El ministro de Economía, Martín Guzmán, contraatacó este lunes a Cristina Kirchner luego del fuerte discurso del viernes pasado en donde la vicepresidenta dijo que se equivocó al permitirle a Alberto Fernández elegir a su equipo económico.

El funcionario -alineado con el presidente Alberto Fernández- acusó a la ex Presidenta por los descalabros en la política macroeconómica iniciados en su gestión entre 2011 y 2015. “¿En qué país funcionan subsidios energéticos de 4 puntos del PBI?”, preguntó en una entrevista concedida a la periodista María O’Donnell, grabada anoche y publicada este lunes. Y continuó: ¿En qué país del mundo funciona un déficit financiado con una moneda que la gente deja de querer?”.

Los dichos de Guzmán suben la tensión a un punto extremo en la cúpula del poder político en una semana sensible. Este lunes, el jefe de Estado viajará a Europa para una gira de 4 días durante los cuales sucederán cosas muy importantes en la Argentina: se realizarán las audiencias para definir los aumentos de tarifas y se conocerá el índice de inflación de abril, que será más alto de lo previsto.

Guzmán dijo que durante la segunda Presidencia de Cristina Kirchner “hubo de todo”, “grandes logros” pero también carencias en materia de “consistencia macroeconómica”.

“Lo que estamos haciendo ahora es unir el corto plazo con el largo”, planteó.

Críticas a los gobiernos de CFK

“En algunos casos nos hemos beneficiado incluso ha personalmente, por ejemplo yo tuve una beca del Conicet 2004, 2005, 2006, me dio los recursos para pensar, para entender y para ahora tener la fuerza de defender a la argentina de esta manera. Toma vida propia el conocimiento”, dijo.

Respecto de los gobiernos de Cristina Fernández de Kirchner, valoró que “hubo una protección social activa, la AUH, un gran logro; una fuerte recuperación de los ingresos de los jubilados y las jubiladas”, entre otros puntos.

“Pero también hubo problemas de consistencia macroeconómica. Para que todos esos logros se puedan mantener el tiempo tiene que haber consistencia macroeconómica”, atacó.

“Hubo una evolución en la cual parte de lo que hoy se discute fue dañado. Por ejemplo, hubo una fuerte pérdida de reservas. También hubo una reestructuración muy buena y necesaria de la deuda que le dio al país espacio para desarrollarse. Pero después tuvimos que la dinámica externa no era sostenible”, remarcó.

“En la Argentina, la principal limitante a sostener el crecimiento económico es la restricción externa. Por eso es tan importante articular políticas que transformen en lo productivo, que agreguen valor a la economía, que le permitan a la Argentina poder generar más divisas. Hay cosas que ayudan a ello, la educación, la obra pública, la ciencia y tecnología.

“Hay otras que no, subsidios energéticos no segmentados que favorecen a los ricos”, aseguró en referencia a una de sus principales peleas internas en el Gobierno.

Defensa del programa con el FMI

El ministro también ser refirió a las disidencias internas respecto al acuerdo con el FMI, al que defendió como una alternativa al ajuste y recordó que parte del oficialismo se negó a acompañarlo en el Congreso.

“Lo que nosotros planteábamos era que sin un acuerdo con el FMI iba a haber menos dólares, no más dólares. Y cuando en la Argentina hay menos dólares hay ajuste. El no acuerdo era ajuste. Lo que había que lograr era un acuerdo de no ajuste, y eso fue lo que logramos”, dijo.

“Un poco lo que pasa con el debate que se está dando, el debate de ideas, es que alguno puede decir ‘¿qué va a pasar con este programa? ¿se hace o no se hace?’ Es una novedad. No está muy acostumbrada la Argentina a que los debates internos de una fuerza política sean públicos; bienvenido, llevemos adelante este debate”, añadió Guzmán.

“Desde el Gobierno Nacional mantenemos un compromiso firme con este programa porque consideramos que es un programa para la recuperación económica que va a sentar las condiciones para bajar la inflación”, dijo.

“En la cuestión del programa hubo una parte de nuestro espacio político que no apoyó, votó en contra, es una realidad y es fáctico. Más allá de eso que, por supuesto tiene un impacto en las expectativas, y eso es indiscutible, es un proceso que es un paso adelante en la Argentina”, se quejó.