Rosca política. Allegados al Presidente y la diputada estarían negociando otros cargos para que Carrió no rompa Cambiemos y apoye la reelección de Macri.

Por ahora la tormenta interna que amenaza el horizonte de Cambiemos se tomó una tregua, pero por las dudas, el Presidente prepara una estrategia para acallar las voces más disonantes atento a la llegada de un año electoral clave para su futuro político.

Y todo apunta a generar una movida que sirva para sostener el apoyo de Elisa Carrió, la mentora de Cambiemos pero al mismo tiempo su mayor crítica.

Lo concreto es que Mauricio Macri creó una unidad de elite contra el lavado de dinero del terrorismo dentro de la AFIP y analiza cederle el control a Elisa Carrió, en un gesto para distender la relación y garantizar que la diputada no rompa Cambiemos en el año electoral.

Con una publicación en el Boletín Oficial, el ente recaudador creó una unidad de "Prevención de Lavado de Activos y Financiamiento del Terrorismo", que tendrá nivel de dirección y una estructura importante dentro de la AFIP. Deberá coordinar con la Unidad de Información Financiera, en principio el organismo encargado de la cuestión.

Pero la novedad es que Macri analiza entregarle esa estructura a Carrió. Lo haría designando como titular de la unidad a Jaime Mecikovsky, exdirector de Operaciones Impositivas del Interior de la AFIP y hombre de extrema cercanía con la líder de la Coalición Cívica.

La jugada implicaría un intento de cerrar una de las heridas que complicó seriamente la relación entre Macri y Carrió. Es que la diputada había enfurecido en octubre pasado cuando Leandro Cuccioli desplazó de su cargo a Mecikovsky y otros dos funcionarios de confianza de Lilita: el director general de la DGI Horacio Castagnola y su asesor Carlos Bo. Los tres encabezaban un equipo de investigación contra Ángelo Calcaterra, el primo de Macri, y habían presentado pruebas en su contra ante la Justicia.

"Sacar a tres héroes de la AFIP por mi apoyo equivale a aliarse con Echegaray y su gente", disparó Carrió, furiosa porque le había pedido exclusivamente a Cuccioli que los cuidara y el titular del organismo se comprometió a mantenerlos hasta 2019.

Mecikovsky había quedado involucrado en una fuerte acusación por su vínculo con Carrió. Fue denunciado penalmente por presuntamente haberle filtrado información confidencial de la AFIP a la diputada e incluso le allanaron su casa y encontraron en su computadora una serie de dossiers sobre políticos que según una pericia fueron plantados. Tras un cambio de manos en la causa, el juez Claudio Bonadio lo sobreseyó.

Antes de reubicarlo en la AFIP, la chaqueña había intentado meter a Mecikovsky y los otros despedidos en la Corte Suprema, cuando se dio el recambio de autoridades.

Lo intentó vía Carlos Rosenkrantz y Fabián "Pepín" Rodríguez Simón, pero chocó contra el resto de los integrantes de la Corte. Ese sería uno de los motivos del enojo de Carrió con el juez Horacio Rosatti que hizo público el miércoles cuando disparó: "Estoy muy decepcionada con Rosatti". Ahora, Mecikovsky podría volver a un lugar clave y Carrió recuperaría poder en un organismo muy sensible para la política, ya que allí circula la información que verdaderamente importa al poder, incluso al mismo nivel o más que en la Agencia Federal de Inteligencia.


Rumbo a la jubilación
 

Elisa Carrió, que cumplió 62 años, tiene listos los papeles para iniciar los trámites de su jubilación y no descarta que, de completar el trámite durante 2019, deje en forma anticipada su banca que ostenta hasta 2021.