El Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) que garantizó un ingreso de 10.000 pesos en abril y mayo a casi 9 millones de personas en todo el país será la base para un nuevo plan que implementará el Gobierno para garantizar un "ingreso universal básico" en el tiempo a 3 millones de personas de alta vulnerabilidad social que cobran el bono.

Según adelantó ayer, su principal impulsor, el ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, se trata de un plan para garantizar un "ingreso básico" a sectores de la población que arrastran una situación social crítica o trabajadores precarizados que han visto pulverizados sus ingresos por efectos de la pandemia por el coronavirus.

Todavía no está establecido el monto del ingreso universal básico pero sí se sabe que perdurará en el tiempo hasta que se estabilice la economía, por lo que podría durar años ya que la idea es que acompañe a sus beneficiarios en la salida de pandemia.

Arroyo aseguró que aún no está definido ni a partir de cuándo podría implementase, ni tampoco por qué montos. "Realmente estamos en los pasos previos de ir estudiándolo, analizándolo. Ahora estamos en el medio del pago del IFE y de la pandemia. Son políticas a ir debatiendo y consensuando".

La idea del plan es garantizar derechos y, al mismo tiempo, promover el consumo para reactivar la producción y la economía", declaró a Télam Arroyo, quien comentó que está en estudio aún si se aplicará por persona o por familia ese nuevo ingreso (cuyo nombre no está definido y convivirá con la Asignación Universal por Hijo).

El ministro del área social también adelantó que este plan de asistencia "tiene que funcionar junto al programa Potenciar Trabajo -al que ya adhirió la provincia de San Juan- que tiene como objetivo general empleo con la urbanización de las 4.000 villas populares o asentamientos que hay en todo el país".

Arroyo advirtió que la pandemia "nos va a dejar una situación muy crítica, con mucha gente que perdió ingresos y trabajos".

En este sentido, veinte provincias acordaron ayer avanzar con este plan en un nuevo encuentro del Consejo Federal de Desarrollo Social (Cofedeso), que encabezó de manera virtual el ministro Daniel Arroyo y que reunió a sus pares de Chaco, Entre Ríos, Misiones, Jujuy, Chubut, Neuquén, Santa Cruz, Salta, Tierra del Fuego, Santiago del Estero, Córdoba, Corrientes, Formosa, Tucumán, La Pampa, Río Negro, La Rioja, San Luis, Santa Fe y la ciudad de Buenos Aires.

La idea del plan Potenciar Trabajo es generar un salario básico para unos 580 mil trabajadores y trabajadoras.

El esquema de una renta universal para que la población más vulnerable tenga una protección frente a los efectos económicos del coronavirus ya fue adoptado en varios países. España aprobó por ley un ingreso mínimo, Francia está dando de hecho ayudas y Estados Unidos implementó un subsidio. "Sin embargo, acá no hay que pensarlo como un único instrumento, como en Europa, porque Argentina no tiene la misma situación. Allá tienen nada más que un problema de ingresos y acá tenemos un problema de trabajo, de ingreso y de acceso a los servicios básicos", diferenció Arroyo.

El gobierno piensa en cinco sectores desde los que reconstruir la actividad productiva. Un rubro es el de pequeñas obras de construcción, veredas, casas o infraestructura. El trabajo textil y la producción de alimentos son otras actividades con salida y que requieren de mano de obra intensiva. Luego está el área de las tareas de cuidado y la de recolección y reciclado de los residuos urbanos.

De esta manera, el gobierno apunta a cubrir a la población sin ingresos por distintas vías: la renta universal para quienes estén inactivos, el programa Potenciar Trabajo, donde ya fueron unificados todos los planes sociales y los programas de urbanización.

San Juan pica en punta

Como parte del organigrama macro, La Rioja, Tucumán, Catamarca, Entre Ríos, Santa Fe y San Juan son los distritos donde ya empezó a desarrollarse el programa federal Potenciar Trabajo.

El coronavirus "hará desaparecer globalmente, sólo entre abril y junio, el 6,7% de las horas de empleos, lo que equivale a la pérdida 195 millones de puestos a tiempo completo", según la OIT.

El sábado, el presidente Alberto Fernández expresó su acuerdo con el otorgamiento de un ingreso universal para aliviar la situación de los "9 millones de argentinos que están fuera del sistema".