En plena floración, esta planta produce flores de espectacular belleza y hay miles de variedades cultivadas de la Camelia e híbridos. Esta planta es de origen oriental, llegó a Europa de la mano de los jesuitas. De hecho su nombre proviene de un padre jesuita, Camellus, que vivió en el siglo XVII. Hay más de 80 especies diferentes de árboles y arbustos e infinitas variedades de flores; todas ellas de gran belleza.


Su flor es bastante grande, aunque su forma depende de la variedad. Las más sencillas tienen una corola con cinco pétalos y muchos estambres en grupos. Las dobles y semidobles tienen muchos más pétalos, son más cerradas y pueden llegar a parecerse a las peonías y a las rosas. Los colores de las flores van del blanco al púrpura, salmón, rojo, rosa o bicolor. Las hojas son muy consistentes, ovaladas, con bordes dentados, terminando en punta, de un color verde oscuro muy brillante con el envés más pálido. Esta planta es símbolo de longevidad, fortuna y felicidad. Te contamos que tener en cuenta para su cultivo.



¿Qué cuidados necesita para que florezca bien? 


La camelia es muy sensible a las calefacciones, por lo que es recomendable que estén en los lugares más frescos y en un ambiente bastante húmedo, de esta forma florecerá sin problemas. Si tienes terraza, sácala al exterior, ya que es muy resistente al frío. Eso sí, protege la tierra con paja o cortezas. Pero se recomienda tener este arbusto en el jardín, al exterior.


¿Qué tipo de tierra le conviene más? 


El suelo en el que mejor crece debe tener un pH ácido y turba. Seguro que en viveros los encontrarás sin problemas.


¿Cómo conseguir flores más grandes? 


Puedes elegir tener flores de más grandes o mayor cantidad de flores. Si prefieres lo primero, tendrás que dejar un sólo capullo por rama o brote, arrancando los demás.


¿Cuándo es el mejor momento para podar? 


La época ideal es después de la floración. La forma de hacerlo es despuntando todas las ramas cortando por encima de la segunda o tercera yema, desde la inserción del brote. Así, el año que viene surgirán nuevos brotes que darán más flores.



Ficha Técnica


Luz: Para que la planta florezca como es debido, necesita mucha luz, teniendo cuidado de que no le dé directamente los rayos del sol.


Temperatura: La dificultad que tiene la camelia al cultivarla en interior es que no soporta estar en un lugar cerrado con calefacción, por ello deberemos mantener el ambiente con una humedad superior al 60% y temperatura entre 5-12ºC.


Riego: Durante el verano regaremos de manera constante y durante el invierno el riego será más moderado. Es importante que durante los tres meses de floración reciba muy poca cantidad de agua, para que sus pedúnculos se formen fuertes y soporten el peso del capullo de la flor. A la hora de regar se recomienda un buen drenaje y que lo hagamos con agua tibia y a poder ser de lluvia o mineral, ya que no tienen cal. Si no puede ser, añadiremos al agua del grifo un poco de vinagre.


Abono: Lo haremos después de la floración con hierro o algún abono ácido para camelias o plantas acidófilas.

 Los problemas más comunes


 La camelia pierde sus capullos antes de que se abran: Esto ocurre por un exceso de riego o un cambio brusco de la temperatura. Para solucionarlo, poner la planta en un lugar más luminoso y fresco y controla siempre el exceso de agua.


Las hojas de la planta se ponen amarillas y los botones no se abren: Lo más seguro es que no tiene la tierra adecuada y el suelo no es suficientemente ácido.


Las hojas tienen muchas manchas plateadas: Esto ocurre cuando la planta tiene un hongo. Para eliminarlo, quita las hojas afectadas y aplica un fungicida.


Aparecen pequeños bultos en las hojas: Esto es debido a que la camelia tiene roya. Para eliminarla, pulveriza con algún fungicida específico para ello. Lo puedes adquirir en tiendas especializadas.