Los peligros para la salud del sol son:

-Quemadura solar


Ocurre cuando se expone la piel al sol, durante tanto tiempo que se supera la capacidad de la piel de neutralizar las radiaciones, entonces empiezan a dañarse los tejidos. Estas células dañadas liberan sustancias que desencadenan la inflamación, la cual sucede para reparar la piel y alertar mediante el dolor, de que hay que alejarse del sol para evitar un daño mayor.


-Golpe de calor


Aparece cuando el exceso de calor produce una deshidratación y supera la capacidad del cuerpo para mantener su temperatura dentro de valores normales. Puede provocar fiebre, dolor de cabeza, vómitos y desvanecimiento.


-Cáncer de piel


Las radiaciones generan un daño en los tejidos. Una parte la puede compensar el cuerpo, pero una exposición intensa a esas radiaciones genera daños acumulativos que a largo plazo producen envejecimiento y a veces cáncer.


Beneficios del sol para la salud infantil


Aporta vitamina D, que es necesaria para calcificar los huesos. Su falta puede causar raquitismo en niños. También actúa en la regulación del sistema inmunológico (las dermatitis atópica y la psoriasis mejoran con la exposición al sol).


La carencia de sol en los bebés puede generar aumento de alergias y mala absorción de ciertos nutrientes.

Para saber más



* No se recomienda el uso de pantallas solares en menores de 6 meses, ya que cuanto menor es un bebé, es más sensible a las quemaduras y a los golpes de calor. Y colocarle cremas puede "engañar' a los padres y permitir que se lo exponga más de la cuenta.


Los bebés necesitan luz solar desde su primer día de vida, pero debe hacerse gradualmente (empezar por 5 minutos hasta llegar a 20). Lo mejor es entre las 9 y las 10 de la mañana, o después de las 18.


* En los niños pequeños se recomienda usar sólo filtros físicos (pantallas totales, espesas y color blanco), no químicos (productos incoloros, hay que aplicarlos 30 minutos antes y pueden ser semi líquidos).


* La melanina es el pigmento natural de la piel que protege de la radiación solar. Normalmente se produce y se pierde según la exposición solar a la que se someta al cuerpo; un bebé nace con muy poca melanina en su piel y va produciéndola conforme se expone al sol.


La melanina es la protección solar perfecta, ya que aumenta en verano para evitar una exposición excesiva, y se reduce en invierno para mejorar la producción de vitamina D cuando hay menos sol.


* Además de aplicar la pantalla solar en la cara hay que proteger todas las partes del cuerpo que estén a la vista, como orejas, nuca, cuello, brazos, piernas, manos y pies. Es mejor utilizar siempre productos específicos para niños, sin perfumes ni colorantes, y con fórmulas a base de óxido de zinc y dióxido de titanio, sin parabenos ni alcohol, que resultan menos irritantes, para minimizar el riesgo de alergias. Lo ideal son las pantallas con un filtro mínimo de 50 y hasta 100, hipoalergénicas, que bloqueen tanto los rayos UVA, como los UVB.


Aplicar antes de salir del hotel y repetir la colocación cada 2 horas o después de bañarse.


Hay que tener en cuenta que cuanto más fina sea la capa de pantalla aplicada en el cuerpo, menor será la protección. Para que ésta sea la descripta por un producto en su envase deben aplicarse de manera uniforme 2 miligramos de crema por cada centímetro cuadrado de piel (por ejemplo una cucharada sopera de producto para la cara). La recomendación de los expertos en cuanto a la cantidad ideal que se necesita para proteger todo el cuerpo es que el producto debe llenar un vaso de agua de tamaño standard.



* Evitar la exposición solar entre las 11 y las 17 horas, ya que la incidencia del sol es directa. A su vez en zonas de mar se debe protegerlos con gorras con visera, ropa holgada preferentemente de colores claros de algodón y anteojos de sol infantiles.

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* Durante y después de estar al sol es fundamental la hidratación con agua fresca. Si se visita la playa, al volver al hotel es aconsejable darles un baño con agua potable para eliminar restos de sal y arena y aplicar alguna loción hidratante en la piel.


* Como regla general, se recomienda que si el día está lo suficientemente brillante para no necesitar usar flash con una cámara de fotos, debe usarse protector solar.


Fuente: Jesús Garrido García, pediatra