El precio del dólar -en constante ascenso en las últimas semanas- no parece ser un factor limitante para algunos viajeros. De hecho, según los registros de Juan Casares de la Agencia Travel and Pass, ya están completos todos los lugares que ofreció para vuelos y paquetes con destino a Brasil para estas vacaciones de invierno. Por eso, motivado por el éxito y el interés de los turistas locales por estas propuestas, es que redobló la apuesta y organizó varias salidas para lo que se considera temporada baja en el país vecino, es decir, para los meses que van entre agosto y octubre (ver Para empezar a organizarse).


"Son buenas fechas para viajar porque no hay tanta afluencia de gente como ocurre con la temporada de playa o de los famosos carnavales en Brasil. Lógicamente al haber menos interesados se consiguen mejores precios para buenos hoteles, buenos servicios y buenos paseos'', argumenta.


Justamente cuando pasa el último día de carnaval en el Sambódromo brasileño y el calor del sol va abandonando lentamente las playas, es cuando se lanza la temporada baja, la que se extiende hasta el mes de diciembre. Esa etapa es altamente recomendable ya que no hay tanta afluencia ni turismo masivo, salvo en la ciudad de Río de Janeiro donde siempre hay visitantes curiosos, según recomiendan los mismos brasileños.


Ni siquiera la cuestión climática es un punto negativo para viajar en esas fechas.


En el nordeste brasileño, considerado un verdadero paraíso porque allí se encuentran lindas playas con aguas cálidas y arenas blancas, mucha vegetación y arrecifes, los mejores meses suelen ser de agosto hasta diciembre debido a la menor posibilidad de lluvias. En esta zona justamente está Natal y Pipa (en el Estado de Río Grande do Norte) y Porto de Galinhas, entre otros sitios de altísimo interés turístico por sus paisajes y propuestas gastronómicas y culturales.


En la zona de Río de Janeiro y alrededores, Santo el clima se mantiene templado hasta mayo o junio, si bien de noche las temperaturas pueden bajar notablemente y más, al llegar el invierno. De todos modos, ese frío moderado se compensa teniendo en cuenta que las probabilidades estadísticas de lluvias se reducen bastante en esos meses y por ende, la costa norte del estado de Río de Janeiro puede ser una buena opción para quien desee viajar en esos meses.
De hecho, las mismas playas que en temporada alta estaban saturadas, en esta época están solitarias y tranquilas, por ende son el paisaje recomendado para encontrar paz y desestrezarse.


Qué visitar


A Porto de Galinhas se lo llama el "Caribe Brasileño'', una denominación que no le queda grande por la calidad de sus playas con aguas tibias y de color verde esmeralda o turquesa. Pero además hay mucho por conocer en su zona comercial que es super pintoresca, aunque pequeña. Imperdible el "callejón de los paraguas'', una de las calles laterales del centro, llena de paraguas que remiten al frevo, la danza típica de carnaval que se baila con sombrillas de colores.


El lugar recibe este nombre y las gallinas son un símbolo del lugar (las hay en todos lados y muchas de ellas fueron realizadas por el artista Gilberto Carcará en troncos y raíces de cocoteros) porque cuando en 1888 quedó oficialmente abolida la esclavitud en Brasil, sin embargo, en las plantaciones de caña de azúcar, se continuaba empleando mano de obra esclava de manera clandestina que para evadir controles, llegaba en las bodegas de los barcos, oculta detrás de cajones de gallinas de Angola.


Recomiendan hacer paseos en buggy y en jangada, la embarcación de madera típica.


Por otra parte, Pipa y Natal son dos ciudades muy cercanas entre sí. A Natal se la conoce como "Cidade do Sol'', es uno de los lugares de Brasil con más días soleados a lo largo del año, playas agradables de aguas calientes, rica gastronomía y diversas opciones para los aventureros.


Ubicado en el noreste de Brasil, en el estado de Rio Grande do Norte, Natal, su capital, nació de una fortaleza construida por los portugueses en 1598 para combatir a los invasores franceses (Fuerte de los Reyes Magos). La ciudad se hizo conocida cuando en las fuerzas aliadas en la Segunda Guerra Mundial, reconociendo su ubicación estratégica, asentaron una base militar de operaciones.


