Fuente: Lic. Héctor Daniel Castro M.P. 613


Es más que repetido las circunstancias excepcionales que vive el país en la actualidad como consecuencia de la pandemia a la que se enfrenta el mundo entero. Esto trajo restricciones a varios derechos pero, ¿tienen amparo legal todas esas reducciones de derechos?


Probablemente, nadie se esperaba mientras hacía balance de su 2019 el pasado 31 de diciembre que durante los primeros meses del año nuevo fuéramos a vivir una situación sin precedentes en la historia de la humanidad. Tampoco pensaría nadie el día 9 de marzo, cuando comenzaron a oírse rumores de que iban a empezar a restringir la movilidad dentro del territorio nacional, que finalmente fueran a ser ciertos. Pero, realmente, la situación que ha generado el Covid-19 y las consecuencias de la misma están siendo y serán en el futuro devastadoras desde una perspectiva global, ya que afectan a diversos ámbitos de la vida cotidiana, entre los que se encuentra también el Derecho a la libertad. ¿Las libertades individuales cuánto deben ser cedidas en pos de la salud y la vida de la población? 


La pandemia sigue y seguimos hablando de la cuarentena y sus nuevas fases. Pero, ¿qué tal si escuchamos la propia voz sobre lo que "nos pasa" con "lo que está pasando"? Una mirada y una reflexión de la mano del Lic. Héctor Daniel Castro



1 - Nuestra libertad (inherente a nuestra naturaleza), ahora depende de fases y nuevas normas que la rigen. Estas normas priorizan lo colectivo. ¿Qué sucede con nuestra libertad individual?

Es importante antes que nada, definir qué es libertad. Vista como un derecho, es un valor superior que asegura la libre determinación de las personas. Desde la psicología, la libertad es una construcción, y en ese sentido, el individuo, como "sujeto" de libertad, está "sujetado", atado a su historia personal, educación, juicios y prejuicios, contexto social, etc., como elementos que "construye' subjetivamente su propio concepto de libertad. Por eso, cada uno vivirá las prohibiciones impuestas por el Estado (que también es una construcción cultural) con mayor o menor vulnerabilidad. Si intentamos verificar esa vulnerabilidad hoy, en esta realidad, sería imposible, porque lo haríamos en torno a la percepción de libertad "antes de la pandemia". Ese camino, caducó.


Hoy debemos transitar y generar nuevos caminos para repensar la realidad y la libertad individual. Freud en "El malestar de la cultura" presenta la idea de que una organización política, es causa y consecuencia de un modelo de hombre. Es decir, este "sujeto" a partir de esta experiencia nueva del mundo, generará un nuevo constructo de Estado que pueda dar respuesta a las libertades.



2 - ¿Qué aislamientos nos trajo la pandemia?
La pandemia trajo en primer lugar aislamientos físicos, para nosotros latinos, que somos tan viscerales y tan físicos en la expresión afectiva, ha sido una imposición de un nuevo modelo de expresión. Por otra parte, un aislamiento afectivo, de algún modo se forzó a un retraimiento personal, y un aislamiento estético. Dejar de ver al otro, o verlo a través de pantallas, mascarillas, ver espectáculos que antes comprometían todos los sentidos, como una obra de teatro, o un evento gastronómico, a pasar a ver las cosas a través de la pantalla. Fue un aislamiento progresivo, físico, afectivo, intelectual, sensitivo.



3 - ¿Cuántos deseos reprimimos con esta nueva realidad?
La pandemia nos produce un corte en la línea de tiempo. No implanta definitivamente en el presente, y reconfigura el futuro. Antes podíamos desear, y convertir el deseo en proyecto y el proyecto en realidad. Por ejemplo, se podía pensar, qué hacer con la familia en verano, vacaciones. Ese deseo podía tener una proyección, basada en la suposición de la continuidad de los hechos. Sin embargo, hoy la continuidad de los hechos, se expresa, sólo en un presente, pasado. Hoy sabemos donde estamos con las estadísticas y los datos que tenemos de ayer. La cantidad de afectados y fallecidos, y la interpretación de esos datos, van marcando la gravedad de la realidad y la posibilidad (a veces más incierta que posible) de salir, de viajar, de volver a contactarse con la realidad.


Entonces, el deseo deja de tener un lugar de proyección. Es como si no tuviéramos la pantalla donde proyectar la película. Muchos deseos quedan detenidos, por la incertidumbre, pero también porque la energía debe ser reencauzada para sostener el pesado presente.


Cuando el presente se nos hace insoportable, a los humanos se nos presenta la posibilidad de escapar (mentalmente) al pasado, o al futuro. A través del recuerdo y la imaginación. Y, hoy imaginar el futuro, desear el futuro, es más difícil, sólo podemos vivir el presente y dedicarnos a cuidar nuestra salud y nuestra vida hoy.



