Los buenos amigos pueden ayudarte a celebrar los buenos momentos y apoyarte en los malos, pueden prevenir la soledad y también darte una oportunidad para ofrecer una compañía que necesites. Entre otras cosas te ayudan a aumentar tu sentido de pertenencia y de propósito, aumenta tu felicidad y reduce el estrés, mejorar tu confianza en ti mismo y tu autoestima. Hacer nuevas amistades o mantenerlas exige esfuerzo. Pero el placer y el confort que la amistad ofrece hace que la inversión valga la pena, por ello el Licenciado en psicología, Daniel Castro, responde acerca de lo importante que es este vínculo.



¿Por qué es importante cultivar la amistad?

Aquel que puede generar una amistad, puede evolucionar, desde lo psicológico y como persona en su totalidad. Una amistad verdadera, implica generar un vínculo con un "otro', y eso permite el desarrollo de cualidades del yo, como la empatía, generosidad, respeto por lo diferente. La capacidad de frustrarse cuando el otro no me da lo que espero o necesito, sin necesidad de romper el vínculo. Solidaridad, capacidad de escucha y contención. Más allá de todo eso, tener un amigo, es tener un testigo que nos vea caminar en la vida y un lugar donde volver.

¿Cuáles son los beneficios de las amistades?

Los beneficios de la amistad son muchos. En lo físico, y mental, hay estudios científicos que revelan que las personas que desarrollan más vínculos afectivos, tienen mayor cantidad de años de vida, mayor tolerancia al sufrimiento y menor deterioro cognitivo. Sin embargo, creo, fundamentalmente que el beneficio más importante es sentirse querido y elegido, siendo uno mismo, ¡sin tener que cambiar nada! Un amigo te acepta, tal cual sos, es más, ¡te elige por ser quien sos! 


La posibilidad de convertirse en objeto de afecto de alguien es uno de los procesos más humanizares y vivificadores para las personas, es saberse amado, por ser quién es. Y, otros beneficios como, sentirse contenido, escuchado, que se puede pensar y decir lo que uno quiera, sin miedo a ser censurado. Que es posible tener una crítica o un modo de ver diferente las cosas, sin sentirse juzgado o agredido. Es tener a alguien que permite confrontarnos, sin necesidad de lastimarnos.


¿Por qué es que a veces es difícil hacer amigos o mantener amistades?

Por un lado, no creo que sea difícil hacer amigos, sino, más bien, que, en el contexto actual, las amistades se hacen de manera diferente a la que estábamos acostumbrados. El momento que nos toca, no es mejor ni peor que el pasado, es diferente. Favorece algunas cosas y entorpece otras. Quizás pueda ser difícil a veces, encontrar personas con las que se puede compartir los intereses de la vida. Hay diferentes tipos de amistades. Para un café, para viajar, para compartir salidas, o para compartir las cosas más íntimas y profundas de la vida personal. La clave está en tomarse el tiempo necesario, para saber distinguir, qué amistad puedo llevar adelante y con quien, para después no sentirme defraudado. Poner en cada amistad, el peso y el afecto, que ésta pueda soportar. Y entender eso, lleva tiempo, y es quizás lo que no nos tomamos hoy en día, porque vivimos en la era de lo inmediato. Por eso fracasamos al hacer amistades.


También creo que algunas amistades tienen un tiempo limitado, por diversos motivos, cambios evolutivos, de lugar de residencia, por cambio de intereses de vida, experiencias traumáticas, etc. El error está en pretender que duren para siempre. Forzarlas o tratar de hacer cosas para que perduren, cuando ya no se sostiene, en aras de aquello que fue. Es sano saber aceptar cuando un vínculo terminó y comenzará a formar parte del pasado.


Y, por otro lado, se puede compartir con una persona durante años, llamarla amigo y no serlo. Porque la amistad, igual que el amor de pareja, debe ser fundada en un vínculo, que se construye de a dos, y aceptando y amando la diferencia del otro. No es sólo una relación en espejo, para tapar mis faltas. No se puede armar desde la carencia y la dependencia, sino, desde lo que cada uno aporta. 


