Es cierto que el frío trae aparejado un nivel más bajo de energía, falta de voluntad para hacer cosas, sobre todo para realizar alguna actividad física, pero lo real es que es una época del año en la que se hace imprescindible continuar con los entrenamientos o tomar la decisión de comenzarlos. ¿Por qué? Es que sólo el movimiento planificado de los músculos genera sustancias que provocan bienestar para el cuerpo y la mente, evitando la denominada "depresión invernal", ocasionada por los días más cortos y más oscuros. Por supuesto que quienes deciden iniciar alguna rutina deportiva deben tomar los recaudos necesarios, sobre todo realizar controles clínicos y cardiológicos, disponer de una vestimenta adecuada para evitar enfermedades y asesorarse con personas idóneas para programar la ejercitación.


Daniel González Serafini, médico especializado en Clínica Médica (MP 3183) y Medicina del Ejercicio, indica que "en primer lugar debe quedar claro que la actividad física es muy importante todo el año y en el invierno no tenemos que perder los beneficios cardiovasculares que brinda. Además ya se sabe que las personas que atraviesan algún tipo de depresión en esta época se profundiza. El ejercicio físico ayuda muchísimo a no padecerla o a padecerla en menor medida, ya que el ritmo circadiano que se produce cuando los días se hacen más cortos y las noches más largas, tiende a bajar los niveles de energía. Esto provoca que las personas con algunos trastornos como la depresión puedan incrementar los niveles de melancolía, tristeza y angustia. El ejercicio físico libera a través del músculo una sustancia que se llama mioquina que actúa sobre el sistema nervioso central generando euforia y bienestar. Hay muchas mioquinas que son como pequeñas dosis que va liberando el músculo y sirven para enviar a distancia, en este caso el cerebro".


Por este motivo, y así está comprobado científicamente, es que el ejercicio físico también previene demencias, mejora patologías neurológicas, óseas, gastrointestinales, entre otras. "No hay que olvidar que el ser humano está preparado para estar en movimiento, por eso la importancia del músculo no sólo como aparato locomotor sino como órgano general", agrega González Serafini.


Estas son algunas de las razones por la que las personas no deben discontinuar la actividad física en el invierno, y es ideal para aquellas que están por comenzar algún deporte u otro tipo de ejercitación.


"Lo ideal es hacer controles clínicos y cardiológicos, si se trata de un atleta seguramente ya sabe cómo actuar en cualquier tipo de temperatura, en este caso muy frías, el inconveniente es con las personas que están por iniciar alguna actividad recreativa", asegura el profesional.


Precisamente para este grupo que pretende salir a caminar, trotar, o jugar al fútbol u otro deporte con amigos, o los que se disponen a realizar trekking en la montaña, por citar algunos ejemplos, el doctor González Serafini, recomienda tener en cuenta los siguientes aspectos:


* Hacer ejercicios por períodos cortos en momentos del día en los que la temperatura y sensación térmica sean más adecuadas. Para esto hay que tener en cuenta que no es aconsejable hacerlo con temperaturas bajo cero o que ronden el cero grado Celsius.


* Se recomienda vestirse en capas, tipo cebolla, para retirar las prendas en la medida que el cuerpo entra en calor.


* No utilizar camisetas o remeras de algodón porque retienen la transpiración que luego se transforma en frío.


* Prestar atención a los zonas periféricas con el uso de buenas medias, guantes y gorras -o similar-, para cubrir bien la cabeza ya que por esta parte del cuerpo se elimina aproximadamente el 50 por ciento del calor.


* Una vez que el cuerpo toma temperatura hay que facilitarle la eliminación del calor, por eso es importante utilizar prendas hechas con telas especiales destinadas a ese fin.


* Si bien la entrada en calor es importante en cualquier época del año, con frío debe ser mayor. Una vez precalentado el músculo funciona igual en cualquier momento del año.


* Es necesario analizar qué tipo de ejercicio físico hará la persona, es decir si sólo hará trote o irá a la montaña, si es fútbol o básquet a la intemperie, ya que cada uno de ellos demanda distintas entradas en calor. Por lo que se recomienda consultar a personas idóneas.


* Hay condimentos que se vuelven muy peligrosos, por ejemplo si se trata de personas que no están preparadas para las bajas temperaturas, recién comienzan y además irán a realizar actividad en la montaña, corren cierto nivel de riesgo no sólo de congelamiento si no también cardiovascular. En ese caso particular se deben asesorar con alguien que esté en la disciplina para minimizar efectos adversos.


* Es poca la gente que acude a la medicina del ejercicio para hacerse los controles pertinentes y es necesario hacerlo, ya que actualmente los exámenes se centran en que el corazón esté sano. Además de eso hace falta asesoramiento sobre muchos detalles para prevenir inconvenientes. La recomendación es realizar exámenes con un cardiólogo y con un especialista en medicina del deporte.


* Es importante comenzar de a poco y consultar a una persona especializada para progresar en cada actividad.


* Lo ideal para quienes deciden iniciar una rutina en los meses fríos es hacerlo bajo techo, luego aire libre.


* Quienes eligen ejercicio físico recreativo deben tener paciencia, y progresar lentamente en sus cargas. Asesorarse con gente que sepa del tema.



Fuente
Cardio Fitness - Medicina del ejercicio
Doctor Daniel González Serafini. MP 3183. Especialista en Clínica Médica y Medicina del Ejercicio.
Dirección: Paula A de Sarmiento 292 Sur
Teléfono 264 466 0766 / Whatsapp: 264 481 4545


Ventajas 


Entrenar en los meses fríos trae aparejado varios beneficios:
Más oxígeno: Con el frío, los vasos sanguíneos se estrechan, lo que obliga a los pulmones y corazón a trabajar más. Esto provoca una mejora progresiva en la función aeróbica, o lo que es lo mismo: a la larga, los pulmones recibirán una cantidad mayor de oxígeno.


Calorías en reserva: Cuando se pasa de un entorno cálido a uno frío, se produce un pequeño shock en el organismo. Este choque de temperaturas hace que el cuerpo se ponga manos a la obra y empiece a gastar las reservas de calorías que tienes almacenadas para combatir las bajas temperaturas.


Aleja la depresión: El ejercicio en entornos fríos también ayuda a liberar hormonas como la betaendorfina y la noradrenalina. Estas hormonas, combinadas con las endorfinas que se liberan durante el ejercicio, podrían ayudar a mantener a raya la depresión estacional.