayuda de la gente de Rapsodia, que es parte de mi familia también, logré ir a la primera elección en el 2015. Aquella vez salí cuarta con una presentación de Atenea, la diosa griega. En el 2016, fui virreina como la Reina del Hielo y al otro año fui merecedor del reinado por mi show de Pachamama. Fue impresionante. Una experiencia única y la responsabilidad de abrir el camino a las transformistas sanjuaninas'', recuerda el muchacho que no deja de soñar con los escenarios de Brodway, a los que seguramente algún día llegará.



 

> Detalles que no son menores

 

Si bien para el mundo entero ser Drag Queen o transformista es lo mismo, Maxi explica que acá hay una sutil diferencia. "Ser transformista es un varón que se caracteriza de mujer para salir a bailar y ser Drag Queen -que en definitiva también es ser transformista- es más amplio, permite otro tipo de caracterizaciones ligado a lo artístico, como por ejemplo, hacer de roles masculinos, personajes o inclusive elegir un color y convertirse en eso. Ser Drag Queen permite lookearse de otra manera, asumir otros papeles, usar zapatos y tocados impresionantes'', dilucida desde su propia experiencia.


Para seguir las producciones de Maxi sólo basta buscarlo en las redes sociales como Drago Méndez o Drago Queen.

Fotos: Mariano Arias, Diario de Cuyo, y colaboración equipo de Producción de la Fiesta Nacional del Sol y Prensa del Ministerio de Turismo y Cultura (Paula Peralta, Rogelio Laplagne y Lucas García) y archivo personal de Maxi Méndez.