4 - La tecnología aporta lo suyo, ¿qué sucederá de ahora en más, un tsunami que pareciera que sólo existe la tecla para darle el okey a miles de situaciones, (trabajo, compras, conexiones, entretenimiento, etc.)
Las grandes empresas han formulado sistemas y plataformas para obtener modelos de información desde hace años. Se busca generar perfiles de conducta y consumo. Ese cúmulo de datos, sin duda ha sido revisado en este tiempo para tratar de entender cómo son los nuevos patrones de consumo y de conducta en esta realidad actual. Dependerá también del estado, cómo permite a esas compañías el uso de esos datos. Hace días el Senado de EEUU interpeló a varias de las principales compañías (consumidoras de esta información) Amazon, Facebook, Apple, Google sobre la actuación de las mismas y los abusos que cometieron en los últimos 7 años. Por tener un lugar de preponderancia en el mercado y el abuso de esa preponderancia.


También hay estados que utilizan la información, a través de tarjetas de servicio de transporte, aplicaciones de salud, etc. Quizás debería existir un ente que pueda controlar cómo el estado utiliza esa información. Y que eso sea utilizado en favor del individuo, no para controlarlo.



5 - ¿Qué libertad añoramos?¿La que teníamos o la que ilusoriamente creemos que perdimos sin haberla gozado en su plenitud jamás?
Es difícil decirlo. Creo que cada persona si reflexiona sobre su vida, antes y después de la pandemia, podría descubrir si la libertad que añora ahora es la que realmente disfrutaba antes, bajo el otro modelo de vida. Quizás ahora se permita, repensar su idea de libertad y las cosas a las que está sujetado y pensar, para qué se es libre.



6 - ¿Entonces la libertad fue la víctima de la pandemia?
La libertad como construcción subjetiva, es un espacio que deberá ser reconfigurado. En ese sentido, más que víctima, sería, un espacio de impacto. Habrá un nuevo mundo, una nueva realidad. Quienes nacieron en esta época tendrán otra idea de libertad. Ni mejor, ni peor, diferente. Así se estructurarán nuevas pautas de convivencia, de vinculación con el otro, de cuidado personal, de estado, etc.



7- Cuando nos permitieron hacer turismo interno estaba ocupado el 96% de las plazas. Esto significa las ansias de salir, airearse, ¿el sentirse libre?
Creo que de alguna manera reveló la necesidad de las personas de volver a patrones conocidos de libertad. Después de haber estado contenidos (aunque en nuestra provincia fue bastante menor que en Buenos Aires por ejemplo) quizás salieron a reencontrarse con la posibilidad de decidir de nuevo, pero bajo antiguos parámetros.


En tal sentido, también hubieron muchos que decidieron no arriesgarse y festejar en sus casas con pocas personas o directamente no hacerlo. Un patrón nuevo de libertad. No está mal, si se habilitan las salidas. No está mal que se cubran todas las reservas, lo importante es que observemos, de qué modo volvimos a usar nuestra libertad. De qué modo volvimos a construirla e interpretarla.


Aquí se pone en evidencia otro punto a considerar, y es, cuánto respetamos como sociedad las pautas de libertad. En un país donde la impunidad es casi un valor, donde es más vivo el que puede cometer un delito y no pagar por ello, o en el que se filma pasando un control policial con un permiso falso, es necesario repensarnos como sociedad. Las pandemias no son solamente alguna de las cosas que atentan contra la libertad del individuo. La impunidad también es un constructo que condiciona la percepción de libertad.



8 - ¿Los niños y adolescentes como sufren estos condicionamientos a su libertad?
Yo creo que los niños y adolescentes van a vivir otro mundo. Y así como hace años, todos podían jugar en la vereda, y treparse a los árboles. Ahora juegan en línea y de manera remota y virtual. Hay una configuración diferente, del modo de vincularse con el otro y con el mundo. Por ello es importante revisar las consecuencias de esta pandemia en sus vidas. Hay jóvenes que este año esperaban el rito de presentar su campera representante de su curso, aquellos que programaban su viaje de fin de curso o su baile de egresado. Ese futuro, está obturado. Detenido. No sabemos qué va a pasar. Eso ve afectado los rituales a través de los cuales se van elaborando los duelos de final de secundaria.


Esto implica una nueva construcción acerca de cómo se termina una etapa de vida, pero también puede dejar una secuela.


En tal sentido, estas situaciones cotidianas afectan a niños y adolescentes, y ya ha presentado trabajos e investigaciones sobre el tema UNICEF, dado que han comenzado a aparecer muchos síntomas de depresión y ansiedad de los niños y adolescentes, que se deben a la dificultad para adaptarse y seguir los patrones sociales establecidos en la vida cotidiana.



9 - ¿Los adultos mayores cómo llevan tanto encierro?
Esto es más difícil para los adultos mayores. Para una persona de mediana edad, una cuarentena puede significar aplazar los deseos, porque todavía siente que cuenta con tiempo posible de vida. Para un adulto mayor, esto puede significar la pérdida definitiva de posibilidad. Hay cosas que se pueden hacer hoy, para un adulto mayor, viajar, salir a ver a sus nietos, pero no sabe si el año que viene estará físicamente en condiciones de hacerlo. Por eso para él, más que aplazamiento, puede haber una pérdida definitiva de un deseo.