En pleno recambio legislativo, en el Senado debieron fajar las puertas de 7 despachos del Palacio Legislativo para impedir que fueran “usurpados” por algún senador, según dijeron anoche fuentes de la Cámara Alta. Todos los despachos de los senadores a los que se le finaliza el mandato -y no lograron renovar- ya fueron asignados por las autoridades, aunque algunos aún no fueron ocupados. Con las fajas se quiere evitar que alguno de los que quedan vacíos sea ocupado de manera ilegal.

Schiavoni, presidente del PRO a nivel nacional y que fue electo jefe del bloque del partido en el Senado, ya tiene asegurado un lugar en el Palacio. Lo mismo otros dos macristas de paladar negro: Gladys González y Esteban Bullrich, quien ya se aseguró el desembarco en las oficinas que hasta ahora ocupaba el peronista JuanManuel Abal Medina.

La disputa por los despachos es un clásico con cada recambio legislativo. Todos los senadores quieren un despacho en el codiciado Palacio Legislativo y no en el anexo de la ex Caja de Ahorro. ¿Razones? Estatus y mayor comodidad: para las sesiones, reuniones de comisión y “roscas” no tienen que estar cruzando la calle.

Otro oficialista que tiene un despacho garantizado en el Palacio es el radical Luis Naidenoff, nuevo titular del interbloque Cambiemos. Hasta ahora, el formoseño estaba en la Caja.

Cristina Kirchner también ya tiene asegurado un despacho en el Palacio, en el tercer piso.Es el que hasta ahora ocupa la camporista Virginia García, quien finaliza su mandato. Ese despacho, amplio, con vista a la avenida Entre Ríos y con entrada privada desde el ascensor, era pretendido por el radical santacruceño Eduardo Costa.

Hubo otros senadores que arreglaron entre ellos el pase de la llave de los despachos. Es el caso de María Laura Leguizamón, que se lo dejó al catamarqueño Dalmacio Mera. Marina Riofrío se lo entregó al también sanjuanino Rubén Uñac. Y el del K Ruperto Godoy irá a manos de Cristina López de Abarca.

La entrerriana Sigrid Kunath, a quien le quedan aún dos años de mandato, le dio su despacho al peronista cordobés Carlos Caserio. Kunath ya se mudó a uno más grande, el de la jujeña Liliana Fellner, que se vuelve a su provincia.

Al parecer dos ex gobernadores no tendrían ningún problema en ir al Anexo. Según las fuentes consultadas, el misionero Maurice Closs y el puntano Claudio Poggi irían a ese edificio sin plantear ningún reparo. El radical riojano Julio Martínez iría al de Alfredo Martínez, un santacruceño al que se le vence el mandato.

Aún no habría definición sobre el mejor despacho de todos, el que ocupa Gerardo Zamora, que fue electo gobernador de Santiago del Estero. El oficialismo reclamó la oficina -evalúa dividirla en dos-, pero la intención del santiagueño era dejárselo a su reemplazante. Se verá.

Fuente: Clarín