El Gobierno comenzará la próxima semana a analizar con las empresas productoras de alimentos la manera en que se va a desactivar en forma progresiva el programa Precios Máximos, sin que ello signifique aplicar aumentos importantes, y al mismo tiempo reforzar con más productos el programa Precios Cuidados.

"Vamos a desactivar Precios Máximos y a reforzar Precios Cuidados. Pero lo vamos a desactivar de manera progresiva, consensuada y ordenada. Se van a deslistar de a poco los productos de Precios Máximos, y no se van a poder aplicar aumentos importantes", indicaron a Télam fuentes de la Secretaría de Comercio Interior.

Precios Máximos se inició el 19 de marzo de este año, a partir de una resolución que congeló los valores de unos 300 productos y obligó a retrotraerlos al 6 de marzo, no obstante lo cual en julio y en setiembre, se autorizaron aumentos entre 2% y 6% cada vez.

Desde el área que conduce Paula Español precisaron que "se empezará por deslistar los productos más suntuarios, aquellos que no están en la canasta básica, como bebidas alcohólicas y otros no esenciales".

Señalaron que "la próxima semana se inician las reuniones con las empresas productoras, para ponernos de acuerdo en qué productos y cómo se va a hacer el deslistamiento".

"Se les pidió a las empresas racionalidad a la hora de deslistar los precios. No van a poder aplicar grandes aumentos de un día para el otro porque lo principal es cuidar el bolsillo de los argentinos", explicaron desde Comercio Interior.

Indicaron que "la idea para empezar es que las empresas traigan propuesta racionales la próxima semana", y subrayaron que "el comienzo de la desactivación del programa depende de que presenten alternativas que se puedan realizar".

En ese sentido, remarcaron que "lo fundamental es cuidar el bolsillo de la gente", y recordaron que los productos que están en Precios Máximos "ya recibieron dos aumentos" en los últimos meses.

Asimismo, pusieron de relieve que "la idea a partir de la desactivación de Precios Máximos es reforzar Precios Cuidados".

"Porque la política coyuntural fue Precios Máximos, pero la estructural es Precios Cuidados", remarcaron.

Por su parte, el presidente de la Coordinadora de Industrias de Productos Alimenticios (Copal), Daniel Funes de Rioja, subrayó a Télam que "de ninguna manera se puede pensar en aplicar aumentos elevados" a los productos que salgan de Precios Máximos, y señaló que "el mercado no tira para dar saltos mortales".

"Estamos trabajando al 50% de la capacidad instalada y volvió a caer el consumo. Producimos alimentos para consumir. La lógica comercial existe y gravita", indicó Funes de Rioja.

Afirmó que hubo coincidencia "con el Gobierno en terminar de manera organizada con Precios Máximos", y sostuvo que "podemos trabajar en conjunto en un refuerzo de la canasta de productos básicos para Precios Cuidados".

Explicó que "esto urge porque los costos ponen en rojo a muchas líneas de producción y hay compañías que pueden tener repercusiones que no queremos".

"Queremos una salida ordenada que no haga mal al consumo ni a la sustentabilidad de las empresas", afirmó.

Remarcó que los productores de alimentos "acompañamos siempre Precios Cuidados", pero puntualizó que "no estuvimos de acuerdo con Precios Máximos".

"Entendimos la emergencia del 20 de marzo, pero de ninguna manera las razones subsisten hoy y mucho más con el desfasaje de costos que se produjo cuando se congelaron el 6 de marzo", afirmó el titular de la Copal.

Sostuvo que "hubo dos micro aumentos en el camino, en julio y setiembre, pero que de ninguna manera reflejan el 32% de aumento que tuvo dólar oficial, ni el incremento entre 35% y 42% de las materias primas".

En ese sentido, remarcó que "el trigo sube en el mercado mundial y es bueno para Argentina, pero malo para el que fabrica pan", y añadió que "el cacao, el café, son costos importados en su esencia, porque no se producen en Argentina".

También señaló que "hubo aumentos salariales del 25% al 28%", y agregó que "está el costo Covid, que es el de los protocolos y los licenciamientos de la gente".

En ese sentido, precisó que "entre el 20 y el 25% en promedio de los trabajadores del sector están licenciados por edad, patología, obesidad o por tener personas a su cargo", y aseguró que "todo eso implica un costo de 20% sobre la nómina salarial".