Las galletas de la fortuna se han convertido en un divertido ritual luego de comer en un local con características orientales. Si nunca las has probado no te pierdes de mucho, ya que su sabor no es lo característico de su popularidad, sino el secreto que guarda dentro. Frases motivacionales, presagios o buenos deseos.

Si bien se la relaciona con la cultura oriental, originalmente esta galleta nació en San Francisco y Los Ángeles, Estados Unidos. Se estima que el diseñador Makoto Hagiwara fue el primer inventor en 1909, mientas que David Jung se atribuye el invento en 1918.

Estas galletas son excelentes para sorprender a amistades, familia o tu pareja. Ten en cuenta que como todo en la cocina, necesita práctica, así que no te desanimes si no salen igual a las que has visto en series o películas y nunca dejes de probar.

Receta de galletas de la fortuna

Ingredientes:

1 taza de harina tipo 0000

70 gramos de mantequilla

½ taza de azúcar

2 cucharadas de maicena

2 cucharaditas de esencia de vainilla

1 cucharada de sal

2 huevos

Tiras de papel de unos 8 cm de largo cada una

Preparación:

Antes de realizar la preparación de esta receta, escribe las frases que elijas en los papeles. Pueden ser buenos deseos, alguna confesión, una broma. Todo lo que se te ocurra es válido.

El primer paso es separar las yemas de las claras. Batir las claras de huevo con el azúcar hasta tener una mezcla espumosa. Agregar la esencia de vainilla y batir.

Aparte, mezclar la harina con la maicena y la sal, tamizarla (es decir, pasarla por un colador) y agregar a la primera mezcla de manera lenta. Revolver con ayuda de un tenedor o una batidora de mano hasta que quede una mezcla líquida y homogénea.

Nos disponemos a hornear las galletas. Hay que tener en cuenta que como la masa es muy fina, no deberían estar más de 10 minutos al calor. En una placa para horno, previamente enmantecado (o aceitado), con la ayuda de una cuchara volcamos un poco de la mezcla y le vamos dando forma circular.

Llevar al horno y dejarlas por unos 5 a 7 minutos aproximadamente. Retirar cuando estén doradas. Con mucho cuidado para no quemarte, colocar en el centro el mensajito elegido, doblar por la mitad, luego plegar los extremos de la galleta y dejar enfriar.

Hay que tener en cuenta que para poder hacer este paso, debe estar caliente la masa, ya que al enfriarse la galleta se seca y así es imposible doblarlas sin que se quiebre.

Conserva las galletas en un recipiente hermético y procura que se consuman dentro de los tres días posteriores a la elaboración.

Secretito: Puedes agregar chispas de chocolate o colorante a la masa. Cuando las saques del horno puedes espolvorearlas con azúcar impalpable o bañarlas en chocolate. Otra opción es que sean saladas, tipo snack, reduciendo la cantidad de azúcar de la receta y agregando un poco más de sal.