Los autos son máquinas y, como tales, muchas veces se rompen por fallas de origen. Sin embargo, una buena cantidad de las roturas que sufren usualmente los vehículos son provocadas por errores reiterativos del conductor.

En esta nota, te contamos ocho cosas que no hay que hacer al volante para evitar fallas en distintas partes del auto y no perder dinero en el taller. ¿Te sentís identificado con alguna de ellas?

Uso innecesario del embrague

Para alargar la vida útil del embrague, es clave utilizarlo únicamente cuando es necesario. En muchos casos, se rompe por adelantado porque el conductor deja el pie apoyado en el mientras circula o porque, por ejemplo, en todos los semáforos lo deja accionado y en primera listo para salir.

Tanque en reserva

Buena parte de los conductores espera la luz roja para acercarse a una estación de servicio y repostar combustible. Grave error: eso aumenta el riesgo de que a los inyectores o el filtro lleguen las impurezas del depósito. Además, podría atentar contra la buena refrigeración de la bomba de combustible.

No soltar la palanca de cambios

Muchas personas utilizan el pomo de la palanca de cambios para apoyar las manos durante la conducción. No dudamos de su comodidad, pero la transmisión agradece cuando no lo hacemos porque así evita el desgaste y la deformación de ciertos elementos internos, y desajustes en el mecanismo.

Abusar de los frenos

La vida útil de los frenos se acorta cuando los conductores los utilizan excesivamente. Para evitarlo, es importante anticiparte a las maniobras y conducir a distancia del vehículo que nos precede. No siempre es necesario accionar el freno, muchas veces se puede frenar con tan solo soltar el pedal del acelerador a tiempo y utilizando el motor. La clave: no pegarse al auto de adelante e ir pisando el freno todo el tiempo.

Girar la dirección con el auto detenido

Como las direcciones de los autos modernos están asistidas, muchas veces no notamos el esfuerzo que realizan. Si repetimos esta conducta a diario, el sistema interno trabajará más de lo adecuado y podríamos acortar la vida útil de la bomba de asistencia. Consejo: cuando haya que maniobrar, darle un poco de movimiento, aunque sea mínimo. Eso va a ayudar a aliviar el trabajo de la dirección.

Circular sin la presión adecuada en neumáticos

Manejar con una presión de neumáticos superior a la indicada provoca desgastes prematuros en su parte central, aumenta las vibraciones (ataca a los amortiguadores) y reduce la adherencia al piso. Hacerlo con una presión inferior desgasta antes de tiempo los laterales de la banda de rodadura, aumenta el consumo y atenta contra la correcta performance dinámica del vehículo. Lo ideal es controlarlos una vez por semana. ¿No sabés cuál es la presión recomendada para tu auto? ¡Leé el manual!

Descuidarse de los reductores de velocidad

La suspensión y los neumáticos del auto se pueden ver seriamente afectados si a menudo pasamos por los badenes y las lomas de burro sin antes reducir la velocidad. Tres tips para cruzar lomas de burro: no hacerlo con el freno accionado, no pasarlas de costado y no cruzarlas a más de 20 km/h.

Las lomas de burro no se deben pasar de costado para repartir la carga por igual en todos los puntos de apoyo.

Manejar agresivamente o demasiado pausado

El motor, los frenos y la transmisión del auto se ven afectados cuando manejamos de manera agresiva, es decir con movimientos bruscos. Ojo: tampoco es bueno el otro extremo. La transmisión, el cigüeñal del motor y el turbo (siempre que haya uno) sufren cuando no llegamos a determinadas revoluciones por minuto.