En el contexto de pandemia: ¿Ésta se vio afectada?

Sin duda, el contexto de vida actual, dió lugar a un fuerte cambio en el modo de vincularse. Aquellas amistades que pudieron adaptarse sobrevivieron, y aquellas que no, se fueron apagando. Esto, creo que no tiene que ver con la cantidad de afecto que se tienen las personas, sino más bien, en cómo son capaces de establecer vínculos y vivenciarlos a través de la virtualidad. 


El mundo ha cambiado, y ya está claro que no volveremos a la realidad que conocimos hasta hace un par de años. Y eso implica un cambio en el modo de expresión de los afectos y en el modo de conectarme efectivamente con el otro. Ese cambio llevará un tiempo.


Algunas maneras para conocer a gente nueva fue la tecnología: ¿Qué cosas positivas y negativas trae esto?

Conocer personas a través de las redes sociales, tiene características diferentes a hacerlo en persona. Principalmente, que a través de las redes, es más fácil presentarse con una imagen, que podría ser diferente a lo real. No por fingir, sino, porque naturalmente las personas intentamos mostrar nuestra imagen más exitosa o seductora. Y por otra parte, también es más fácil caer en idealizaciones o en fantasías donde pensamos cosas acerca de lo que nos dice una frase o una foto, que no tiene nada que ver con la realidad, y a veces nos ilusionamos con cosas que sólo están pasando en nuestra mente. Las redes pueden dejar espacio más amplio para errores en la codificación de la información. Es por eso, que siempre es muy necesario el contacto personal y el tiempo, para conocer a alguien. O por lo menos, tener claro, que estoy conociendo a alguien, sólo en aquello que el otro permite mostrarse.


¿Sirve la amistad a distancia?
La amistad sirve en cualquiera de sus modalidades. Indudablemente, la vida actual nos ha condicionado a lo "no presencial", pero, por otra parte, nos ha dado la posibilidad de contactos virtuales e instantáneos con personas muy lejanas.


Quizás, antaño estábamos acostumbrados más al vínculo afectivo expresado a través de abrazos, el contacto corporal con el otro, etc. Eso, sin duda es irreemplazable, porque el cuerpo es lugar de expresión y recepción de los afectos, hoy eso es más difícil y a veces ha sido imposible, y hemos tenido que suprimir los abrazos por pantallas. Pero aún así, el ser humano se las ha arreglado para seguir intentando estar conectado con otros, acompañar, contener, y dar una palabra de aliento en medio de tanta evidencia de soledad que nos dejó este contexto histórico.

¿La amistad es para toda la vida?

Bueno, es posible pensar que hay amistades que son muy fuertes y duran a través de los años y a veces, de toda una vida, otras, duran en una etapa, y después se van esfumando. Son personas que se convierten en importantes, nos acompañan en un tramo de nuestra vida y luego, la misma vida, nos lleva por diferentes caminos. 


Las amistades, no necesariamente duran toda la vida, pero eso no las convierten en menos profundas o valiosas. 


A veces, lo vemos cuando las personas vuelven a reunirse después de años, en los grupos de secundaria, primaria, trabajos, etc., pretenden retomar el vínculo, donde quedó, y eso no es posible, porque la vida y las personas van cambiando. Entonces surgen desilusiones o el mismo grupo se convierte en un lugar de nostalgia, que revive constantemente recuerdos, que no cierran y siguen ahí vigentes y no pueden avanzar. 


También están aquellos que llaman amigo a cualquier tipo de relación más casual, de compañeros, o conocidos, quizás para ahuyentar la fantasía de la soledad, pero que en realidad no hay amistad. 


La amistad es un vínculo que se construye con un otro, hecho de presencias, (en sus diversas modalidades). Es una relación que nos ayuda a crecer en todos los aspectos de nuestra vida y sentirnos orgullosos de ser quién somos, sin condiciones. Otorgarle el título de amigo a alguien implica un trabajo profundo, a veces de largo tiempo y un cálculo certero del corazón, de poder dar a quien puede contener mi afecto, mis cualidades y mis carencias, y yo recibir las suyas.