La época cálida ya se ha instaurado y es el momento de disfrutar de su bonito césped. Si realiza las tareas adecuadamente, estará verde y lustroso en todo momento, y sin duda será la envidia de todo el vecindario. Uno de los objetivos más deseados en los jardines de todo el mundo es tener un césped verde y lustroso. A continuación, le explicamos cinco sencillos consejos para conseguir un césped perfecto:


1 - Cortar el césped periódicamente

Para el buen mantenimiento del pasto es necesario que se corte en forma periódica, esto logrará que el mismo se mantenga siempre sano. El corte regular es muy importante ya que ayuda a espesar la hierba. En cuanto a la técnica de corte: poco y a menudo es mejor que mucho y de una vez. Cambie la dirección y el patrón de corte cada vez para que las raíces de la hierba no se presionen en la misma dirección. Para cada corte, la regla de oro es reducir el tallo aproximadamente a la mitad o dos tercios, cerca de 5 cm. A mediados de verano es aconsejable dejar la hierba un poco más larga, ya que soportará mejor los periodos de sequía. 


2 - Abonar el césped al inicio de la primavera

Cuando cortamos el césped, este comienza un proceso en el cual elimina muchos nutrientes que deben de sustituirse para obtener un crecimiento óptimo. Le aconsejamos que desde inicios de la primavera comience a abonar el césped cada cuatro o cinco semanas. Los nutrientes esenciales para su césped son: nitrógeno, potasio y fósforo. Puede encontrar a la venta mezclas de abonos especiales para césped en viveros o negocios del agro. Generalmente, en los envases de estos productos se indica la cantidad que debe usarse.



3 - Regar el césped según la temperatura y la humedad

A todos los fanáticos de la jardinería nos gusta que el césped luzca siempre verde y que además se mantenga así durante todo el verano, por eso una de las tareas más importantes para lograr óptimos resultados es el proceso de riego. La frecuencia con la cual debe regar depende de la temperatura y la humedad. Para esto es preciso observar los cambios del color del césped, cuando la hierba está necesitando agua, comenzará a adquirir una tonalidad azul y gris, mientras que las hojas más viejas empezarán a marchitarse. En el caso de que haya plantado un césped nuevo, tendrá que regarlo una vez al día para que las semillas puedan germinar y pueda formarse un sistema de raíces resistente. Hoy existen diferentes sistemas de riego y aspersores automatizados, que de forma inteligente y programable se encargan de todo el trabajo. Todo lo que tendrá que hacer es programar y colocar los aspersores.



4- Controlar las malas hierbas

Las denominadas "malas hierbas' compiten con el césped por el agua, los nutrientes, la luz y el espacio. Estéticamente no son agradables y donde proliferan sin control, da sensación de abandono. Las malas hierbas más pequeñas (como las verónicas o el trébol blanco) pueden extraerse con un escarificador manual, que se utiliza para impedir y dificultar su crecimiento. Las margaritas y los dientes de león deben extraerse con un arrancador de raíces y es muy importante sacar la máxima longitud de la raíz para poder impedir que vuelvan a crecer. Las malezas más grandes y voluminosas pueden extraerse con herramientas que nos facilitarán el trabajo en la superficie, como las motos guadañas o desmalezadoras. Las malas hierbas más pequeñas pueden extraerse manualmente, para esto es muy importante sacar la máxima longitud de la raíz para impedir que vuelvan a crecer. Pero si aun así no hay forma de que estas dejen de crecer, se puede recurrir a los herbicidas que se colocan de manera puntual para no dañar el resto. Ahora bien, si las malas raíces han superado a la hierba, la mejor solución es volver a estructurar todo el suelo y cubrirlo con césped nuevo.


5- Rastrillar el césped para airear la tierra

Las raíces del césped necesitan de aire para poder respirar y seguir creciendo. Muy a menudo, el suelo del césped no es tan arenoso como para permitir que el aire llegue a las raíces y, en consecuencia, el crecimiento no se desarrolla. Con la ayuda de un simple rastrillo puede hacer orificios en el césped y rellenarlos con arena gruesa. De esta forma, el agua de la superficie podrá fluir y transportar oxígeno hasta las raíces. El escarificado permite extraer las hierbas muertas y otros restos de su césped. Si extrae la capa de paja de su césped, proporcionará más espacio para que las partes inferiores de la hierba puedan respirar y hacer que los tallos crezcan mejor.


¿Con qué frecuencia lo tengo que cortar?

Dependerá, sobre todo, del crecimiento del césped, de si crece muy rápido o más lento. Cuanto más rápido crezca, más frecuentemente tendrás que segarlo. En verano es buena idea tomar como referencia la regla de 1/3 (y respetarla siempre). Consiste en no dejar que la altura del césped supere un tercio de la medida que debe tener. En caso de que ocurra, no cortes el exceso de una sola vez. Mejor hazlo en varias sesiones de corte para que la hierba sufra menos. También es importante mantener unas rutinas a la hora de llevar a cabo esta tarea:


- No cortes cuando el suelo esté demasiado húmedo ya que podría compactarse demasiado.


- Tampoco cortes la hierba si está muy mojada o, si lo tienes que hacer, procura recoger los restos que queden.


- Pasa la máquina de cortar en todas las direcciones, ya que esto favorece que el césped crezca adecuadamente, en vertical.


Problemas veraniegos: el suelo se ha compactado

Si notas que el suelo de tu pradera está duro, las raíces del césped están pobres y la hierba poco densa es muy probable que el suelo se haya compactado, un problema bastante frecuente en verano. Suele ocurrir cuando el espacio de césped se usa mucho y tiene bastante tránsito, por lo que una primera medida a tomar, si es posible, es cambiar las zona de uso. Después conviene airear el suelo con un escarificador manual.


 Cómo tratar el césped en las zonas de sombra 

La mejor ubicación para una zona de césped en el jardín es, sin duda, a pleno sol. La pradera necesita luz directa para desarrollarse en buena forma, ya que en la sombra crece con dificultades. Sin embargo, cuando es imposible que el césped esté al sol, existen medidas que podemos tomar para tratar de mejorar la situación. Para empezar, es conveniente elegir especies que toleren mejor la sombra, como la Festuca rubra, que aguantará estoicamente la falta de luz. También es buena idea dejar el césped un poco más largo de lo habitual, con lo que favorecemos el proceso de fotosíntesis y el enraizamiento profundo.