Es una planta excelente para aquellas personas que todavía no saben regar bien y se exceden con el agua. Durante el verano requieren de mucha hidratación, pero también llevan bien algunos períodos de sequía. Esta planta se adapta y se recupera bien. Parecen trompetas amarillas, en este caso alternando con grana, sus flores son tan llamativas como efímeras. Se la conoce como la azucena turca, azucena amarilla o lirio de San Juan "Hemerocallis spp" es su nombre científico. Al atardecer desecha una flor, sustituyéndolas por otras nuevas; como quien cambia cada día las flores de su cuidado jarrón. No en vano se la conoce también como lirio de día, flor de un día o lirio de la mañana. Escaso apego es el que tiene por sus flores en pos de ofrecerte siempre lo mejor. Cada amanecer, durante la floración, aquellas marchitas serán sustituidas de manera constante.


Descripción

Son plantas herbáceas de poca altura (no suelen superar los 80 cm). En circunstancias normales se comportan como perennes: aguantan bien el invierno sin perder las hojas. Es más: resisten bastante bien el frío. Estas condiciones, junto al virtuosismo de sus flores, hacen que sea una planta muy apetecible en jardinería. Es ideal para cubrir arriates en combinación con otras especies o para pintar espacios de colores diferentes.


Las hojas son alargadas, estrechas y flexibles (similares a la de los lirios). Sus interesantes flores también guardan cierto parecido con las de sus parientes. Surgen de un escapo o vara floral que nace desde abajo, en la misma corona de la planta. Son grandes y con forma de campana, a veces con 6 pétalos semejantes, modelan un patrón en forma de estrella.


Los tonos varían entre amarillos, naranjas, rosas, bermellones o púrpuras, con pautas simples, colores degradados o alternos. 


Aparecen en la primavera y te fascinarán hasta el otoño, con uno o varios periodos de frenética floración. En zonas con inviernos suaves quizás pueda sorprenderte alguna flor despistada, al principio o al final de la estación.


Aunque tengan similitudes y estén emparentados (pertenecen a la familia de las liliáceas), las azucenas turcas no son lirios en realidad. No poseen bulbos, como los verdaderos lirios, sino raíces rizomatosas.


Usos del hemerocallis
 

A esta planta originaria de Asia oriental es fácil encontrarle aplicaciones; es muy ornamental. En la actualidad la mayoría de hemerocallis son híbridos, derivados de varias especies del propio género. Se persiguen las mejores flores, con colores insólitos y ampliar el periodo de floración. Los amantes aprovechan las vistosas flores para adornar tanto grandes parterres como pequeños macizos, macetas o jardineras. Quedarán bien como contrapunto a plantas de hoja ancha y de mayor tamaño. También son interesantes para romper la monotonía en el césped; no les importa el riego regular si las condiciones del suelo acompañan.

 Cultivo y cuidados

Su probada resistencia, desde luego, es otra razón para el éxito del hemerocallis. Le da igual el frío que el calor y aguanta con buena nota la sequía. Prefiere disponer de agua, eso sí; lo adecuado es regar con cierta frecuencia, al menos cuando esté en flor.


Por eso conviene plantarlo en un suelo suelto y con buen drenaje. El sustrato universal como base, junto con algo de arena y mantillo, puede ser una mezcla interesante. La materia orgánica es indispensable, no debe faltar, y la aireación evitará problemas en las raíces.


Ubícalo a pleno sol o con una ligera sombra. En principio cuanta más luz, mejor floración dará, pero ten prudencia con algunos emplazamientos demasiado soleados.

Su mantenimiento será mínimo: más riego y algo de abono mientras permanezca en flor. Al terminar corta las varas florales.


Durante el invierno tal vez debas retirar las hojas lacias o secas, maltrechas por el frío. Esa será toda la poda que necesite. Por supuesto, disminuye el riego.


Las plagas y enfermedades no le suelen suponer inconvenientes, pero vigila con el pulgón, las babosas y los caracoles.

Reproducción 

No siempre podrás multiplicar estas azucenas desde semilla, ¡cosas de la hibridación! La reproducción sexual se emplea más bien para la búsqueda de nuevos cultivares. Lo habitual es utilizar la técnica de "división de mata"; es cómoda de ejecutar y se conserva la singularidad de la planta madre.


Aprovecha su suerte de raíces engrosadas, sólo hay que separarlas con una tijera. Por precaución deja suficientes brotes en cada porción. Utiliza el sustrato recomendado, recuerda: ligero y con materia orgánica. Justo antes de la primavera o entrado el otoño es la mejor época para proceder, cuando las temperaturas son todavía suaves. Las nuevas matas quizás tarden un poco en florecer (tal vez 1 o 2 años), pero es normal, no te preocupes. Las flores del hemerocallis pueden enamorarte, quedas advertido. Son plantas muy decorativas, a la vez que resistentes y sencillas de mantener. ¡Déjate llevar por sus encantos!

Fotos y texto: María Inés Montes