Son imperdibles el Morro do Careca, una duna inclinada a 50º que cae directamente al mar, el
Forte dos Reis Magos (parte del patrimonio histórico brasileño) y el barrio de Ponta Negra, donde se pueden saborear los mejores platos de la carne seca de buey y frutos de mar.


Pipa pese a ser una localidad bastante pequeña cuenta con muchos atractivos, como el Paseo de Caminho Pau-de-arara (una excursión que se realiza por los distintos balnearios y que permite probar diferentes actividades como skibunda, paseos en barco y nadar en piscinas naturales), Dunas de Cacimbinhas (son famosísimas estas dunas que se utilizan para practicar sandboard, un deporte creado en Brasil que consiste en deslizarse por la arena sobre una tabla, para lo cual solo basta tener un poco de equilibrio) y Bahía de los Delfines, entre otros.


En Río de Janeiro, la lista de lugares a visitar es prácticamente interminable. No sólo por ser la capital carioca y una ciudad super interesante y moderna, sino porque se distingue por el atractivo de sus playas. Dicen que lo mejor para tomar un primer contacto con el lugar es dar un tranquilo paseo por la orla (paseo marítimo) de la playa de Copacabana. Allí deportistas, caminantes, vendedores de pareos y turistas de todo el mundo se confunden en este escenario que parece sacado de una postal de viajes. Probar una deliciosa caipirinha en alguno de los quioscos de la playa, es la manera perfecta para empezar unas inolvidables vacaciones en Río de Janeiro.


Por supuesto que es imposible no hacer una visita al asombroso Cristo Redentor del Corcovado, la escultura art decó más famosa del mundo y uno de los miradores más altos de la ciudad, continuando por supuesto con el Pan de Azúcar y sus, no menos famosos, +bondinhos+ (teleféricos) panorámicos.


No obstante, existen muchos otros lugares de interés que se han convertido en símbolos de Río de Janeiro, una ciudad donde los edificios históricos conviven en armonía con la modernidad, como lo demuestra el Museo de Arte de Río, que integra un palacete de estilo señorial inglés con un edificio de diseño modernista.


El barrio centro y la zona portuaria con el Palacio Imperial, el Teatro Municipal, los Arcos de Lapa o la Iglesia de la Candelaria, además del Museo Nacional de Bellas Artes, el Museo Histórico Nacional o el Centro Cultural Banco de Brasil, la bahía de Guanabara con sus fuertes y fortalezas instaladas a lo largo de la costa, el Jardín Botánico, son algunos de los sitios que la convierten en una verdadera "ciudad maravillosa''.


 

Para empezar a organizarse


La Agencia de Turismo Travel and Pass -ubicada en Sarmiento 333 sur, teléfono 4087662- ofrece una serie de paquetes para diferentes destinos en Brasil y con opciones de salidas para los meses de agosto, septiembre y octubre.


.Río de Janeiro: con aéreos desde Mendoza, 7 noches de alojamiento con desayuno incluido más asistencia al viajero con Travel Ace (hasta 70 años).


Las salidas están confirmadas para el 23 de agosto, el 6 de septiembre y el 4 de octubre
Tarifa desde 700 dólares más impuestos. Este monto es por persona en base doble y según aclaran desde la agencia, está sujeta a cambios sin previo aviso y según la disponibilidad al momento de la confirmación de la reserva.


.Porto de Galinhas: El paquete incluye los pasajes aéreos desde Mendoza, 7 noches de alojamiento en base doble con desayuno incluído y asistencia al viajero. Las salidas confirmadas son para el 9 de agosto y el 4 de octubre por una tarifa desde 740 dólares más impuestos (en base doble).


.Natal y Pipa: Aéreos desde Mendoza, con 10 noches de alojamiento con desayuno incluido y asistencia al viajero. La salida se ha fijado para el 25 de octubre próximo. Tarifa en base doble: 1095 dólares más impuestos por persona.


Para mayor información, contactarse con travelandpass@hotmail.com o visitar la página web www.travelandpass.com

Nota Publicada:  Domingo 8 de Julio 2018, en Revista Oh!