El Gobierno nacional define los detalles finales para la presentación de una nueva oferta ante la Comisión de Valores de Estados Unidos durante la semana próxima, con miras a completar todo el proceso de la reestructuración de la deuda, por U$S 67.500 millones, para el próximo 24 de julio. Si el Gobierno no lo acepta, dicen que podría indicar la intención de adoptar una estrategia denominada "Pac-Man", donde el Gobierno intentará que los inversores acepten la oferta uno por uno. En la últimas horas, los grupos más grandes de acreedores hicieron llegar al Gobierno argentino contrapropuestas, con vistas a lograr un acercamiento y alcanzar finalmente un acuerdo, y se espera que los intercambios continúen durante el fin de semana.

El primer grupo, el ACC (siglas en inglés del Comité de Acreedores de Argentina), le alcanzó al Gobierno una propuesta financiera cuyo valor ronda unos 54 dólares por lámina de 100 nominales de deuda vieja (en valor presente neto), que implicaría un mínima modificación en los pagos respecto de la última oferta que presentó el Gobierno a los bonistas. Aquí se encuentran involucrados los fondos Gramercy, Greylock y Fintech que, pese a las diferencias, son los que lograron un mayor entendimiento con el Gobierno argentino, entre los principales grupos de acreedores, y que blanquearon formalmente ayer su oferta a la prensa a través de un comunicado. El ACC indicó que la nueva contraoferta otorgaría "un alivio de U$S 39.000 millones hasta 2028".

El grupo, que presentó la oferta el 1 de julio, sostuvo que la propuesta debe tener un umbral mínimo de participación de dos tercios y precisó que el cupón promedio ponderado de los intereses incluidos en la contrapropuesta es de 3,95%, sin superar el 5%. "El ACC continúa creyendo que la mejor manera de avanzar es a través de una resolución consensuada", dijo el grupo en el comunicado. La propuesta que dio a conocer ACC mantiene los mismos bonos y estructura de amortización que la oferta que hizo el Gobierno argentino al 17 de junio y los contratos originales de los bonos elegibles, si bien piden el adelanto de pago de cupones de ciertos bonos.

Sin embargo, estos fondos también solicitan mantener las condiciones legales contenidas en las cláusulas de acción colectiva (CAC) de 2005, solamente para tenedores de bonos de los canjes 2005 y 2010.

La Argentina había propuesto cláusulas CAC utilizadas en los bonos emitidos a partir de 2016 para todos los bonos a reestructurar. Esta estrategia de ACC logró mover los cimientos del otro gran comité de acreedores, el Ad Hoc, el más duro según las palabras de Martín Guzmán, que lideran fondos como Blackrock, Monarch, Ashmore.