Desde el año pasado el proyecto de Ley de Promoción de la Alimentación Saludable, que obtuvo media sanción en el Senado, sigue a la espera de ser tratada en la Cámara de Diputados de la Nación. Esta norma exige a la industria de los alimentos colocar lo que se denomina un "etiquetado claro". De ese modo los consumidores estarán advertidos sobre los excesos de componentes como azúcares, sodio, grasas saturadas, grasas totales y calorías, a partir de información clara y veraz. En pocas palabras permitirá la prevención de enfermedades que padece gran parte de la población argentina como diabetes, hipertensión, obesidad, entre otras, que cobran especial relevancia en tiempos del covid-19. Por todas esas razones es que la Federación Argentina de Nutricionistas reclama con urgencia su sanción, medida a la que adhiere la asociación local de estos profesionales.


Natalia Juárez, licenciada en Nutrición, especializada en deporte dio a conocer los detalles y la importancia que tiene para la salud de los consumidores.


-¿A qué se denomina etiquetado claro?


Es un sistema de etiquetado que proporciona información directa al emplear sellos en forma de octógono con texto en la etiqueta frontal del envase. Informa a los consumidores cuando un producto contiene cantidades altas o excesivas de nutrientes críticos. El propósito es ayudar a las personas a identificar de manera correcta, rápida y sencilla aquellos alimentos que contienen cantidades excesivas de azúcares, grasas y sodio; y así guiar las decisiones de compra. Este sistema tiene como finalidad sanitaria prevenir la obesidad y otras enfermedades no transmisibles. No prohíbe a los consumidores comprar los productos, sólo los ayuda a tomar una decisión fundamentada.


- ¿Cuáles son los niveles de tolerancia de los denominados nutrientes críticos en una alimentación saludable?


La Organización Mundial de la Salud ha definido límites y estableció que la ingesta de los nutrientes críticos que proporcionan energía no debe superar por día el 10 por ciento de azúcares libres -con mayor beneficio si no superan el 5 por ciento-; 10 por ciento de grasas saturadas; 30 por ciento de grasas totales y sólo uno por ciento de grasas trans. Para el sodio -sal-, la recomendación tiene un límite absoluto y otro relativo. En los adultos, cuya necesidad media de energía es de 2.000 kcal, la ingesta de sodio debe ser inferior a 2.000 mg, es decir menos de dos cucharaditas de café. En los niños, el límite debe ajustarse a su necesidad de energía, que es menor.


-¿En qué instancia está la ley?


El Senado de la Nación Argentina aprobó en octubre 2020 el proyecto de ley de Promoción de la Alimentación Saludable que tiene como objeto advertir a consumidoras y consumidores sobre los excesos de componentes como azúcares, sodio, grasas saturadas, grasas totales y calorías, a partir de información clara, oportuna y veraz. Cuenta con media sanción, todavía no es Ley.


-¿Qué falencias tienen las etiquetas actuales?


Cuentan con la información nutricional, pero en el dorso por lo tanto un profesional de salud debe enseñar a leer e interpretar esto, generalmente lo hacen las licenciadas en Nutrición, la ley de etiquetado frontal permite un fácil acceso y lectura a la información nutricional en el frente del producto. Por eso es tan importante, porque tiene un impacto visual más fuerte que permite una toma de decisiones correctas. Esto no significa que va a desaparecer la información nutricional que aparece en la parte de atrás, ni que las empresas van a dejar sin trabajos a los empleados. Es para promover una elección saludable en la alimentación y evitar el aumento de la obesidad en la población.


- ¿Qué enfermedades podrían prevenirse con este sistema de etiquetas?


El exceso de peso lleva a padecer otras enfermedades como hipertensión, diabetes, enfermedades cardiovasculares y cánceres: y estos se previenen con una información clara y de fácil acceso como el etiquetado frontal.


 - ¿Existe en otros países? 


Este sistema es de utilización obligatoria en Chile, México, Perú y Uruguay.


Dato
Lic. en Nutrición Natalia Juárez, especialista en deporte.
Atención: Centro de Rehabilitación Zonda, calle Zonda 858 (s), Capital
Instagram: @nutricionista Natalia Juarez

El proyecto que espera 


Organismos de la salud como la Organización Panamericana de la Salud, La Organización Mundial de la Salud, Unicef, entre otros tienen una postura conjunta respecto de la alimentación saludable, tanto que en su agenda 2030 de los "Objetivos de Desarrollo Sostenible" establece como meta poner fin a todas las formas de malnutrición y reducir en un tercio la mortalidad prematura por enfermedades no Transmisibles. En base a ese consenso internacional, al que ya se han unido países como Chile y México, fue formulado el proyecto nacional que espera la sanción de la Cámara de Diputados de la Nación.


Entre los considerandos más importantes figuran algunos de los siguientes ítems:


* La ingesta de productos no saludables es un problema de salud importante, con consecuencias negativas directas para el desarrollo en Argentina. La obesidad, la presión arterial alta y la glucosa sanguínea elevada son los principales factores de riesgo derivados de la mala alimentación, responsables del 39 por ciento de todas las muertes en el país (es decir, casi 140 mil muertes anuales).


* Las enfermedades crónicas no transmisibles relacionadas con la alimentación inadecuada contribuyen a gran parte de la carga de morbilidad en Argentina. El sobrepeso y la obesidad afectan al 13,6 por ciento de los niños y niñas con menos de 5 años, a más del 40 por ciento de los niños y niñas de entre 5 y 17 años, y al 70 por ciento de la población con 18 años o más.


* En la población adulta, el 34,6 por ciento presenta hipertensión arterial, 28,9 por ciento colesterol alto y 12,7 por ciento glucemia alta o diabetes.


* Estas enfermedades no solo golpean con mayor fuerza a los sectores socioeconómicos más bajos, sino que cobran aún más relevancia en el contexto actual de la pandemia de covid-19: la diabetes, la hipertensión y las enfermedades cardiovasculares aumentan el riesgo de padecer complicaciones y morir como consecuencia del coronavirus.


* Una parte esencial para mejorar la alimentación y detener el crecimiento del problema requiere la reducción de la ingesta excesiva de azúcares libres, sodio, grasas totales y grasas saturadas que están presentes en los productos alimentarios y bebidas, y que no son identificados por las personas en el momento de adquirirlos para sí y para sus hijos. Esto último debido a que no cuentan con un sistema claro de advertencias en el frente de los envases a diferencia de cómo han avanzado otros países de la región.


* La prevención de la malnutrición es especialmente importante en la infancia. El derecho a la salud y a la alimentación son claramente afectados, pero también se afectan otros derechos: a la educación, a la información, a la no discriminación, al juego y al esparcimiento y, más ampliamente a la vida.