¿Qué podía salir de juntar el Día del Amigo, a tres conocidísimos pasteleros de la provincia, en una tarde de mates? Nada más ni nada menos que un interesante proyecto de pastelería donde el fuerte son los postres. Esa iniciativa ya está funcionando y tiene, como no podía ser de otra manera, un sin fin de propuestas dulces deliciosas, incluidas unas promociones especiales para el Día de los Enamorados.
El puntapié inicial fue de Noelia Fernández. Ella lanzó la pregunta al aire, aquella tarde de julio pasado. ¿Y si nos ponemos una pastelería? La respuesta no se hizo de rogar. Tanto ella, como Verónica Montanaro y Nahuel Pérez, tenían sus propios emprendimientos pasteleros y su propia y creciente clientela. Cada uno por su lado, había conquistado a un público goloso porque cada uno a su vez, tiene su especialidad. Noelia las galletitas decoradas como si fuesen verdaderas obras de arte y Nahuel es un puntilloso y detallista decorador de tortas que convierte en pastel lo que se le pida. Se podría decir que no tiene límites y que han llegado a compararlo con Buddy Valastro el mediático pastelero estadounidense. Mientras que Verónica es una experta en macarons y en sabores con frutas exóticas del Sur. Aparte los tres coinciden en su gusto por otras preparaciones atractivas y fuera de lo común.
Felizmente, en ese momento amistoso, decidieron que unirse sería concretar un sueño y así podrían cocinar juntos, compartir recetas, unificar preparaciones, amortizar las herramientas de trabajo y especialmente hacer más prácticos cada uno de los procesos que hasta ahora podian insumirles buena parte de todo un día, especialmente en todo lo referido a la decoración.

Así nació Pai Pastelería, nombre que castellaniza la palabra inglesa pie o su traducción pastel y que con humor describe a esa tienda en la que sobran bocados dulces, muy prolijos, con presentaciones perfectas y tentadoras, en las que no se usan premezclas ni alimentos con conservantes sino que todo es casero y natural.
"La idea es que el cliente encuentre siempre un stock de postres clásicos y otros no tanto para ese día que tiene una cena improvisada, tiene un encuentro de amigos y quiere llevar algo rico pero no tiene ganas de cocinar, o para cuando sencillamente tiene un antojo de algo dulce. Aquí lo va a encontrar”, cuenta Verónica.
De hecho, el secreto que caracteriza la nueva pastelería es la oferta de postres, sin necesidad de encargar aunque no descartan que quien necesite un pedido puntual (en cuanto a peso por ejemplo, ya que los sabores no van a modificarlos demasiado). Para eso armaron un catálogo en base a su experiencia de las delicias más pedidos. El listado cada tanto se depura, se actualiza, se renueva.
Entonces lo que se puede encontrar en sus heladeras, a diario, son las clásicas y siempre tentadoras tarta de ricota y dulce de leche con masa de limón, tarta de crumble de manzana y canela, tarta de coco y dulce de leche, Lemon Pie (con masa de limón, relleno de curd o crema de limón y merengue italiano). Además de la torta Brownie (base de brownie con nuez, dulce de leche y copos de merengue), Chocotorta, la torta Oreo (bizcocho intenso de chocolate, crema con trozos de galletitas oreo y dulce de leche), Cheesecake con relleno de crema de queso y coulis de frutas rojas o maracuyá y la Pirinea (húmedo de chocolate cubierto de dulce de leche y merengue italiano). Hace apenas unos días incorporaron a la carta Tiramisú, Polonesa y Selva Negra.

Pero también las modernas Nutella Cake (budín húmedo de chocolate relleno con mousse de crema de avellanas y chocolate), Carrot Cake (budín húmedo de zanahoria y nuez con relleno de crema de queso), torta Red Velvet (un bizcochuelo que tiene sabor a chocolate pero que la apariencia no lo delata porque es de un llamativo color rojo y rellena de crema de queso) y las Number o Letter Cake (tortas en forma de letra o número a base de vainilla, rellenas de ganache de chocolate blanco y corazón de dulce de leche) que cosechan fanáticos entre el público más joven.
Por supuesto que no faltan las tortas de cumpleaños (en dos opciones: de vainilla -budín de vainilla, dulce de leche y ganache de chocolate blanco con frutilla- o de chocolate -budín de chocolate, dulce de leche y ganache de chocolate semi amargo-), los finos macarons de todos los colores imaginables y rellenos sabor a frambuesa, maracuyá, limón, vainilla, chocolate semi amargo, chocolate con leche, pistacho; algunas galletitas, cookies con chips de chocolate en tamaño XL, budines y maicenitas.
Los precios van desde los 1500 a los 6.000 pesos, en una escala que tiene precios intermedios por supuesto, según el tipo de tortas y cantidad de porciones.
Una primicia: Están por implementar en el corto plazo la venta de tortas y tartas por porciones, el servicio de desayunos para agasajos personalizados y están probando opciones para un público vegano, vegetariano y con limitaciones en la ingesta de harinas tradicionales.

Como mariposas en la panza
Nadie mejor que ellos para certificar que el amor entra por los ojos pero se saborea en la panza. Por eso elaboraron tres opciones para San Valentín, teñidas de rojo pasión, decoradas con corazones y absolutamente sabrosas. Un detalles es que hay que encargarlas desde ya, antes que se queden sin cupo.
Armaron un Box San Valentín -que cuesta $2,200- que incluye 2 macarons de vainilla, 5 cookies con forma de corazones de distintos tamaños con sabor a vainilla, una mini Red Velvet rellena de Cream Cheese y una taza artesanal con forma de corazón.
La segunda opción es una Mini Cake San Valentín -cuesta $1.000- para compartir entre los enamorados de a bocaditos. Consiste en un bizcocho húmedo de vainilla, de 10 centímetros de diámetro, relleno de dulce de leche y cubierto con buttercream, con los dibujitos de los emoticones. Incluye una caja contenedora y un par de tenedores ecológicos.
La última opción, también cuesta 1000 pesos y son Macarons San Valentín, a base de 6 de esos llamativos alfajorcitos típicamente franceses o italianos, preparados con clara de huevo, almendras y azúcar impalpable. Los ofrecen en degradé de colores, con sabor a vainilla, además de dos cookies con forma de corazón.
Para saber más
Pai Pastelería tiene su tienda on line -para eso hay que contactarlos al celular 2643 18-1735, donde se despliega el catálogo vigente- pero también su espacio físico en la esquina de Mendoza (1093 sur) y Benjamín Aguilar, entre Mariano Moreno y Fray Mamerto Esquiú, en Capital. Abre sus puertas de martes a sábado de 9 a 13 y de 17 a 21 y los domingos, de 10 a 14.
Para seguirlos en redes sociales (Instagram): @PaiPastelería.
Por Paulina Rotman
Fotos: colaboración Andrea Palacios de La Veleta Fotografía

