Tras su histórico triunfo en las elecciones cordobesas de este domingo, el reelecto gobernador, Juan Schiaretti, pronunció este domingo a la noche un discurso moderado, en el que, si bien desligó el resultado de las futuras elecciones nacionales, enfatizó su rechazo a la polarización que divide al país, además de su compromiso con los valores republicanos y su desconfianza en el supuesto derrame del mercado hacia los sectores más vulnerables.

“Uno de los mensajes de estas elecciones es que los cordobeses queremos la moderación. No queremos la grieta que tanto daño hace a Argentina y que algunos piensan puede servir para ganar elecciones, pero no para gobernar. Hoy Córdoba demostró que a veces tampoco gana  elecciones”, expresó Schiaretti en el pasaje más destacado de una alocución de 22 minutos ante sus seguidores, que se congregaron en el búnker del Hotel Quorum.

Otro de los puntos salientes de su discurso, que no fue leído y que contó con pormenorizados, aunque elípticos, mensajes a diversos sectores del país, fue que separó el resultado del ámbito nacional.

“El mensaje que ha dejado el pueblo cordobés hoy es que fueron elecciones municipales y provinciales, que nada tienen que ver con las próximas elecciones nacionales. Podemos elegir un intendente de un partido, a un gobernador de otro y también a un presidente que no sea de la misma fuerza. Es apresurado sacar conclusiones nacionales sobre la base de los resultados de Córdoba”, argumentó.

Por otra parte, en un tiro por elevación para el kirchnerismo, subrayó que “no habrá república en Argentina sin el peronismo” y que “no habrá futuro para el peronismo si no es republicano”.

A su vez, en una velada crítica a Cambiemos, el mandatario cordobés remarcó que “no hay derrame del mercado que garantice la justicia social” y, al respecto, reivindicó la presencia de un “Estado fuerte” que cumpla ese rol.

Tras valorar la arrasadora diferencia a su favor, aseguró que el resultado “ni por asomo” lo hará caer en arbitrariedades. “No nos hará creer que nos dieron la suma del poder público ni que tenemos la verdad en nuestra mano”, prometió.

En otro pasaje de sus palabras, Schiaretti le brindó un “emocionado” homenaje a José Manuel de la Sota y agradeció a los capitalinos por haber elegido, por primera vez desde 1973, a un dirigente peronista (Martín Llaryora) para conducir el destino de la ciudad.