Los libros son refugio de muchas cosas como verdades, ayudan al desahogo o para escapar de la realidad que nos toca vivir día a día. Además, por medio de historias y narraciones, podemos conocer momentos que nunca viviremos, pero sentimos estar allí en cada capítulo.

Conmemorando un nuevo aniversario de la liberación de Auschwitz, repasamos algunas lecturas interesantes, atrapantes y crueles reflejos de los horrores que se vivían en aquellas épocas.

“Si esto es un hombre”, de Primo Levi

Primo Levi, italiano doctorado en química, registró entre los años 1945 y 1947 todo lo que vivió en su cautiverio en Auschwitz día a día junto a sus compañeros. El dolor y las vidas partidas se hace, por momentos, insostenible en la lectura.

Es uno de los relatos más antiguos que hay de un testigo directo del Holocausto. Lejos de ser una descripción heroica de un sobreviviente de Auschwitz, es el relato crudo en primera persona de los horrores vividos en el campo de concentración.

Auschwitz: última parada”, de Eddy de Wing

Por lo que se sabe, este sería el único libro que se escribió en su totalidad dentro del campo de concentración Auschwitz.

Su autor, Eddy de Wing, llegó junto con su esposa al campo y fue destinado al cuidado de los prisioneros políticos polacos. Cuando la guerra estaba perdida y los nazis huyeron del campo con los presos que sobrevivieron (entre ellos su mujer), Eddy decidió esconderse y esperar la llegada de los rusos. Permaneció por un tiempo con ellos en el campo y allí empieza a escribir “Auschwitz, última parada”, donde describe la rutina diaria, las atrocidades de las que ha sido testigo y víctima y la liberación por los rusos.

Maus”, de Art Spiegelman

Art Spiegelman nació en Estocolmo en 1948. Sus padres, Anja y Vladek, eran judíos polacos que sobrevivieron al campo de concentración de Auschwitz.

En 1980 publicó las primeras páginas de “Maus” donde, por un lado, cuenta las vivencias de su padre durante los años previos a la Segunda Guerra Mundial y hasta el final del Holocausto, en 1945 y por el otro, explica la difícil relación entre padre e hijo.

La obra completa de estilo comic tiene casi 300 páginas y se publicó en dos volúmenes: “Mi padre sangra historia” (1986) e “Y allí empezaron mis problemas” (1991).

“El diario de Helga”, de Helga Weiss

Cuando Helga Weiss tenía 8 años vivió la invasión nazi de Praga recluida en su casa y en 1941 fue enviada con toda su familia al campo de concentración de Terezín. Fue allí que durante 3 años la niña documentó la vida cotidiana, las duras condiciones y los buenos momentos.

Antes de ser trasladada a Auschwitz, le dio las hojas de su diario a un tío, quien las guardó durante años. Helga fue una de las sobrevivientes del Holocausto, y con 15 años, volvió a Praga en la pobreza absoluta, continuando con el relato desde donde lo había dejado.

“El diario de Helga” es una reconstrucción de cuadernos originales, de escritos sueltos, una entrevista de la propia autora y dibujos que realizó en Terezín. Un testimonio desgarrador contado desde la mirada de una niña que creció en el Holocausto.

"La noche", de Elie Wiesel

En relatos inquietantemente hermosos, Elie Wiesel cuenta todos los horrores vividos en distintos campos de concentración donde le tocó vivir en primera persona la tortura física, mental o emocional.

“La noche” es el primer libro de una trilogía: La noche, El alba y El día, que marca la transición de Wiesel durante y después del Holocausto de la oscuridad a la luz, según la tradición judía de empezar un nuevo día con el ocaso.

BONUS TRACK

El Diario de Anne Frank

Si aún no lo has leído, es una lectura super recomendada. Si lo leíste, seguramente querrás volver a hacerlo. Anne Frank es sin duda una de las figuras más resonantes a nivel mundial que padeció los horrores de la Alemania Nazi.

Su sueño era ser escritora, y sin querer termino siéndolo luego de escribir un diario a los 13 años donde plasmaba sus emociones, sus miedos y el paso de los días viviendo en la clandestinidad. Anne murió en Bergen Belsen en febrero de 1945 de tifus, agotamiento y desnutrición. El único sobreviviente de la familia fue su padre y, gracias a él, hoy el diario ha llegado a lectores de todo el mundo.