Por Juan Carlos Lopresti
pjclopresti@yahoo.com.ar

Villa Pehuenia es uno de esos bellos lugares que la mayoría de los argentinos no conoce pero que tiene el encanto y atractivos de cualquier otro sitio de los más promocionados. Esta aldea de montaña, como suelen llamarla sus escasos habitantes, está ubicada a 310 km. de Neuquén capital, a 1300 msnm, a sólo 11 km de la frontera con Chile y alrededor de las cristalinas aguas del lago Aluminé. Rodeada de bosques de araucarias, posee cabañas y hoteles de muy buen nivel, en su mayoría construidas de madera, al igual que sus restaurantes en donde es posible degustar exquisitos platos típicos donde el cordero patagónico es el principal protagonista, tanto como las tablas de embutidos ahumados como ciervo, jabalí y truchas. 

Dentro de las actividades que se pueden desarrollar en la villa, está el paseo en barco por el lago Aluminé que dura unos 60 minutos pasando entre varios islotes y grandes rocas que hay en su interior y disfrutando del color de sus aguas con una visibilidad de hasta 12 metros de profundidad. El viaje resulta muy interesante y distendido porque el guía, conductor de la lancha, va contando anécdotas y describiendo como buen conocedor de la zona, los mejores lugares de la región.

Cerro batea Mahuida

A unos 10 kilómetros del radio céntrico y comercial de la villa, que por cierto se encuentra bastante disgregado lo que lo hace más extendido, se encuentra el cerro Batea Mahuida, un parque de nieve, administrado por la comunidad mapuche que está muy arraigada en la población participando principalmente en sus actividades turísticas. En este parque, además de tener una excelente vista panorámica y poseer una buena calidad de nieve que la mantiene de junio a octubre, se pueden practicar todos los deportes de invierno tales como esquí, snowboard, trineos y paseos guiados sobre raquetas y moto ski. Tiene además una escuela deportiva a cargo de profesores mapuches de la comunidad Puel, no solo para los propios habitantes sino también para los turistas que deseen aprender algunos de estos deportes durante su estadía .Durante el verano es posible realizar caminatas, cabalgatas y hasta alquilar cuatriciclos aquellos que quieran un poco más de emoción. Un poco más arriba y por un camino más sinuoso llegamos hasta el cráter de lo que era un volcán donde ahora se han formado dos lagunas a 2.030 metros de altura. La vista desde allí es sencillamente increíble ya que se pueden ver los lagos Aluminé y Moquehue y los volcanes Llaima, Lonquimay y el Villarrica del lado chileno. Los mapuches también administran un hermoso lugar llamado Cinco Lagunas que tiene 2000 hectáreas de bosques, ideales para pasar el día al lado de alguna de sus multicolores lagunas degustando comidas caseras disfrutando de una caminata guiada.

El secreto de los Piñones

La mayoría de los negocios de venta de productos regionales se basa en los piñones, que es el fruto de la araucaria hembra y con el cual se pueden elaborar alfajores, dulces, galletas, licores, pasta, o también se pueden degustar en almíbar o escabeche. Lo notable es que estos frutos caen naturalmente de las ramas a fines de febrero y comienzos de marzo y su recolección se hace manualmente pudiendo participar incluso los turistas que visiten en esa época la región. Luego de recogerlos, se hierven durante dos horas, se pelan en caliente y se consumen así o tostados, pudiéndose agregar a cualquier comida lo que les da un sabor especial. Recomiendo probarlos en cualquier bar o restaurante y llevarse unos frascos a sus hogares.

Moquehue

Separado por apenas 15 Km esta pequeño poblado forma parte del municipio de Villa Pehuenia, al que se llega por la Ruta 11 en medio de grandes bosques de araucarias y pinos que en algunos caso tapan la vista del lago Moquehue que se caracteriza por la mansedumbre de sus aguas que son aprovechadas por los amantes del kayak. A su alrededor también se levantan numerosos complejos de cabañas y hoteles de excelente nivel teniendo siempre el increíble marco de la Cordillera de los Andes.

Fiestas tradicionales

Todos los años se realiza en Villa Pehuenia el Festival del Chef Patagónico, que acaba de finalizar hace muy pocos días, con la presencia de los más destacados cocineros del país quienes preparan sus exquisiteces para los miles de turistas que llegan al lugar provenientes de todo el país y también de Chile atraídos por su presencia y por las clases magistrales que ofrecen para los presentes. Entre los platos que más se consumen se destacan el cerdo marinado, cazuela de cordero con piñones, hierbas de la montaña y chorizos ahumados, gulasch de cordero, croquetas de trucha y pechuga de pavo.



Cómo llegar

En auto, desde San Juan, son 1.113 km. por RN 40 hasta Las Lajas, desde allí tomar la RN 242 hasta Aluminé, y desde allí a Villa Pehuenia son unos 50 km. En invierno es aconsejable consultar sobre el estado de las rutas ante posibles nevadas, al teléfono 0810-333-7882.

En ómnibus, la empresa Del Sur y Media Agua tiene un servicio que parte de la Terminal de San Juan a las 16 y llega a las 7,15 del día siguiente a Neuquén.Desde allí, la Empresa Albus tiene distintos horarios hacia la Villa. El regreso desde Neuquén es a las 20,30 para llegar a San Juan a las 12,05 del otro día.

En avión. La nueva empresa Jetsmart tiene vuelos desde Mendoza los jueves y sábados saliendo a las 10,05 y llegando a Neuquén a las 11.27 mientras que el regreso es a las 9.15 para arribar a la capital mendocina a las 10.37.

Por su parte Aerolíneas Argentinas tiene vuelos todos los días desde Mendoza, pero en la mayoría de los casos con escala en Aeroparque demorando como mínimo 4h 15 minutos para llegar a Neuquén.

Donde alojarse

En realidad es tanta la oferta y de tan buena calidad que se hace difícil recomendar algún lugar en especial y por lo tanto recomiendo ver la página www.villapehuenia.gob.ar y allí decidir según precios y ubicación.

Dónde comer

Sobre la costanera del lago Aluminé y sus alrededores hay numerosos restaurantes, entre ellos Parador del Lago, Borravino y taberna Patagónica que ofrecen las mejores especialidades patagónicas.