El árbol es parte fundamental del paisaje, desde los bosques y selvas naturales hasta el arbolado urbano que es parte de nuestra ciudad. Entre sus infinitas virtudes se encuentran la conservación del medioambiente y la biodiversidad, su codiciada sombra, su majestuosa presencia como parte fundamental de la estructura y el diseño de los jardines.
El árbol es el vegetal más longevo del mundo y eso lo convierte en un tesoro viviente, un testigo de diferentes generaciones y sus historias.
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Es el primer Eucalipto cultivado en el país cuyas semillas fueron introducidas por Sarmiento. Su nombre científico: Eucalyptus globulus (Eucalipto Medicinal o Macho). Es uno de los gigantes de nuestra provincia, a pesar de ser originario de Australia. Merece ser traído a conocimiento en un día tan especial, ya que nuestro clima amerita el reconocimiento y respeto por las especies arbóreas que habitan nuestro suelo.
Posee una copa subglobosa y globosa y es de primera magnitud (son los más altos dentro de la clasificación botánica), su tronco es muy ensanchado en la base, que en ejemplares adultos como se muestra en la foto, superan el metro de diámetro. Su corteza es caediza, desprendiéndose en tiras espiralazas. Es común que en dicha base se observen brotes cuadrangulares, con grandes hojas grisáceas, pruinosas y aromáticas. Sus hojas son poliformes: las juveniles son grandes, grisáceas y opuestas. Las intermedias son pecioladas, verde opacas y aovadas. Las adultas son pecioladas, grandes, de color verde medio y opacas. Sus flores son solitarias, medianas, perfumadas y con estambres color blanco cremoso. Florece en la primavera. Su fruto es una cápsula grande, cónica, surcada y pruinosa. Es utilizada en infusiones y para dar perfume. Es un árbol forestal con un follaje rico en aceites esenciales. Debe usarse lejos de construcciones, nunca como árbol de sombra en estacionamientos, ni para reparo. Por tal motivo lo vemos en las zonas suburbanas de San Juan. Es de crecimiento rápido.
Una fecha especial
Los países más desarrollados del mundo instituyeron el Día del Árbol hace más de un siglo, cuando comenzaron a tomar conciencia de la importancia de los recursos forestales para el desarrollo de la humanidad y de su hábitat.
¿Sabías que hace más de 100 años que se celebra en nuestro país el Día del Árbol? Todo
empezó cuando, gracias a la insistencia y la vocación ecológica del Dr. Estanislao Zeballos, el Consejo Nacional de Educación instituyó, el 29 de agosto de 1900, la celebración del Día del Árbol.
En la Argentina de la primera época, el principal impulsor de la actividad forestal fue Domingo Faustino Sarmiento (nuestro presidente entre 1868 y 1874), tan apasionado en todas sus ideas que hasta en un discurso público se refirió a los árboles, con las siguientes palabras: "El cultivo de los árboles conviene a un país pastoril como el nuestro, no sólo porque la arboricultura se une perfectamente a la ganadería, sino que debe considerarse como su complemento indispensable. La Pampa es como nuestra República, tala rasa. Es la tela en la que ha de bordarse una nación. Es necesario escribir sobre ella… ¡Árboles! ¡Planten árboles!"
En el mundo
Suecia fue el primer país en instituir un Día del árbol, fue en 1840, mucho antes que en la Argentina, cuando en aquel país ya se había tomado conciencia plena de la importancia que tienen los recursos forestales y del cuidado que se les debe brindar.
Algunos años más tarde, los suecos que emigraron a Estados Unidos llevaron consigo esa arraigada herencia cultural, y la difundieron con tal fuerza que en 1872 también se instituyó el Día del Árbol en ese país.
La institución de este día es muy importante para que todos tomemos conciencia, desde
los primeros años de vida, de la responsabilidad que nos cabe en el cuidado de los recursos forestales, sabiendo además que se trata de una tarea a largo plazo.
Por ello no tardó en difundirse esta fecha conmemorativa, y luego de Estados Unidos, los demás países del continente y del mundo comenzaron a establecer el "Día del Árbol".
Canadá, por ejemplo, ya el 21 de agosto de 1860 había adoptado la hoja del arce (un árbol lindísimo y de buena madera para la construcción) como emblema nacional. Y tanta importancia le dieron (en un país de gran riqueza forestal) que la hoja del arce (o "maple") pasó a ser el centro de su bandera.
Derechos de los árboles
Los árboles tienen derechos, aunque no hablen ni se muevan, comparten con nosotros el planeta y son seres vivos, que tienen ciclos biológicos como nosotros y se complementan con el hombre. ¿Se imaginan un mundo sin árboles?
Por eso tenemos que defender sus derechos, como los nuestros o los de los animales:
1. Tiene derecho a la vida, porque también nace.
2. Tiene derecho a ser protegido, y a gozar de sus necesidades: luz, agua, aire, espacio.
3. Tiene derecho a no ser dañado. Todo lo que ponga en peligro su vida es un asesinato (fogones, incendios de reservas o parques)
4. Tiene derecho a cumplir su ciclo, y la tala indiscriminada les niega ese derecho. Si la tala es necesaria, tiene derecho una plantación equivalente en el mismo lugar.
5. Tiene derecho a crecer. Destruirlo siendo pequeño y sin haberse reproducido atenta contra la especie, e indirectamente contra nosotros mismos.
Los árboles son muy importantes, de ellos depende nuestra vida por su aporte de oxígeno y la depuración del ambiente. Son los reyes del mundo vegetal, Su vida, su porte, su sombra, su follaje, sus flores, sus frutos son algunas de las bondades que ellos nos brindan.
Los árboles crecen, se desarrollan y dominan las más diversas superficies del planeta, con excepción de los polos e islas árticas y antárticas y extremos desiertos.
Lamentablemente en los últimos años se ha producido por ignorancia o mal manejo una destrucción de las áreas naturales, trayendo aparejado graves problemas de erosión, desertificación, destrucción y pérdida de la biodiversidad, tanto del resto de los vegetales como de la fauna. Estas áreas aportan la mayor riqueza de oxígeno que necesitan los seres vivos a través del proceso fitoquímico y energético que es la fotosíntesis.
Es entonces fundamental la preservación de las selvas, bosques y montes naturales del mundo a través del manejo sustentable y de las áreas protegidas.

