Sumando las pérdidas de las principales cepas varietales, esta temporada hay aproximadamente 45 millones de kilos menos en San Juan.

La vendimia 2020 será recordada como muy especial para las bodegas por la pandemia del coronavirus y descripto por todos los enólogos como la más rara del que tengan memoria.

La cosecha de vides ha sido llevada con mucho esfuerzo con cuarentena en medio de la temporada, habilitada pese a todo por el Gobierno nacional y concluida muy bien gracias a la labor de obreros, cosechadores, capataces, técnicos, camioneros, productores y bodegueros.

Con viñedos trabajados a medias por la baja rentabilidad y azotados por el cambio climático, San Juan tuvo una merma de un 22% menor al año pasado, muy lejos de las cifras del 35% al 40% que vaticinaban los sectores productivos al inicio del verano.

"Todas las variedades, comunes y de calidad enológica, fueron a la baja. El Viognier con un 41%, 31% para el Syrah, 29% para el Cabernet Sauvignon, entre las uvas varietales, y un 23% de las Cerezas y Criollas, que representan el 40% de la producción", nos explicó en una entrevista Hugo Carmona Torres, vicepresidente del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV).

Los números finales del INV también indican que el país sufrió una merma del 17% en uvas (más de 400 millones de kilos) lo que significó una importante baja en litros de vinos y mostos.

A nivel país la baja en uvas claves como Malbec, Cabernet Sauvignon, Sauvignon Blanc, Chardonnay, Tempranillo, Torrontés, Syrah y Bonarda, ha provocado fuertes faltantes para vinos varietales, ya que por ejemplo se cosecharon 60 millones de kilos menos de Malbec, 30 millones en Cabernet y una cifra similar en Torrontés, por citar algunos ejemplos.

La elaboración de vino fue menor en un 18% respecto del año pasado, lo que hará disminuir stocks como saldo "positivo". Por otro lado, el alto porcentaje de mermas en Cereza, Criolla y otras uvas de menos calidad, ha repercutido sin duda en la elaboración de mostos para concentrar y exportar, en un porcentaje de 20% del producto en litros, hoy con gran demanda en el mundo y es lo que seria el saldo "negativo" de la cosecha.

Respecto a las cifras finales y en función de las estimación de cosecha que realiza en INV, Carmona Torres explico que el desvío en San Juan fue del 2% de lo estimado y en el país del 5%, estadística aceptable dentro de los parámetros técnicos que se manejan para este tipo de estimación, labor que los técnicos profesionales del organismo vienen desarrollando desde años, inclusive para valores de cosecha cada vez más difíciles de estimar con la gran variabilidad de cambio climático que hoy existe (más frecuencia de heladas tardías, granizos, olas de calor, etc). "En este sentido, el presidente Martín Hinojosa, su equipo y yo como vicepresidente, estamos muy conformes con la labor realizada en esta temporada muy atípica", dijo el funcionario. 
 

  • San Martín es el que más elabora

Según datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura al 17 de mayo de este año, las bodegas de San Juan molieron con destino a vinos y jugo de uva unos 445 millones de kilos que se tradujeron en unos 154 millones de litros de vinos y unos 189 millones de litros de mosto.

Las estadísticas indican que en nuestra provincia, las variedades Cereza, Criollas y Pedro Giménez, sufrieron mermas en más de 71 millones de kilos respecto al 2019 y es esa la razón por la cual se elaboró menos mosto sulfitado.

Si analizamos algunas blancas de calidad como Chardonnay, Sauvignon Blanc, Viognier, Chenin, Ugni Blanc y Torrontés, en esta temporada se cosecharon unos 13 millones menos.

Por el lado de las tintas, si contamos Malbec, Bonarda, Syrah y Cabernet Sauvignon, solo este grupo tuvo una baja de 26 millones de kilos.

Analizando la elaboración por departamentos, el funcionario Hugo Carmona Torres, explicó que hay muchas sorpresas en torno a este tema.

Dijo que "el principal elaborador de vinos y mostos en la provincia de San Juan es el departamento San Martín, y en segundo lugar lo sigue Chimbas, algo que sorprende a muchos ya que no se tiene a estos departamentos como los principales productores de uva, que en la práctica por hectáreas y producción corresponden a Caucete, 25 de Mayo y Sarmiento".

"En este pujante departamento, San Martín, hay instaladas prestigiosas bodegas como Putruele, Cordero Hnos, Fraccionadora San Juan, Mulet y Maurín, Bórbore, Grupo Peñaflor, Morchio & Meglioli, Augusto Pulenta, Doña Luciana, Jugos y Vinos Andinos, entre otras, y es aquí donde se han elaborado en esta temporada 120 millones de kilos de uva, lo que representa el 27% de la elaboración de la provincia, el 37 % de los vinos y el 16% de los mostos sulfitados. Algo para tener muy presente en el desarrollo de este polo productivo", se explayó el ingeniero agrónomo.

La particularidad de San Martín es que produce el 42% de lo que industrializa, es decir que elabora uva proveniente de otros departamentos, principalmente de Caucete (un 21%), 25 de Mayo (15%) y Sarmiento (11%). Solo un 12% de su propia producción sale a bodegas de otros departamentos. 

 

CHIMBAS, EL SEGUNDO POLO

En segundo lugar aparece otro departamento con muy pocas hectáreas y producción de uva, pero con casi 59 millones de kilos elaborados, lo que representa el 13% de molienda, el 10% en vinos y el 16% de elaboración de mostos provincial. Aquí la mostera Enav, Cegupa, Tierra del Huarpe, entre otras, juegan un papel muy importante en la industrialización del producto.

En tercer lugar esta Caucete con la elaboración en sus bodegas de 52 millones de kilos, casi el 50% de lo que realmente produce en sus viñedos y parrales.

"En cuarto lugar está Sarmiento con la elaboración de 43 millones de kilos, donde se destaca su gran producción de mostos, del orden del 15% del total provincial. Siendo el departamento que tiene una importante superficie de varietales, enclavados en prestigiosas zonas geográficas como el Valle de Pedernal, Huanacahe, Campogrande del Acequión y Cañada Honda, solo elabora el 4% del total de vino provincial, esto es por la falta de bodegas en la zona. Este es un polo necesario a desarrollar", remarcó Carmona Torres. 

Por último cabe un análisis. Como podemos, ver la uva se produce en una zona y se mueve a otra por distintas situaciones que tiene que ver más con lo económico que con una logística de cosecha eficiente. A este tema hay que prestarle mucha atención en el control de Lobesia o "polilla de la vid", ya que este movimiento obliga a producir estrictos controles y precauciones de parte de los productores en el transporte, ya que pueden llevar el insecto de un lugar a otro y diseminar la plaga.

 En San Martín hay prestigiosas bodegas, lo que lo ha transformado en un polo productivo.